OBJETIVOS:
-EXPRESAR LOS SENTIMIENTOS QUE TIENEN HACIA LOS QUE LES
AMAN Y HACIA LOS QUE LES ODIAN.
- EXPLICAR POR QUÉ DAVID FUE UN HOMBRE DE DIOS Y SAÚL NO.
REFERENCIA BIBLICA:
1ª SAMUEL 24
PARA MEMORIZAR:
“PERO
YO LES DIGO: AMEN A SUS ENEMIGOS, Y OREN POR QUIENES LOS PERSIGUEN" (MATEO
5:44)
DRAMA
EL REY EN LA CUEVA
La escena se desarrolla en una cueva con piedras
salientes por aquí y por allá.
En una producción sencilla se pueden usar taburetes y
bancas.
Abisaí
y Abiatar, dos de los seguidores de David, entran desde afuera (quizás entrando por en medio del público) hasta
la entrada de la cueva
ABISAÍ: ¡Ven! Apúrate, corre a la cueva antes que nos vea
el ejército.
ABIATAR: ¡Ha de haber unos 3,000 soldados! ¿Viste su
armadura?
ABISAÍ: Buena idea que David puso guardias para mantener
al enemigo a la vista y avisar a nuestros hombres si se acercan
.ABIATAR: ¿Viste la furia de Saúl luchando poderosamente
entre sus soldados?
ABISAÍ: Su gran manto me parecía una gigantesca ave en
busca de presa. Dicen que David será su próxima víctima.
ABIATAR: Pero dentro de la cueva el Rey David está fuera
de peligro
Durante el tiempo que están hablando los
dos, David ha salido del fondo de la cueva.
DAVID: No hablen tan duro. Las piedras resuenan y producen
eco. ¿Acaso quieren atraer a Saúl hacía nosotros?
Los
tres empiezan a hablar en voz baja
ABIATAR: ¡David! No te sentimos salir... no hiciste
ningún ruido...
ABISAÍ: Y está tan oscuro aquí...
DAVID: Sus ojos están deslumbrados por el sol.
Después de un rato, ¡verán tan bien
como cualquiera
David
camina hasta el fondo de la cueva de nuevo
Mientras
tanto, tengan cuidado de escuchar bien. Un paso en falso puede significar gran peligro.
ABIATAR:
¿No sería mejor huir? David está seguro que ganaremos... pero ¿cómo
ABISAÍ: Si él pudiera pelear con Saúl a solas y matarlo como mató a
Goliat..
.ABIATAR:¡Sí... si pudiera! ¡Shh! ¿Qué fue eso?
ABISAÍ: Una piedra. ¿Un águila rebotando por la colina?
ABIATAR:¡Debe haber alguien acercándose!. (Escuchan con mucha
atención...) Sí ¡Escucha! Se oyó otra vez.
DAVID: No tengo nada de fe en esta cueva oscura. Pero en la sombra de tu
mano Oh, Dios, me escondo, porque Tú puedes salvar Y solamente Tú. Tú eres mi ayuda.
Déjame escapar como un pájaro De las redes que Saúl tiende para mí.Mil soldados
a su palabra Me matarían en su nombre. Oh, ¿dónde? Clamo a ti, ¿a dónde iré? No
hay ayuda de otros dioses, No hay ayuda, Señor, fuera de ti.
Silencioso
Saúl se asoma a la entrada de la cueva.
ABISAÍ: ¡Hay alguien
allí! ¡Es uno de los hombres de Saúl!
ABIATAR:¿Está solo? Si
es así no vivirá para contar la historia (agarra su espada)
DAVID: ¡No te apresures!
No estoy seguro...
ABIATAR: Está solo y no
se percata del peligro. ¡Miren! Se sienta. Ha de estar cansado. El aire está
fresco aquí. Seguramente se está refugiando del calor.
ABISAÍ: Y de la caza.
Quisiera verle temblar sabiendo que su vida pende de un hilo...
DAVID: Él pensaría eso
de nosotros si supiera que estamos aquí. Qué extraño... contra la luz, su
cabeza se parece a...
ABISAÍ: ¡Por todos los
cielos, miren!
ABIATAR: ¡Ya lo tenemos!
DAVID: ¡Se va a dormir!
