MATEO 18:23-35
¿Has pensado alguna vez en cuántas veces debes perdonar? Si
alguien te ofende, ¿bastará que le perdones una vez?
Pedro, uno de los discípulos de Jesús, pensaba en esto. Un
día le preguntó a Jesús cuántas veces debía perdonar a alguien que le había
ofendido.
–¿Siete veces?
–No siete veces –dijo Jesús–. Más bien, ¡70 veces 7!
Si alguien te ofende, ¿contarías cuántas veces le perdonas?
Tal vez podrías llevar la cuenta cuatro o cinco veces, pero después sería
difícil. Jesús quiso decir que debemos perdonar cada vez que alguien nos
ofende.
EL REY Y EL SIERVO DEUDOR
Jesús le puso un ejemplo a Pedro contándole una parábola.
Las parábolas son historias con enseñanzas.
Un rey quiso poner al día las cuentas con sus siervos. Uno
de sus siervos le debía millones de monedas de plata. Como el siervo no tenía
dinero para pagar su deuda, el rey ordenó que lo vendieran como esclavo, con su
esposa y sus hijos. Esa era la costumbre cuando alguien no podía pagar una
deuda.
Inmediatamente el siervo cayó de rodillas ante el rey y
suplicó que le perdonara.
–Tenga paciencia conmigo –le rogó–, y se lo pagaré
todo.
El rey tuvo compasión del siervo y le perdonó la deuda.
EL COMPAÑERO DEL SIERVO
Apenas salió de la presencia del rey, el siervo se encontró
con un compañero que le debía unos miles de monedas de plata. Eso no era nada
en comparación con la deuda que el rey le había perdonado. Pero el siervo no
pensó en eso, sino que agarró al hombre por el cuello y le exigió que le pagara
lo que le debía.
–Ten paciencia conmigo –le suplicó su compañero–, y
te lo pagaré.
Pero el siervo que había sido perdonado no quiso perdonar.
Hizo arrestar su a compañero y lo puso en la cárcel hasta que pagara toda la
deuda.
EL REY CASTIGA AL SIERVO
Cuando los compañeros del siervo vieron que éste no quiso
perdonar, les pareció muy injusto. Inmediatamente se lo informaron al rey.
Entonces el rey mandó llamar nuevamente a este siervo.
–¡Siervo malvado! –le dijo–. Te perdoné una tremenda
deuda porque me rogaste. ¿No deberías haber tenido compasión de tu compañero,
así como yo fui amable contigo?
Muy enojado, el rey entregó al siervo a los carceleros, para
que lo pongan en la cárcel hasta que cancele todo lo que debía.
PERDONA DE CORAZÓN
¿Qué crees que pensó Pedro al escuchar esta historia? ¿Te
parece cosa seria no perdonar? Fíjate lo que dijo Jesús al finalizar esta
historia:
«Así también mi Padre celestial los tratará a ustedes,
si no perdonan de corazón a su hermano.»
si no perdonan de corazón a su hermano.»
NO GUARDES RENCOR
Si alguien te ofende, no guardes rencor en tu corazón.
Perdona y pon en manos de Dios la ofensa.
No es fácil perdonar, especialmente si te te tratan
injustamente. Puede ser un amigo o un vecino que te ofende. A veces, hasta alguien
de tu propia familia te puede tratar mal. ¡Perdona a la persona!
El rencor es un veneno mortal. Te roba la paz en tu corazón.
Dios quiere que en vez de odio llenes tu vida de amor.
SIGUE EL EJEMPLO DE JESÚS
Jesús vino a este mundo para darnos perdón. No todos lo
aceptaron; muchos lo odiaron. Fue maltratado, lo acusaron falsamente, lo
insultaron, se burlaron de Él… Pero al morir en la cruz, pidió a Dios que
perdone a los que lo maltrataron.
Con la ayuda de Dios, sigue el ejemplo de Jesús. Perdona a
los que te tratan mal. ¡Perdona cualquier ofensa!
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