TEMA 3: “JESUCRISTO ES: MI ABOGADO” (Domingo 17 de Junio de 2018)




OBJETIVOS DE LA SEMANA


·      Los niños conocerán el significado de que Jesús es nuestro abogado.
·      Aprenderán lo que significa haber vivido para Cristo en esta vida y lo que Jesús será para cada uno de ellos en el Tribunal de Cristo.
·      Los niños se comprometerán a vivir para Cristos en esta vida y hacer lo bueno ante los ojos del Señor.
BASE BIBLICA: 2da. Corintios 5:10; Hechos 17:30-31; Juan 14:21.

TEXTO PARA MEMORIZAR: 1 Juan 2:1

“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre a Jesucristo el justo”.

HISTORIA BÍBLICA

Porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo. II Corintios 5:10.

Hay cortes para que las personas puedan solucionar problemas y para que los jurados provean justicias a aquellos que se les ha hecho un mal. Si las cortes funcionan como deben, la verdad saldrá a la luz. Eso sucede mejor cuando hay un juez bueno y cuando las personas que están siendo juzgados tienen un abogado bueno. La Biblia nos dice que un día, todos nosotros tendremos que estar ante Dios para ser juzgados. Tendremos que testificar de cómo vivimos nuestras vidas… lo bueno y lo malo. Es bueno saber que cuando eso suceda, Jesús será nuestro juez y nuestro abogado. La Biblia dice en Hechos 17:30-31 que Dios ha puesto un día en el cual Jesús juzgara a toda la gente de la tierra. Él hará esto porque Dios le ha dado ese mandato y lo hará con toda justicia. Jesús no hará ningún error en su juicio. No se llamaran testigos porque Él sabe todo acerca de lo que hemos hecho, y Él nos juzgará a base de nuestras actividades. La Biblia nos dice que seremos juzgados a base de lo que hicimos cuando se nos ofreció el regalo, gratis, de la salvación. Cuando estemos ante Dios y Su Hijo, Jesucristo, la pregunta será, “Qué hizo con Jesús, ¿Lo aceptó como su Salvador?” La pregunta se concentrará no en lo que dijimos, sino en lo que actualmente hicimos para comprobar que nuestra vida fue cambiada cuando invitamos a Jesús a ser nuestro Salvador y Señor. Hizo una de dos cosas, lo aceptó como Señor de su vida, o no lo hizo. Y si lo hizo, fue obediente a Él. Los que aman a Jesús, le obedecen. (Juan 14:21) La Biblia nos dice que cuando Jesús convoque la corte, todo lo real acerca de nuestras vidas será como un libro abierto, y no sólo Jesús, sino que todos los demás verán como nos comportamos como hijos de Dios. Pablo, el apóstol, le dijo a Timoteo, su amigo joven, “Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me otorgará en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que con amor hayan esperado su venida.” (II Timoteo 4:8 NVI) Hay otra cosa acerca del juicio. Cuando seamos juzgados, tenemos el mejor abogado, como un licenciado, que pueda haber. Jesús no sólo es nuestro juez, también, es nuestro abogado. Hechos 2:16 dice que nuestro juicio es a través de Jesús. En Apocalipsis 3:5, Jesús promete a todos los que son sus hijos, que Él confesará nuestros nombres ante Dios Padre y todos los ángeles. Con Jesús a nuestro lado, no nos pueden equivocar por alguien que no confiesa a Jesucristo como Señor. Hay ocasiones en que las cortes aquí en la tierra cometen errores. La gente es condenada y sentenciada a castigos que no merecen. Eso puede suceder porque el juez cometió un error en aplicar la ley. Puede suceder porque alguien dio testimonio falso… mintieron, o el testigo se equivocó de lo que oyó o vio. Pero eso no va a suceder en el juicio de Dios. Tenemos como nuestro juez, a Jesús. Jesús nos amó tanto que vino a la tierra a vivir y a morir por nuestros pecados. Jesús hizo posible que pudiéramos estar bien con Dios. Jesús, el único hijo de Dios, también es quien va a estar a nuestro lado y decirle a Dios que somos de Él. Isaías 53:13 dice que Jesús llevó nuestros pecados y hace intercesión por nosotros, por todos cuyos pecados Él perdonó. Cuando Jesús intercede por nosotros, Él es nuestro abogado. No hay ninguna manera que puede haber errores en ese juicio.


APLICACIÓN A LA VIDA DIARIA
                     
Cuando estemos ante Dios y su Hijo, Jesucristo, la pregunta será, “¿Que hizo acerca de la decisión de aceptar a Cristo como su Salvador? La pregunta se concentrará no en lo que dijimos sino en lo que actualmente hicimos que comprueba que nuestra vida cambió cuando invitamos a Jesús a ser El Señor y Salvador de nuestras vidas. O ha aceptado a Jesús como Señor de su vida o no lo ha hecho. Si no lo ha hecho, ¿Qué espera? No sabemos cuánto tiempo nos queda. A ninguno se nos promete el día de mañana. ¿Por qué no acepta el regalo más grande de Dios hoy, la salvación?

A TRABAJAR CON LAS MANOS

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