No le daremos oportunidad de que nos mate. Vamos acerquémonos con cuidado para
no despertarlo (se inclina sobre Saúl que está dormido) ¡Sí! ¡Es el rey!
ABISAÍ: ¿Qué dijiste?
DAVID: ¡Es el Rey Saúl!
ABIATAR: Haz con él como te parezca. ¿Viste? El Señor lo
entregó en tu mano.
DAVID: Escogido por Dios entre todos nosotros, es el
ungido de Jehová
.ABISAÍ:¡Te hubiera matado a ti!
DAVID:¿Tengo que cortar yo el hilo de vida que Jehová ha
formado?
ABIATAR: Él te haría mucho peor si tuviera la
oportunidad.
DAVID: Tomaré mi espada.
ABIATAR: ¡No vaciles!
DAVID: Y le cortaré...
ABIATAR: ¡Sí hazlo!
DAVID: Cortaré la orilla de su manto, Entonces verá que
no quiero hacerle daño: Que reconciliaría nuestra contienda. Mi espada probará
mi inocencia...A cortar su manto y perdonarle la vida.
David
corta el manto de Saúl
Oh, Saúl, mi rey. ¿Dónde están
los días
Cuando en la corte tocaba mi
arpa
Y con la ayuda de Dios las
cuerdas melodiosas
Aliviaban tu corazón afligido
David tiene que esconderse en
cuevas tenebrosas;
Saúl en la luz del sol tiene
su lugar.
Pero él que en la oscuridad se
siente
Puede ver la gloria del rostro
de Jehová.
ABISAÍ: Creo que veo el fulgor del bronce y lanzas
centellando en el sol.
Saúl se mueve
ABIATAR: Oh ¿por qué no lo mataste mientras dormía y se
podía hacer?
Saúl se levanta despacio y se pone su manto
contemplando el paisaje
SAUL: Mis hombres están allí en las cumbres
Continuando con la caza.
En las fisuras y las cuevas
Buscan La presa
que no deja rastro
Saúl sale de la cueva
DAVID: ¡Mi señor el rey!
SAÚL: ¿Quién es?
DAVID: Tu servidor, David, señor.
SAÚL: ¿David? ¿Mi enemigo?
DAVID: La presa a quien buscabas.
SAÚL: ¿Y tú quieres que crea Que mientras dormía
desarmado David, el hombre a quien traté de matar Me encontró y me dejó ileso?
DAVID: Saqué mi espada solamente para esto.
Le muestra a Saúl, la orilla de su manto
Aunque Jehová te ha puesto en mis manos
Sin embargo Él mismo te ungió
Rey de Su Pueblo escogido
Por medio de Samuel y yo no extenderé mi mano
Contra ti y no cortaré un cabello de tu cabeza.
SAÚL: ¡David! Parece que había perdido el juicio
Me sentía tan celoso cuando decían
Que tú eres tan valiente como fuerte
Mi cabeza se llenó de orgullo maligno
Pensé: Jehová ya no me ama.
Seguramente Jehová está del
lado de David.
DAVID: De repente mientras
dormías
Me di cuenta que Jehová no
desea nuestra muerte.
Saqué mi espada pero Él
detuvo
La hoja que hubiera
terminado tu vida.
Y para que ni tú ni yo
Nos olvidemos de Quién es
nuestro Juez
Tendré esta tela como señal.
SAÚL: Él te escogió, David,
en la cueva.
Tú fuiste su instrumento
para mostrarme
Que en mi envidia me
equivoqué.
David, cuando asciendas al
trono
Acuérdate de nuestra larga
amistad.
Y por esa orilla del manto
yo prometo
Que habrá paz entre los dos
ahora.
APLICACIÓN A LA VIDA DIARIA:
El contraste entre el trato
de Saúl a David (odio, enojo, celos, etcétera) y la respuesta de David (respeto
para Saúl como "el ungido de Dios"), nos hace ver que es posible amar
a nuestros enemigos. Los niños verán el valor que Dios da al hecho de amar a los
enemigos, aunque esto realmente nos resulte difícil. Pero, si pedimos la ayuda
de Dios y obedecemos lo que Él nos dice, podremos hacerlo y seremos bendecidos
A TRABAJAR CON LAS MANOS
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