PERSONAJE MES DE SEPTIEMBRE

Seguimos estudiando la linea del tiempo del Antiguo Testamento

-Se divide el reino Roboam y Jeroboam
- Los profetas
-La destrucción del templo


PLAN A O B ?








Todos los días nos enfrentamos a diferentes decisiones, desde las más “insignificantes” cómo las más importantes. Al mismo tiempo es necesario comprender que no siempre tomaremos las decisiones correctas, que siempre tendremos un gran margen de equivocación cuando vamos a tomar una decisión, más aun cuando ni siquiera tomamos en cuenta a Dios para tomar esas decisiones.
En mi vida he tomado decisiones de las cuales luego hubiese querido regresar el tiempo para haberla tomado de diferente forma. Decisiones que en su momento estuve seguro de tomar pero que con el tiempo me di cuenta que no era la decisión acertada.
Cómo yo, sé que hay muchas personas que hoy en día están batallando con las consecuencias de esas decisiones que en un principio parecían correctas, pero que hoy se dan cuenta que no lo eran.
Lo lindo de la vida cristiana es que Dios nos da la oportunidad de poder salir adelante aun cuando tomamos malas decisiones, Dios es un Dios que nos da nuevas oportunidades para redimirnos de nuestros errores y enderezar nuestro camino.
Ahora bien, ¿Que preguntas me debo hacer cuando me encuentre frente a una decisión que hay que tomar?
  1. ¿Esa decisión honrará a Dios?
  2. ¿Esa decisión me llevara a tener una mejor comunión con Dios?
  3. ¿Ya le consulte a Dios acerca de esa decisión? Y si es así: ¿Ya me dio una respuesta?
La gran mayoría de nosotros si es que preguntamos a Dios sobre una decisión que tenemos que tomar, no esperamos a que Dios responda y es en esos momentos en donde Dios no responde que interpretamos su silencio como un SI, cuando en realidad Dios no se ha pronunciado o si lo ha hecho nosotros no lo hemos querido entender o ver.
Y es que no vamos a negar que hay decisiones que humanamente somos impulsados a tomarlas de inmediato al ver que nos van a “favorecer”, sin pensar en otras cosas más que en nuestro beneficio. Y es en esos momento en donde solo pensamos en nosotros y hacemos a un lado a Dios en donde estamos más propicios a llevarnos una decepción a futuro próximo.
Grábate en tu mente lo siguiente:
Si le consultas a Dios para tomar una decisión y Dios no ha dado una respuesta a tu vida, NO TOMES NINGUNA DECISIÓN, el silencio de Dios nunca será un SI, el silencio de Dios es un ESPERA, si el tiempo pasa y Dios no te responde, entonces es más fácil interpretar ese silencio como un NO en lugar de un SI, porque si algo va a beneficiarte y será de bendición para tu vida, Dios no tardará en dar una respuesta positiva, pero también pueda que en ese momento en el que estás consultando a Dios no estés preparado para afrontar esa decisión y con el silencio de Dios y el transcurrir del tiempo el Señor te ayudará a prepararte para afrontar la decisión que Él quiere que tomes. Ahora bien, si le consultas a Dios y Él te responde con un NO, tienes que entenderlo y aceptarlo, los NO de Dios son definitivos.
La gran mayoría de nosotros a pesar que Dios nos responde con un NO a veces insistimos, esperando que Dios cambie de opinión. A este punto de la historia, los NO de Dios deberían ser suficientes para comprender que Dios no quiere que tomemos esa decisión por lo cual no deberíamos insistir en algo que está contra la voluntad de Dios.
Hoy te invito a llevar delante de Dios esas decisiones que estás a punto de tomar, pero que sobre todo te sometas a su voluntad rindiendo la tuya a sus pies, reconociendo que no quieres hacer lo que bien te parece sino lo que Dios quiere que hagas y entonces, ten la total seguridad que te ira bien en todo lo que emprendas.
¡Confía tus decisiones a Dios y todo te saldrá bien! 
“El Señor dice: «Te guiaré por el mejor sendero para tu vida; te aconsejaré y velaré por ti.”
Salmos 32:8 (Nueva Traducción Viviente)
“Pon todo lo que hagas en manos del Señor, y tus planes tendrán éxito.”
Proverbios 16:3 (Nueva Traducción Viviente)
Autor: Enrique Monterroza
Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org

