Nehemías
tenía una gran preocupación, un problema que lo entristecía mucho, y él sabía
que sólo no podría solucionarlo. No estaba a su alcance. No era fácil llegar
hasta el rey y pedirle que lo ayudara y que le diera permiso para viajar a su
ciudad y edificar los muros que estaban destruidos. Entonces hizo lo más
inteligente que tenía en sus manos: usó el arma más poderosa que le ayudaría a
lograr su propósito.
¿Cuál era
esa arma? ¿Cómo la usó?
¿Le
sirvió para algo usar esa poderosísima arma?
Usemos el
Arma más Poderosa.
Todas las
personas tenemos preocupaciones, como las tenía Nehemías, nosotros también
tenemos preocupaciones. Por ejemplo: la escuela, nuestros papás, nuestra casa,
a veces nos sentimos tristes, otras veces nos asustamos.
¡Podemos
usar el arma más poderosa! ¡Podemos ORAR a Dios y Él nos ayudará! Si estamos
enfermos nos sanará, si tenemos miedo nos quitará el miedo. Si estamos estudiando
nos dará inteligencia para aprender. Si estamos tristes nos hará sentir mejor.
Cada vez
que oremos, Dios actuará con todo su poder, porque Él es el más poderoso y
fuerte.
¿Crees
que Dios es más poderoso que todos los problemas o tristezas que puedas tener?
Importante
es que los alientes a orar en cada momento. Ante cada tristeza, dolor,
preocupación.
Vamos a
aprender ahora a lanzar poderosos Misiles de Oración.
(Nota: Maestro, para esta actividad
“Misiles de Oración” prepara para cada alumno Misiles y escribe en ellos
ejemplos concretos y prácticos de oración).
Por
ejemplo: “Señor, me entristece ver a mis papás pelear y enojarse. En tu nombre
te entrego mi tristeza. Cambia el corazón de mis papás”.
Otro
ejemplo: “Señor Jesús dame inteligencia para estudiar matemáticas y el poder de
obtener una buena nota en la prueba. Te entrego mi preocupación”.
Un
ejemplo más: “Papá celestial envía a tus ángeles para que me cuiden durante mi
camino al colegio y nada ni nadie me lastime ni me robe”).
(Nota: Además de los misiles prepara
“blancos” dentro de los cuales estén escrito las siguientes frases: “Tengo
miedo a que me lastimen”. “Me asusta que alguien me robe”. “Estoy triste porque
mis papás pelean”. “Me siento solo”. “Me da miedo la oscuridad”. “Tengo sueños
feos”. Y todas las que se te ocurran. Repárteles los blancos y los misiles (7
blancos y 7 misiles para cada niño, uno para cada día de la semana. Ellos se
los llevarán a sus casas con la consigna “¿Qué Misil de Oración necesito usar
para destruir ese blanco que me preocupa o me asusta o me entristece?”. En sus
casas colocarán los misiles sobre los blancos “correctos” y orarán).
(Nota: Esta actividad puede ser hecha
con otras variantes. Por ejemplo: los “blancos” están en blanco, vacíos. Ellos
escribirán en sus casas su preocupación o tristeza o miedo y escogerán un Misil
de Oración para ese blanco. Lo o miedo que sientan).
A TRABAJAR CON LAS MANOS
No hay comentarios.:
Publicar un comentario