0BJETIVOS:
-ENTENDER CUÁN ORDINARIO ERA JUAN EL BAUTISTA
-DESCUBRIR LA FE QUE DIRIGIÓ A JUAN EL BAUTISTA.
-DESEAR DEJAR A
DIOS HACER COSAS EXTRAORDINARIAS EN SUS VIDAS.
REFERENCIAS BIBLICAS: Isaías
40:3, Malaquías 4:5-6Mateo 3,
14, 21:32Marcos 1:1-14, 6:14-29Lucas 1, 3:1-22,
5:33, 11:1Juan 1, 3:22-36
PARA MEMORIZAR: ISAIAS 40:3
QUE DICE LA
BIBLIA:
Nuestro héroe: Juan el Bautista
Su Hazaña Heroica: Ayuda a la gente a
volverse a Dios.
Puede ser que ayudar a gente a
volverse a Dios no suene muy heroico, pero echemos un vistazo a los hechos y
veamos qué piensas cuando hayas escuchado la historia completa.
En el Antiguo Testamento, después de
que Nehemías ayudó al pueblo a reconstruir el muro alrededor de Jerusalén,
también fue reconstruido el templo. Pero había un problema; después de todo por
lo que habían pasado, la gente seguía desobedeciendo a Dios. La presencia de
Dios se fue del templo y Dios estuvo en silencio por cientos de años. Todo lo
que la gente tenía como palabra de Dios era lo que tenían escrito o que se les
había dado antes. Y eso era suficiente para saber cómo seguir a Dios. También
estaban las profecías, cosas que Dios había prometido, pero que no ocurrían
todavía. Había la promesa de que el Mesías, el Enviado de Dios rescataría a Su pueblo.
¡Oh, cómo esperaba el pueblo al Mesías! Pero antes del Mesías, alguien vendría
para preparar el camino para él.
El silencio de Dios fue roto cuando el
ángel Gabriel vino de Dios con un mensaje para el sacerdote Zacarías. Dios
había escuchado las oraciones de Zacarías y les iba a dar a él y a su esposa un hijo. Lo llamarían
Juan. Gabriel le dijo a Zacarías que Juan traería gozo a mucha gente y sería un
gran hombre de Dios. Incluso, Gabriel dijo, “Hará que muchos israelitas se
vuelvan al Señor su Dios... Él irá primero, delante del Señor, con el espíritu
y el poder de Elías, para reconciliar a los padres con los hijos y guiar a los
desobedientes a la sabiduría de los justos. De este modo preparará un pueblo
bien dispuesto para recibir al Señor.” (Lucas 1:16, 17 NVI) Todo sucedió justo
como el ángel dijo que sucedería. Después del nacimiento de Juan, Su padre fue
lleno con el Espíritu Santo y profetizó. Él dijo, Y tú, hijito mío, serás
llamado profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor para prepararle el
camino. Darás a conocer a su pueblo la salvación mediante el perdón de sus
pecados.” (Lucas 1:76, 77 NVI) ¡Qué noticia! ¡Qué gran responsabilidad!
Juan creció como cualquier otro niño,
pero también se fortaleció de espíritu. Juan vivió en el desierto hasta que
empezó a predicar a la gente de Israel. Juan vistió con ropa hecha de pelo de
camello con cinturón de piel alrededor de su cintura. Su alimento constaba de
langostas y miel salvaje. Y aunque Juan era muy diferente, una vez que empezó a
predicar, su mensaje atraía gente hacia él. La gente venía de todas partes de
la región para escuchar a Juan. Algunos incluso empezaron a seguirle.
Cuando la gente venía, Juan no habló
acerca de él mismo o del clima. Juan les dijo que no simplemente dependieran de
tener a Abraham como su “padre.” Él los bautizaba en el río Jordán para mostrar
que ellos se habían vuelto de sus pecados y les decía que pusieran en práctica
lo que creían. Así que la gente preguntaba lo que tenían que hacer. Juan les
decía que compartieran con aquellos que tuvieran necesidad. Los cobradores de
impuestos vinieron y le preguntaron lo que ellos deberían hacer y él les dijo
que fueran justos. También vinieron soldados y Juan les dijo que tuvieran
contenta-miento con lo que tenían. Cuando la gente empezaba a preguntarse si él
era Aquel que Dios había prometido hacía mucho tiempo, Juan les señalaba a
Jesús. Les decía que había Uno que venía después de él que era más grande de lo
que él era. Juan citó a Isaías 40:3 para explicar quién él era. (Lean Isaías
40:3)Jesús también vino a Juan para ser bautizado. Juan sabía que Jesús era el
Enviado de Dios, el Mesías. Juan le dijo a sus seguidores, “Al día siguiente
Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: «¡Aquí tienen al Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo!
De éste hablaba yo cuando dije: “Después de mí
viene un hombre que es superior a mí, porque existía antes que yo.” (Juan
1:29-30 NVI) Dos de los discípulos de Juan lo dejaron para empezar a seguir a
Jesús. Y cuando los discípulos de Jesús, quienes también bautizaban, tenían más
gente siguiéndoles que a Juan, Juan guio a sus discípulos. Les recordó que él
no era el Cristo (o el Mesías). Juan se comparó así mismo con el novio en una boda. El novio es aquel que se va a casar
con la novia. El novio está feliz por la novia. Juan estaba feliz por el novio
y por oír Su voz. Entonces Juan dijo, “A él le toca crecer, y a mí menguar.”
(Juan 3:30 NVI) Como verás, Juan sabía por qué estaba vivo para ayudar a la gente
a volverse a Dios, para llevarlos a Cristo, nada más, nada menos
APLICACION A LA VIDA DIARIA:
Cuando vives una vida de fe en
Jesucristo, no tienes que saltar edificios altos para ser un héroe. Juan el
Bautista ayudó a gente a volverse a Dios. Juan sabía desde el nacimiento que
para esto él había nacido. ¿No sería maravilloso si hubiéramos nacido sabiendo
lo que Dios quiere que hagamos? Si no conoces a Dios, ¿sabías que tú estás
donde estás para que lo busques? Y si tú conoces a Dios, ¿sabías que estás
exactamente donde tú para permitir que otros vuelvan a Jesús tal y como Juan lo
hizo?
A TRABAJAR CON LAS MANOS
Colocar pedazos de lana en el
vestuario de Juan
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