TEMA 1: “SE DIVIDE EL REINO DE ISRAEL” (Domingo 3 de Septiembre)



OBJETIVOS DE LA SEMANA:

Que los niños puedan:

·      Conocer la razón porque el reino de Israel se dividió.
·   Reconocer que nuestras decisiones son importantes para el futuro
·      Buscar consejo de Dios, en las personas adecuadas

BASE BIBLICA: 1ra. Reyes 12:1-24

VERSICULO PARA MEMORIZAR: Proverbios 14:12

"Hay camino que al hombre le parece derecho pero su fin es camino de muerte"

HISTORIA BIBLICA

Pida abrir sus Biblias en 1 Reyes 11:41-12:24 para que comprueben que la historia es verdadera. No se olvide recalcar las veces que sean necesarias que lo que está escrito en este libro maravilloso, es Palabra de Dios y que, por lo tanto, esas historias son verdaderas y que ocurrieron miles de años atrás.

Durante 120 años Saúl, David y Salomón (reyes de Israel) habían consolidado gobierno fuerte. Después de la muerte de Salomón las tribus del norte se separaron para formar su propia nación. Diez tribus se unieron a Jeroboam para formar una nación en el norte llamada Israel. Solamente dos tribus, Judá y Benjamín permanecieron leales al heredero de Salomón en Jerusalén. Estos tomaron el nombre  de Judá y vivieron en Jerusalén, hogar del templo, su capital. A partir de ese momento, la nación de Israel (completa) cesó de existir.

Cuando Roboam, hijo de Salomón llegó a ser el rey, no estaba seguro de cómo reinar sobre el pueblo. Jeroboam había sido el enemigo de Salomón. El profeta, Ahías, le dijo a Jeroboam que Dios le iba a dar diez de las tribus de Israel para que reinara sobre ellas. Pero Jeroboam le tenía miedo a Salomón y huyó a Egipto. (I Reyes 11:26-40). Los Israelitas habían mandado a traer a Jeroboam de Israel. Jeroboam fue con el pueblo de Israel a pedirle a Roboam que hiciera su carga sobre ellos más ligera. Le dijeron que el rey Salomón los había hecho trabajar muy duro. Ellos querían que Jeroboam hiciera su carga más ligera. Roboam les pidió que regresaran en tres días. Les daría su respuesta cuando regresaran. (I Reyes 12:1-6).

Roboam fue con los ancianos de Israel. Esos fueron los hombres que le habían dado consejos al rey Salomón durante su reino. Roboam les pidió consejos a los ancianos. Les preguntó cómo debería responder a los hombres de Israel. Los ancianos le dijeron que debería hacer lo que el pueblo pedía.

Le dijeron que si hacía lo que el pueblo pedía le iban a servir. (I Reyes 12:6-7). Pero Roboam no había terminado. Fue y pidió el consejo de los hombres jóvenes que habían crecido con él y ahora le estaban sirviendo. Roboam les preguntó a los hombres jóvenes sus pensamientos. Les preguntó cuál debería ser su respuesta. Los hombres jóvenes le dieron consejos malos a Roboam.

Le dijeron que respondiera que él iba a hacer las cosas peor que Salomón. (I Reyes 12:8-11). Siendo que Roboam les había dicho que regresaran en tres días, Jeroboam  y los hombres de Israel se esperaron. Después fueron para escuchar la respuesta de Roboam. Pero los maltrató porque había seguido los consejos malos de los hombres jóvenes que le servían. Les dijo, “Si mi padre les impuso un yugo pesado, ¡yo les aumentaré la carga! Si él los castigaba a ustedes con una vara, ¡yo lo haré con un látigo!” (I Reyes 12:12-14) ¿Has seguido malos consejos? ¿Qué sucedió?

