VALOR DEL MES DE ABRIL “OBEDIENCIA”





¿QUÉ ES?



1.    Acción de acatar la voluntad de la persona que manda, de lo que establece una norma o de lo que ordena la ley.


2.    Obedecer significa someterse, o sea, sacrificar lo que nos agrada para poder agradar a Dios. Podemos obedecer sólo cuando estamos dispuestos a sacrificar los intereses propios y cualquier deseo que se oponga a los planes y propósitos de Dios (Romanos 8.1–2).Algunas personas están dispuestas a obedecer a Dios con tal que eso no se oponga a sus propios deseos. Otros niegan algunos deseos carnales, pero sólo para recibir gloria. Si queremos ser hijos de Dios, tendremos que negarnos a nosotros mismos y obedecer a Dios.

LA OBEDIENCIA



DEVOCIONAL DEL MAESTRO
LA OBEDIENCIA









“Si me amáis, guardad mis mandamientos”. Juan 14:15

“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él”. Juan 14:21

Dios demostró su amor por nosotros que aun siendo pecadores Cristo murió por nosotros, pues de tal manera nos amó Dios que envió a su único Hijo a morir por nuestros pecados. Definitivamente el amor de Dios es inmenso e incomparable, no hay duda alguna de que nos ama con un amor eterno. Puedo pasar escribiendo más acerca del amor que Dios tiene para nosotros, el cual es inimaginable y jamás estará en tela de juicio, pero en esta hora te quiero hacer una pregunta: ¿Realmente amas a Dios?

Si DIOS estuviera en persona frente a tí y te hace esa pregunta, estoy convencido que tu respuesta seria: “Si realmente amo a Dios”. Pero un dicho popular dice: “del dicho al hecho hay un gran trecho”.

La pregunta de este día es: ¿Realmente amo a Dios?, imagínate por un momento todo lo que Dios ha hecho por ti, desde el día que naciste, hasta ahora, desde cuando no querías nada con El, hasta ahora que tratas de agradarlo, realmente si hiciéramos un cálculo de todas las veces que Dios ha demostrado su amor por nosotros, creo que escribiríamos libros completos de anécdotas de lo bueno que ha sido y de lo mucho que nos ha amado y nos seguirá amando.

Pero, ¿Será que estoy correspondiendo a ese amor de Dios?, fíjate que para demostrar el amor de Dios solo tenemos que hacer una cosa, esta es: “Guardar sus mandamientos”, Jesús dice: “Si me amáis, guardad mis mandamientos”. (v.15)

Guardar los mandamientos tiene que ver con ser obedientes a ellos, entonces en pocas palabras la muestra del amor que tenemos por Dios es LA OBEDIENCIA, pero ¿Qué tan obedientes estamos siendo a su Palabra?

Tu y yo nos podemos llenar la boca de palabras lindas, describiendo el amor que sentimos por Dios y el agradecimiento que tenemos por todo lo que ha hecho por nosotros, pero más allá de las palabras, hay un hecho que se tiene que concretar para demostrar realmente el amor que tenemos por Dios, y este es: SIENDO OBEDIENTES A SU PALABRA.

Tu y yo podemos decir amar a Dios, pero mientras no obedezcamos su Palabra, nuestras frases solo serán eso: “frases”, que realmente no demuestra el verdadero amor por Dios.

El amor por Dios se demuestra, no se pregona, tú puedes pasarte la vida gritando a los cuatro vientos que amas a Dios, pero si con tu vida no lo demuestras, esas palabras son vanas y mentirosas.

Una vida que realmente ama a Dios trata de agradarlo guardado sus mandamientos, no hablo de las tablas de la Ley de la época de Moisés, hablo de guardar todo lo que nos manda el Señor a través de su Palabra, cosas sencillas como: no mentir, amar a tu prójimo, no caer en la fornicación o adulterio, no desear la mujer de mi prójimo, no permitir que en mi se aniden raíces de rencor u odio. Hablo de las cosas fáciles como perdonar a aquel que me ofendió, de darle la mano al que me rechazo, de proclamar bendición sobre el que me aborrece, cosas sencillas como esas y que nosotros no tomamos en cuenta a la hora de querer demostrar nuestro amor por Dios.

