“María tomó entonces como
medio litro de nardo puro, que era un perfume muy caro, y lo derramó sobre los
pies de Jesús, secándoselos luego con sus cabellos. Y la casa se llenó de la
fragancia del perfume.“ (Juan 12:3 – NVI).
Esta sortija es una de mis posesiones más
preciadas. No sé cuánto vale, pero para mí es de gran valor porque pertenecía a
mi abuela. De hecho, es lo único que tengo que pertenecía a mi abuela. Nunca
consideraría venderla pues su valor para mí es mayor que cualquier cantidad de
dinero que puedan darme si la vendiera.
Si te preguntara ¿cuál es tu posesión más valiosa?,
¿qué dirías? Para alguno de ustedes podría ser un animal de peluche que ha
tenido desde bebé. Para otro podría ser su muñeca favorita. Aún para otros
podría ser una bola de béisbol autografiada por un jugador famoso. Si un amigo
tuyo viniera a visitarte a tu hogar, ¿le darías tu posesión más valiosa para
demostrarle el amor que le tienes? Eso es lo que una mujer llamada María hizo
en nuestra historia bíblica de hoy.
Un día Jesús fue a la ciudad de Betania. Esa era la
ciudad donde un hombre llamado Lázaro, el cual Jesús había resucitado, vivía
con sus dos hermanas, María y Marta. Al Jesús estar en Betania, se preparó una
cena en su honor. Lázaro estaba comiendo en la mesa con Jesús mientras que
Marta servía la comida. María estaba sentada a los pies de Jesús escuchando lo
que Jesús enseñaba.
Mientras que estaba sentada a los pies de Jesús,
María hizo algo muy raro. Ella tomó una botella de un perfume muy caro y
comenzó a lavar con él los pies de Jesús. Entonces secó los pies con su
cabello. La Biblia nos dice que toda la casa se llenó con el olor suave del
perfume.
Uno de los discípulos de Jesús, cuyo nombre era
Judas, se molestó mucho por lo que había hecho María. Él dijo: “¿Por qué no se
vendió este perfume, que vale muchísimo dinero, para dárselo a los pobres?”
Judas realmente no estaba preocupado por los pobres. La Biblia nos indica que
estaba preocupado por el dinero ya que frecuentemente robaba de la bolsa del
dinero y lo tomaba para él.
Jesús vino en defensa de María y le contestó a
Judas: “Déjala en. Ella ha estado guardando este perfume para el día de mi
sepultura”.
Jesús decía eso porque sabía que dentro de unos
días sería crucificado y enterrado. No sé si María sabía eso o no, pero me
gustaría pensar que María deseaba darle a Jesús lo mejor que tenía para
demostrarle su amor. El perfume era lo mejor, lo más valioso que María tenía
para ofrecer.
Jesús nos ha dado el regalo más maravilloso
imaginable, el regalo de la vida eterna. Es gratis, pero es muy costoso. Su
costo fue la vida de Jesús.
¿Qué podemos darle a Jesús para demostrarle nuestro
amor? No creo que desee una sortija de diamantes, un peluche, una muñeca o una
bola de béisbol autografiada. Creo que desea que le demos lo mejor de nuestra
vida, nuestra vida misma.
Padre celestial, Jesús dio su vida para
demostrarnos su amor por nosotros. Te pedimos que podamos entregarle nuestras
vidas en servicio a él como expresión de nuestro amor. En el nombre de Jesús
oramos, amén.
ACTIVIDADES
¿QUÉ ES LO MEJOR?: Los
niños caminarán alrededor de un área designada y observarán diferentes cosas
que la maestras haya puesto en mesas, paredes o en el piso. Cada grupo de artículos
tendrá un pedazo de papel para que los niños pongan sus iniciales o una marca
para indicar cuál artículo es el mejor. Esto será divertido para los niños.
Artículos sugeridos son 2 flores diferentes, 2 lápices distintos, 2 dulces
distintos, 2 medias o zapatos que no sean iguales, 2 cuadros diferentes, 2
tipos de alimentos, etc.
POSESIONES HECHAS CON
PLASTILINA: Dele plastilina a los niños para que hagan
la forma de su posesión más preciada. Cuando terminen, pídales que las pongan
individualmente, sobre un pedazo de papel de construcción, a secar. Los niños
deberán escribir en el papel de construcción lo que su posesión es, por qué es
especial para ellos y firmar su nombre.
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