Para Roboam las consecuencias no fueron buenas. El reino de Israel se dividió. La Biblia dice: “Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede mantenerse en pie.” (Marcos 3:24 NIV).

Los Israelitas le dijeron al rey que no lo seguirían y que no le servirían. Los Israelitas se regresaron a sus casas. La Biblia dice que las cosas sucedieron exactamente como Dios lo había planeado. Jeroboam iba a ser rey de Israel. Roboam iba a ser rey sobre los Israelitas que vivían en los pueblos de Judá. (I Reyes 12:15-20)

Roboam  planeó mandar a 180.000 de sus hombres de batalla de Judá y Benjamín para recuperar el reino de Israel. Quería forzar al pueblo que le sirviera. (I Reyes 12:21) ¿Alguien ha intentado de forzar que usted haga algo que usted no quería hacer? ¿Funcionó? Pero Semaías, un hombre de Dios, le dijo a Roboam que Dios no quería que peleara en contra de los Israelitas. Dios le dijo a Roboam que los Israelitas eran sus parientes. También, Dios le dijo a que las cosas habían sucedido exactamente como Él lo había planeado. Los hombres de batallas regresaron a sus casas. (I Reyes 12:22-24)

APLICACIÓN A LA VIDA DIARIA

Aprendemos hoy que Dios es soberano por sobre todas las cosas y Él conoce mejor que nosotros mismos qué es lo mejor para nuestras vidas. Muchas veces tenemos deseos y nos aferramos a ellos para hacer conforme a nuestros pensamientos. Es en esos momentos que como creyentes debemos buscar la dirección de Dios mediante la oración y la lectura de la Palabra o buscar un amigo (cristiano) que nos dé un buen consejo. Tenemos que estar listos para escuchar la voz de Dios a nuestras vidas y tomar las decisiones correctas aunque no sea el momento apropiado.

TEXTO PARA MEMORIZAR:

Escriba las palabras del verso en pedazos de papel  pequeños. Ponga los pedazos de papeles adentro de globos. Decore su espacio con los globos. Cuando haya terminado con la historia, jueguen voleibol con los globos hasta que todos se revienten. Pongan el verso en orden y practiquen el verso.

A TRABAJAR CON LAS MANOS:

En un globo pequeño, que los niños y niñas dibujen el rostro de la personas que ellos le pueden pedir un buen consejo.


 


 


BUENOS O MALOS (Miércoles 6 de Septiembre)






2 Reyes 11,12, 2 Crónicas 22:10-24, 24
"Confía de todo corazón en el Señor y no en tu propia inteligencia. Ten presente al Señor en todo lo que hagas, y Él te llevará por el camino recto" Proverbios 3:5-6




De antemano busque un par de zapatos de otra persona que no le queden bien a usted (con propósito) y llévelos a la clase para hacer una demostración. Cuando todos estén sentados y listos para empezar, dígales: "Tengo aquí un par de zapatos. Se ven bonitos, ¿no es cierto?" Pues la verdad es que estoy arrepentido por haberlo comprado porque no me quedan muy bien. (Póngaselos si puede). Cuando entré al almacén buscaba otro tipo de zapato pero el señor que me atendió me dijo que éstos eran muy cómodos y me aconsejó que con el uso, llegaran a ser los zapatos más cómodos que jamás haya tenido. No sé por qué hice caso a su consejo porque ahora sufro mucho con estos zapatos. Yo creo que él estaba más interesado en venderme los zapatos que en si me quedan bien o no. Escuché un mal consejo y le hice caso. Ahora sufro las consecuencias de mi decisión. Pero veamos qué pasó con otro rey de Judá que también tuvo oportunidades de escuchar buenos y malos consejos y lo que pasó con las decisiones que él tomó. Veamos lo que hizo.