Estoy seguro que si te preguntara: ¿Qué estarías dispuesto a hacer por Dios? Seguramente me dijeras cosas grandísimas, como ir a la tribu mas escondida del mundo y predicar su Palabra, otros quizá dirían que estarían dispuestos a morir por amor a Él y muchos otros dijeran cosas asombrosas que estarían dispuesto a hacer por amor a Dios.

Pero, no es necesario hacer todas esas cosas para demostrar cuando lo amas, demostrar tu amor solo tiene que ver como MORIR a ti mismo y SOMETERTE a su Palabra, Dios quiere que le demostremos nuestro amor por él, no haciendo cosas extraordinarias, sino tan simple como GUARDAR SUS MANDAMIENTOS, en pocas palabras: SIENDO OBENDIENTE A SU PALABRA.

Amados, es hora de evaluar como esta nuestro amor por Dios, si Él ha sido bello y hermoso demostrando un amor inmenso e incomparable por nosotros, ¿No crees que nosotros también debemos corresponder a ese amor?

Es momento de analizar qué cosas están evitando que demuestre totalmente mi amor por El, es hora de hacer a un lado todo obstáculo que me está privando el hecho de demostrar cuando lo amo, es momento de comenzar a vivir rectamente como El anhela que lo haga, las palabras y frases bonitas no sirven más, es hora de demostrar cuando lo amo, pero con la práctica y no solo con la teoría.

La mayor muestra de tu amor por Dios, es la Obediencia que demuestres a su Palabra.

Lo que incluye la obediencia a Dios

Los que obedecen a Dios son sumisos en cinco cosas a:

1. La voz de Dios

“Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios” (Jeremías 7.23). Es esta la voz que Noé oyó cuando edificó el arca (Génesis 6); que Abraham oyó cuando dejó su hogar y parentela y empezó a caminar hacia la tierra prometida (Génesis 12.1–5) y que Moisés oyó cuando él aceptó la tarea de librar al pueblo de la esclavitud (Éxodo 4). En nuestra época Dios no ha hablado tanto en una voz audible, sino por los medios que mostramos a continuación.

2. El Hijo de Dios

Dios nos manda diciendo: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd” (Mateo 17.5). En la época actual Dios nos está hablando “por el Hijo” (Hebreos 1.2). Por eso “mirad que no desechéis al que habla” (Hebreos 12.25) cuando él dice: “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14.15).

3. El Espíritu de Dios

Esteban les recordó a los fariseos la condenación que les sobrevendría porque resistían al Espíritu Santo, tal y como sus padres habían hecho (Hechos 7.51). Es el Espíritu de Dios, es el que nos guiará a toda la verdad (Juan 16.13). Dios nos habla por medio de nuestros ruegos y bajo la dirección del Espíritu Santo.

4. La Palabra de Dios

Dios nos dirige a la salvación y nos muestra su carácter y su voluntad por medio de su palabra. En vano pensamos que estamos bien con Dios si no obedecemos su Palabra (Juan 14.15; 15.14; Santiago 1.22–25; 1 Juan 2.3–4).

5. La Iglesia de Dios

La Palabra de Dios, es el mensaje de Dios al hombre, y la Iglesia de Cristo es la institución por medio de la cual se lleva este mensaje al mundo (Mateo 28.18–20). Dios quiere hablarnos por medio de su Iglesia. Cristo nos muestra la autoridad que ha dado a la voz de la Iglesia, cuando dijo: “Si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano” (Mateo 18.17–18).
Los resultados de la obediencia

1. Recibimos las Bendiciones de Dios

Dios da su Espíritu Santo “a los que le obedecen” (Hechos 5.32). La obediencia es esencial para tener una buena relación con Dios (Juan 15.14; 1 Juan 2.3–4). Fue la obediencia (de Cristo) que hizo posible nuestra justificación (Romanos 5.19). En pocas palabras, todas las bendiciones del evangelio son para los obedientes y la Biblia promete sólo maldición a los desobedientes.

