OBJETIVOS:
-QUE LOS NIÑOS DISFRUTEN DE PISCINAS
EN UN DÍA DE CALOR
-QUE LOS NIÑOS COMPRENDAN QUE TODO LO
QUE NOS ACONTECE EN LA VIDA TIENE UN PROPOSITO DIVINO.
-QUE LOS NIÑOS CONOZCAN A JESUS COMO
SU MEJOR AMIGO
REFERENCIA BÍBLICA: ROMANOS 8:28
DEVOCIONAL.
Los chicos estaban orando
desde hace un mes por las vacaciones de verano, y había llegado el
día en que conocerían si Dios les había respondido y en qué forma.
Estaban esperando que sus
padres les digan si este año irían o no a la playa. Estaban muy ansiosos, pues
ya se imaginaban barrenando las olas, luciendo sus trajes de baño, haciendo
castillos en la arena, etc.
Estaban casi seguros de lo
que dirían sus padres, que viajarían en el mes de enero, cuando hace más calor
y no llueve tanto, además generalmente papá tiene días libres en ese mes. Todo
cerraba al dedillo.
Ya pensaban en hacer una
lista con las cosas que no deberían olvidarse, como un juego de naipes, unas
revistas de pasatiempo, hojas, lápices y la pelota. Ah! La caña de pescar! El
verano pasado vieron cómo un niño de su edad sacaba peces del agua como si
fueran conejos, y se lamentaron de no poder pescar por no contar con el equipo
completo.
Finalmente los padres de
los chicos llamaron a una reunión familiar y dieron a conocer su decisión:
“Niños, este año hemos
remodelado la casa y esto nos ha traído muchos gastos, que si bien estaban
contemplados en nuestro presupuesto, nos han dejado con pocos ahorros. No
creemos que sea prudente gastarlo para las vacaciones. Asique hemos decidido
quedarnos y hacer vacaciones en casa.”
Las caras de los
niños se iban desfigurando a medida que oían la peor noticia de sus vidas. Uno
de ellos se puso a llorar, la hermanita pataleaba en el suelo y el mayor de los
niños se quedó mudo, como si le hubieran cerrado la boca y no podía emitir una
sola palabra.
Los papas, aunque estaban
tristes, les dijeron palabras de aliento y lograron calmarlos diciendo:
“Chicos, amamos a Dios, y
le hemos pedido a Él que nos guíe en esta decisión, le hemos dicho que queremos
hacer su voluntad, porque es agradable y perfecta y hemos entendido que debemos
reservar nuestros ahorros, y que este año hacer las vacaciones en casa es lo
mejor para nosotros aunque no lo entendamos.” Explicó el papá, y luego agregó
que en la Biblia hay una promesa que Dios le hace a quienes le aman y que dice:
“Y
sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de los que lo
aman y son llamados según el propósito que Él tiene con ellos” Romanos 8:28
Entonces, aunque los chicos
estaban desilusionados porque no podrían ir al mar este verano comprendieron
que si había orado para preguntarle al Señor qué debían hacer, y él había
respondido de esta manera ahora no podían cuestionar la decisión. Seguramente
quedarse en casa esas vacaciones cooperaría para el bien de ellos, aunque en
ese momento no sabían bien por qué.
Cuenta la historia, que ese
verano una mañana escucharon el timbre de su casa. Eran sus primos que venían
de lejos a visitarlos de sorpresa. Los chicos saltaban de la alegría con saltos
y gritos de júbilo tan eufóricos que hasta algunos vecinos salieron a la puerta
para ver de qué se trataba semejante alboroto.
En ese instante, uno de
ellos miró al cielo y recordó la promesa que Dios le había dado, y entendió que
aquella decisión que lo hizo llorar tanto cooperó para el bien de ellos y de
toda la familia.
Dios fue fiel con ellos y
cumplió su palabra!
Por Natalia Managó
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