Joás apenas tenía un año de edad cuando murió su padre el rey Ocozías. Su abuelita al enterarse de la muerte de su hijo, empezó a matar a todos los miembros de la familia real para quedarse como reina de Judá. Afortunadamente la tía de Joás, la esposa del sacerdote Joiada, lo llevó y lo escondió en el templo del Señor con su nodriza. Allí vivió durante siete años hasta el día que Joiada reunió a todos los jefes de familia de Judá para invitarles a hacer un pacto con el rey en el templo y se llevó a cabo el plan del sacerdote. Le presentó como el hijo del rey, le puso la corona y las insignias reales y después de derramar aceite sobre él lo proclamó rey -- el que debe ser rey, como lo prometió el Señor acerca de los descendientes de David

Después Joiada hizo un pacto entre el Señor, el rey y el pueblo de que ellos serían el pueblo del Señor. Se pueden imaginar la influencia positiva de Joiada en la vida del joven rey Joás. Tenía solo ocho años cuando subió al trono de Judá. (¿Se imaginan? Como la edad de un niño de tercero de primaria). A lo mejor Joiada era el único hombre que sabía que vivía el hijo del rey Ocozías en el templo del Señor donde podía pasar tiempo enseñándole acerca de Dios y su promesa al linaje de
David. ¿Quién lo hubiera pensado? (Obviamente su abuelita no). Y por supuesto, los hechos de Joás fueron rectos a los ojos del Señor porque lo había educado Joiada.
Algunas de las obras buenas de Joás fueron:
- la destrucción del templo de Baal y los altares e ídolos
-La reparación del templo del Señor. Cuando el rey pidió el apoyo financiero del pueblo, todos acudieron con gusto a depositar su contribución en el cofre hasta llenarlo. Restauraron el templo de Dios según los planes originales y lo dejaron en buen estado. Mientras que vivió Joiada, se ofrecieron continuamente holocaustos en el templo del Señor.
Después de la muerte de Joiada, los jefes de Judá llegaron y rindieron homenaje al rey. Desgraciadamente, Joás escuchó el consejo de ellos y abandonaron el templo del Señor. El Señor se enojó mucho contra Judá y la ciudad de Jerusalén por su grave pecado. Sin embargo, el Señor les envió profetas para hacer que se volvieran a Él. Pero la gente no hacía caso a sus advertencias. Un día el hijo de Joiada empezó a profetizar un mensaje muy fuerte. ¿Por qué no obedecen mis mandamientos? ¿Por qué buscan ustedes mismo su desgracia? ¡Puesto que ustedes me han abandonado a mí, yo también los abandonaré a ustedes!" Bueno, no les gustó el mensaje para nada y lo apedrearon por orden del mismo rey. Él había olvidado la lealtad de Joiada.


Pobre de Joás. El Señor le dio su castigo merecido por haberle abandonado. Murió asesinado.
La historia realmente impacta la vida. Si usted encuentra la manera de relatarla con misterio y drama, verá que los niños estarán escuchándole con las bocas abiertas y muy interesados en escuchar. Es más, posiblemente le pedirán que les cuente más de la historia.
¡Qué diferente habría sido si Joás le hubiera pedido consejos a Dios
y no a los malos consejeros! ¿Verdad? Qué importante es confiar y escuchar el consejo de Dios. El siempre escuchará nuestro llamado y pedido de auxilio cuando nos encontremos en situaciones difíciles sin saber qué hacer. No te olvides de que
Dios te escucha y quiere dirigirte a una solución.
APLICA LA CLASE:

Escriba de antemano en papelitos pequeños las palabras "bueno" en unos papeles y en otros "malo". Vaya entregándoles conforme vayan llegando y dígales que en algún momento de la clase usted les pedirá hacer algo. Deben guardar sus papelitos.
En base a los papelitos que recibieron al llegar a la clase, pídales que en orden se pongan de pies y cada uno, según lo que le corresponde diga un consejo
"bueno" o "malo" para el resto de la clase. Ayúdeles con ideas para que ellos puedan entender lo que es un "consejo". Por ejemplo: "No le hagas caso a tu mamá cuando te pida hacer algo" (malo) "Lee la Palabra de Dios pues en ella encontrarás buenos consejos" (bueno), etcétera. Todos deben participar con un consejo y saber identificar si es bueno o malo.