2. Nos dirige a una Vida Santa

Por medio de la obediencia a Dios viajamos en la senda de justicia; si obedecemos al mundo, viajamos en las sendas del pecado. La verdad, la justicia, la rectitud y la piedad se hallan en la senda de obediencia a Dios.

3. Heredamos la Gloria venidera

Los que cumplen la voluntad de Dios tendrán bendición eterna en lugar de condenación eterna (Mateo 7.21–29; 2 Tesalonicenses 1.7–9). En cierta ocasión Jesús le dijo a un joven: “Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos” (Mateo 19.17).


TEMA 1: UN DESASTRE REAL (Reina Vasti) (Domingo 3 de Abril de 2016)




Objetivos de la Semana:


ü - Conocer el significado de Obediencia
üEnseñar a los niños que toda desobediencia genera consecuencias.
ü - Que el niño tome el reto de obedecer a Dios para no perderse de las bendiciones que él tiene para su vida.
ü - Enseñar al niño que desde pequeño debe escuchar la voz de  Dios y no desobedecer su palabra. 

Base Bíblica: Ester 1: 1- 22

Texto para Memorizar: Romanos 6:23
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dadiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.

Historia Bíblica: (Resumen de lo que le paso a la reina Vasti)

La historia de esta semana nos cuenta que en los palacios también existen malos momentos y que no todo parece perfecto, esta es la historia de la reina Vasti.
Asuero, era el rey de Persia, y gobernaba sobre veintisiete provincias. En el tercer año de su reinado, el rey Asuero organizo una gran fiesta para todos los funcionarios y líderes del país, se sirvió una gran cantidad de vino y por un tiempo el rey les estuvo mostrando las riquezas que poseía, les hizo ver cuán grande y poderoso es su reino.
Por otro lado, la reina Vasti ofreció en el palacio del rey Asuero una fiesta para las mujeres de los invitados, pero al séptimo día de la fiesta el rey ya estaba muy alegre, pues había bebido vino. Entonces llamo a siete hombres de su confianza y les ordeno que fueran a buscar a la reina Vasti la cual se tenía que presentar luciendo su corona de reina para que la gente y los príncipes pudieran ver su belleza, pues era muy hermosa. Pero ella no quiso obedecer la orden del rey, al saber esto el rey se enfureció mucho y pidió un consejo de lo que debía hacer a los que conocían bien la ley, estos le dijeron que debía ordenar que Vasti ya no siguiera siendo la reina y que debía elegir otra reina que fuera mejor que ella,  y de esta manera Vasti perdió su reinado. 

Aplicación a la vida diaria

En la vida muchas veces nos suele pasar como le sucedió a la reina Vasti, por una pequeña desobediencia podemos perder muchas cosas, por ejemplo: la confianza de nuestros padres, maestros y amigos, o también en ocasiones se puede llegar a perder muchos premios o regalos que otros nos dan por ser obedientes.
Como niños o jóvenes tenemos que saber que Dios quiere bendecir nuestras vidas, que los planes de Dios son perfectos para con nosotros y que lo único que él desea es que nosotros vivamos bien, pero está en nosotros la decisión de que eso suceda. ¿Cómo? En su palabra Dios nos dice que si OBEDECEMOS cada uno de sus mandamientos y enseñanzas, el nos va a bendecir en gran manera y cumplirá todos los deseos y anhelos que hay en nuestro corazón. (Mas la dadiva de Dios es vida eterna) 

Manualidad para realizar con los niños: 

Materiales: Papel, vasos decorados, lápices, tijeras, colores, lana o hilo.
En una página de colores deberá crear la forma de la portada de una biblia, se sugiere al maestro llevar impreso  el  formato. El niño deberá decorarla a su gusto, luego con ayuda del maestro abrirá un agujero y con hilo o lana deberá unir el vaso a su Biblia.
De  esta forma el niño recordara que no importa la edad, el puede escuchar la voz de Dios.

