En cierta ocasión, un turista en
Palestina observo con sumo interés como un pastor de ovejas conducía su rebaño
al redil antes que las sombras de la noche extendieron su oscuro manto sobre el
tranquilo campo.
El redil no en otra cosa sino una
muralla de rústicas piedras puestas unas sobre otras para formar un círculo con
una sola abertura para poder entrar y salir, pero lo extraño para el turista en
que esa abertura no tenía ningún tipo de puerta.
Al mirar esto, el turista dijo al
pastor: Pero, si no hay puerta en el redil, podrían entrar las bestias salvajes
y devorar a las ovejas. No, respondió el pastor, porque yo soy la puerta.
Cuando las ovejas han entrado al redil por la noche, yo me acuesto a lo ancho
de la abertura y por tanto, si una oveja quisiera salir tendría que hacerlo
sobre mí y si un lobo quisiera entrar tendría que hacerlo sobre mí.
Interesante costumbre de los pastores
de ovejas en Palestina, que nos ayuda mucho a entender esas maravillosas
palabras de Jesús que se encuentran en Juan 10:9: “Yo soy la puerta,
el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallara pastos”.
Yo soy la puerta. Jesús es como aquel
pastor de ovejas en Palestina que se acuesta a lo ancho de la abertura del
redil durante la noche. Al pensar en Jesús como la puerta, vienen a nuestra
mente algunos pensamientos muy estimulantes.
Primero, y él más importante, Jesús
es la única puerta para entrar al cielo. ¿Recuerda cómo era un redil en
Palestina? Tenía una sola puerta. Igual es con el cielo tiene una sola puerta y esa puerta no es la
religión cualquiera que sea. Esa puerta tampoco son las buenas obras. Esa
puerta tampoco es el conocimiento. Esa puerta es una persona y esa persona es
Jesús.
Hechos 4:12, hablando de Jesús,
dice: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el
cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”.
Esa es la realidad. Jesús dijo: Yo
soy la puerta, el que por mí entrare, será salvo. Esta es la palabra infalible
de Dios. El momento que Usted por fe reciba a Cristo como su Salvador,
atravesara la puerta y en consecuencia, conforme a lo que dice la palabra de
Dios, Usted será salvo.
No pierda su valioso tiempo buscando
alguna otra puerta para entrar al cielo, aparte de Jesús. El cielo no tiene
varias puertas.
Una canción que cantaba cuando niño
decía así: Una sola puerta hay, mas son sus lados dos, adentro y afuera, y tú, ¿dónde estás? Buena pregunta. ¿Dónde está Usted? Recuerde que si no ha atravesado
por la puerta que es Jesús, Usted está afuera.
En segundo lugar, Jesús es la única
puerta que otorga libertad verdadera. Jesús dice: Yo soy la puerta, el que por
mi entrare, será salvo; y entrará y saldrá. Esto de entrar y salir, nos habla
de libertad.
Una persona que está en prisión no
tiene libertad y la mayor evidencia de su falta de libertad es que no puede
entrar y salir a voluntad. Satanás y el pecado tienen en prisión a miles de
millones de personas en la actualidad.
Existe cantidad de personas que son
prisioneras de placer, , prisioneras de las drogas, prisioneras del alcohol,
prisioneras del tabaco, prisioneras del dinero, prisioneras de sus emociones,
prisioneras de la brujería, prisioneras de la idolatría y aún prisioneras de
algún sistema religioso cualquiera que sea.
La mayoría de ellos piensan que son
libres, pero la palabra de Dios dice que antes de recibir a Cristo como nuestro
Salvador todos éramos esclavos de algo. Tito 3:3 dice: “Porque nosotros
también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de
concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia,
aborrecibles, y aborreciéndonos, unos a otros”.
Esta es la triste realidad de todos
aquellos que jamás han atravesado por la puerta que es Jesús. Lo que más
necesita esta gente, es libertad verdadera, esta libertad no viene para hacer o
dejar de hacer cosas. Esta libertad viene por creer en Cristo Jesús como
Salvador personal. ¿Existe algo en su vida que le tiene dominado?.
Entonces Usted necesita de libertad
verdadera. Jesús es la puerta a la verdadera libertad.
En tercer lugar, Jesús es la única
puerta para encontrar satisfacción. Volvamos a Juan 10:9. Jesús dijo: “Yo soy la puerta, el que por mi entrare, será salvo; y
entrará y saldrá, y hallara pastos”.
Esto de hallar pastos se refiere a
encontrar significado a la vida. Los pastos verdes traen gozo, paz,
satisfacción y sustento a las ovejas. Cristo Jesús es la puerta para encontrar
el gozo, la paz, la satisfacción y el sustento para la vida de una persona.
Una persona sin Cristo, es una
persona sin gozo. Una persona sin Cristo podrá tener momentos de alegría, pero
esta alegría será pasajera.
La Biblia habla de que el pecado
produce un deleite, pero es un deleite temporal Si no hubiera deleite en el
pecado, nadie pecaría. Pero después de minutos de deleite viene toda una vida
de amargura. El precio por instantes de deleite en el pecado es extremadamente
alto.
Pero en cambio, Jesús trae gozo.
Alguien ha definido al gozo como alegría permanente, sin importar cuales sean
las circunstancias. Esto es lo que podemos alcanzar todos los que hemos
atravesado por la puerta que es Jesús. Pero no solo gozo. En Cristo podemos
también encontrar paz. El mundo está desesperado por hallar la paz. Por eso
existen tantos movimientos a nivel mundial en pro de la paz.
Pero la triste realidad es que
mientras más se esfuerza el mundo por hallar paz, más difícil se hace hallar
paz. Lo que pasa es que la paz verdadera solo se halla en la persona de Cristo.
Él dijo lo siguiente según Juan 14:27, “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os
la doy el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”.
Finalmente, en Cristo podemos hallar
sustento. Él es el pan de vida que nos sirve de alimento para crecer
espiritualmente. Sin él no podríamos desarrollar espiritualmente. En él
encontramos todo lo que necesitamos para mantenernos bien espiritualmente,
emocionalmente y aun materialmente. ¿No le parece muy atractivo
todo esto que ofrece el Señor Jesús?
Él es la única puerta para entrar al
cielo. Él es la única puerta para encontrar la libertad verdadera y él es la
única puerta para encontrar satisfacción.
La gran pregunta es esta: ¿ha entrado Usted por la puerta que es Jesús?
Si lo ha hecho, Usted estará disfrutando de todo esto que encontramos en
Cristo, pero si no lo ha hecho, Usted está todavía afuera.
Si este es su caso, que tal si hoy
mismo atraviesa por la puerta que es Jesús. Para ello, solamente confié en
Cristo como su Salvador. Ponga su mirada en él cuando él murió en la cruz del
Calvario para recibir el castigo que Usted merece como pecador, y en un acto de
fe, hable a Dios desde lo más profundo de su corazón.
A
TRABAJAR CON LAS MANOS:
Solo Jesús es Dios Todopoderoso amén
ResponderBorrarAmén,sólo Jesucristo es quién nos da vida ,paz y la verdadera libertad. Bendiciones.
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