“LECCIONES DE UN CACHORRO” (Miércoles 3 de abril de 2018)

Salmos 105:1-5.

Joey miraba como el tío Stan le ponía un hueso a su perro Duke, ¡No duke! -le ordenó el tío Stan al cachorro-¡Mírame! Duke miró directamente a la cara de su dueño, luego miró abajo al hueso que tanto quería ¡Duke, no, mírame!-repitió el tío Stan- Duke levantó la mirado y miró directamente a su amo.

¿Por qué quieres que Duke te mire? -preguntó Joey. Si me mira a mí y no al hueso sé que me obedecerá, respondió el tío Stan, le dio unas palmadas y elogió a Duke y le dio unas golosinas. -Duke me hace recordar cómo debemos actuar cuando nos vemos tentados a hacer algo malo - dijo el tío Stan - si mantenemos la mirada en nuestro amo, Jesucristo será mucho más probable que le obedezcamos, pero si miramos lo que nos está tentando, será más fácil que cedamos a la tentación.

-No entiendo lo que significa mantener la mirada en Jesús - dijo Joey - en realidad no podemos verlo - el tío Stan sonrió.

-Bien, veamos – dijo - estoy pensando en aquella competencia de tenis en donde participaste hace algunas semanas, te esforzaste mucho para estar en forma, hasta renunciaste a los postres para estar listo a la hora de jugar ¿por qué lo hiciste?

- Porque quería ganar el juego - dijo Joey sonriendo - ¡y lo logré!
El tío Stan asintió, ¿Entenderías si te dijese que tenías la mirada puesta en el trofeo? Joey movió su cabeza lentamente. No podías verlo en realidad pero estuviste pensando en el trofeo, de manera similar mantenemos la mirada en Jesús al pensar en El y en lo que Él quiere que hagamos, por ejemplo: si pensáramos en Jesús y en cómo se siente con algunos programas de tv, que miramos lo apagaríamos inmediatamente, pero si nos olvidamos de Jesús podemos seguir viendo el programa sin ningún problema aunque ese no le agrade, lo mismo pasaría con algunos libros que leemos, algunos videojuegos, o como nos comportamos en la escuela, o con nuestros padres.

Joey asintió y dijo pues de ahora en adelante voy a poner siempre los ojos en Jesús y voy a pensar si lo que digo, hago, veo o juego le agrada a mi gran amo llamado Jesús.

A TRABAJAR CON LAS MANOS:

Pueden colorear el nombre o pegarle papel bruñido.