RUBY (Miércoles 6 de Abril)




Texto para memorizar: Proverbios 6:20 
“Hijo mío, obedece el mandamiento de tu padre
y no abandones la enseñanza de tu madre”.



Historia:

Era una vez una tortuguita que se llamaba Ruby y que vivía con su mamá y sus dos hermanitas tortugas. Un día, la mamá le dijo a Ruby que cuidara de sus hermanitas porque ella iba al campo en busca de unas hojas frescas para comer.

Ruby le contestó que sí, que ella cuidaría de sus hermanas. Pero a lo lejos, Ruby, la tortuguita, escuchó una música que le gustaba y se colocó una blusa de color rojo, un sombrero, una falda amplia y se puso sus tacones para ir a bailar, porque decía que le gustaba esa música que estaba sonando y oyendo.

Cuando llegó al lugar de donde venía la música, se encontró que allí vivía un perro que se llamaba Franklin, el cual le dijo que él tenía mucha hambre y que si ella no había pasado por algún lugar adonde hubiera comida abundante.

Ella le dijo: 'tranquilo amigo, yo te voy a ayudar a conseguir comida. Cuando tu dueño se ponga a comer me avisas. Así fue, cuando el señor José se iba a llevar un muslo de pollo a la boca, vino la tortuguita Ruby y le mordió el dedo gordo del pie.
Del dolor que le produjo la mordedura de la tortuga, soltó el muslo de pollo de inmediato, llegó el perro y se lo llevó corriendo para comérselo lejos porque tenía mucha hambre.
El señor José se puso a llorar; de inmediato su esposa, la señora María le preguntó que por qué daba tantos gritos. Él le mostró la herida que le había hecho la tortuguita y le pidió que llenara una olla grande con agua y la pusiera en el fogón a calentar para meter a la tortuguita dentro del agua caliente y poderla comer.

Después llegó el perro y escuchó que la señora María buscaba afanada a la tortuguita porque el agua ya estaba caliente, pero Franklin, el perro, sabía que matarían a su amiga la tortuguita Ruby por haberlo ayudado a conseguir comida.
Olfateó dónde se encontraba la tortuguita que se encontraba debajo de una cama y le dijo: “Sssssh..., no te preocupes, que cuando se acuesten yo te abro la puerta para que salgas”.

Cuando oscureció la tortuguita Ruby salió y el perro se despidió de ella en la puerta.
La tortuguita tuvo mala suerte porque un señor que iba paseando por la calle la vio y la metió en un saco, pero como el perro vio que Ruby la tortuguita estaba en peligro, corrió muy deprisa y mordió en la nalga al señor.

Luego el señor soltó el saco y el perro Franklin ayudó a salir a Ruby, la tortuguita, del saco, cuando de pronto vieron que la mamá de la tortuguita venía, llamándola, junto con sus hermanitas.

La tortuguita Ruby le prometió a su mamá que la obedecería, ya que casi pierde la vida por desobedecerla. Y además, no había sido tan responsable dejando a sus hermanitas solitas.

Manualidad para hacer con los niños:

 ¡El Sobre de la Obediencia!

Materiales: 
Papel bond, paginas de colores, tijeras, lápices, sobres, colores y pegamento.

El niño deberá escribir en diferentes papelitos los motivos por los cuales desea ser obediente, en el caso de los más pequeños se le sugiere al maestro llevar imágenes pequeñas donde describan dichos motivos.

Por ejemplo: Deseo ser obediente… Porque a  Dios le agrada, para que otros niños conozcan de Dios, por amor a mis padres, para que Dios pueda bendecir mi vida etc.

Luego de eso pida al niño que decore su sobre, y cada vez que desobedezca o desee hacerlo, deberá ir en busca de su sobre y recordar los motivos por los cuales debe obedecer.