Hoy, cuando salí rumbo a la escuela, y me tomé del
volante del auto en mi largo camino (27 km) empecé a repasar mi lista de
preocupaciones: los chicos, las calificaciones, las fiestas, el dinero, el
trabajo, la salud, y la lista continuaba.
De repente oí en mi cabeza una voz que me hizo una
pregunta. Uf, las 7 de la mañana y con todas las preocupaciones que estoy
revisando no tengo tiempo de ir contestando preguntas...
Pero sí, no podía dejar en esa pregunta: ¿SABES POR
QUÉ TE DÍ ALAS?
De repente, sin ningún esfuerzo por tratar de
buscar respuesta a esta interrogación, comenzó a fluir de mi interior la
respuesta: PARA QUE SOBREVUELES A TUS CIRCUNSTANCIAS.
Bajé el volumen de la radio y les pedí a mis hijos
que respondan a la misma pregunta: "¿Saben, chicos por qué Dios nos
prometió alas?"
Ellos dijeron: "para que seamos LIBRES" (¡Bien!
pensé. ¡Gracias Señor!), Anita me dijo..."¡Yo ni siquiera sabía que Dios
nos había prometido alas, mami!", Y enseguida dijo: "¿será para que
volemos por la General Paz?"
Y de repente se vino a mi mente esta ilustración
para explicarle el significado de SOBREVOLAR A LAS CIRCUNSTANCIAS
En días nublados, o tormentosos miramos al cielo y
vemos nubes negras. El panorama es feo desde abajo. Pero si subimos a un avión,
a medida que nos elevamos comenzamos a ver las nubes desde cada vez más cerca
hasta que el avión las atraviesa, y continúa elevándose por sobre la tormenta
hasta que deja la espesura gris por debajo y solo vemos el cielo azul desde
allí arriba.
¿Desapareció la tormenta? Pregunté. "No" respondieron ellos. Y aclaré:
Lo que cambió fue el ángulo de la mirada. Las cosas se ven muy distintas desde
arriba.
La perspectiva de nuestros problemas y
preocupaciones cambian cuando miramos desde arriba, pegaditos al corazón de
Dios.
Que HOY puedas elevar tu mirada, y ver "desde
arriba" tus circunstancias. Y que puedas hacerle esta pregunta a alguien más
para hacerlo pensar: SABES POR QUÉ DIOS TE DIO ALAS?
Natalia Manago
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