Mateo 10:32
“Por
tanto, todo el que me confiese delante de los hombres, yo también lo confesaré
delante de mi padre que está en los cielos.”
Susana y Tina se
sentaron en el comedor de la escuela para discutir los reportes orales del
libro que habían dado en clase esa mañana.
– Me hubiera
gustado que el reporte hubiera sido escrito – dijo Susana – Detesto pararme
frente a toda la clase y hablar.
– Yo también – respondió Tina.
Las muchachas
habían casi terminado con el almuerzo cuando hubo una conmoción en la mesa
junto a ellas, donde estaban sentados unos muchachos mayores. Susana reconoció
a Carlos, que vivía en su cuadra. Tom, que asistía a su iglesia, estaba allí
también. Los muchachos se estaban riendo y bromeando a costa de Tom. Un
muchacho arrebato el vaso de leche de Tom y lo derramo sobre la mesa. Susana
escucho decir el nombre de Jesús en tono de burla. Tom luchaba con lágrimas que
querían salir de sus ojos mientras limpiaba la leche derramada.
De momento Carlos
se puso de pie e hizo un gesto a los demás. Todos se levantaron, riéndose, y se
unieron a Carlos mientras este comenzaba a cantar en forma provocadora,
“¡Defiende de pie a Jesús!” era un canto que Susana había cantado con
frecuencia, pero Carlos lo estaba usando para burlarse de Tom y también de
Jesús.
Susana titubeo solo un momento. Luego se levantó de su mesa y simplemente se puso de pie en silencio.
Carlos la vio y se
turbo. Ella podía notar que él estaba avergonzado. Él se sentó de inmediato, y
los otros muchachos lo siguieron. Y no volvió a mirar en dirección a donde ella
estaba. Tina había estado observando.
– ¿Por qué hiciste
eso? – le pregunto, cuando Susana se sentó.
– Bueno, supongo que es porque yo amo a Jesús, y cuando alguien te importa, tú lo defiendes – respondió Susana – Yo deseaba que esos muchachos supieran que yo me pondría en pie por Jesús en cualquier momento.
– Bueno, supongo que es porque yo amo a Jesús, y cuando alguien te importa, tú lo defiendes – respondió Susana – Yo deseaba que esos muchachos supieran que yo me pondría en pie por Jesús en cualquier momento.
– ¿Hablas en serio verdad? – Dijo Tina – Tu temes dar un reporte frente a la clase, pero te pones de pie frente a todos esos muchachos por causa de Jesús – luego de una corta pausa añadió – Tú has estado tratando de hablarme de Jesús en el pasado, pero no me parecía algo tan importante. Ahora pienso que me gustaría escuchar más sobre Él.
Recuerda:
Jesús
te amo tanto como para dar su vida por ti. ¿Le amas tú lo suficiente como para
ponerte en pie por Él?
A TRABAJAR CON LAS MANOS
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