Leer: Mateo 6:1-4
Era una cálida mañana de
otoño y Victoria y Micaela estaban ayudando a una ancianita que era su vecina,
la señora Domínguez, a sacar las malas hierbas junto a las flores de su
jardín. Terminaron con el jardín frente
a la casa justo cuando la señora Domínguez salió con una jarra de limonada.
“¡Oh, niñas! ¡Están haciendo un excelente trabajo!”,
exclamó la señora Domínguez mientras vertía limonada en dos vasos y se los
ofrecía a Victoria y Micaela. “Aquí
tienen algo para beber”.
Gracias!”, expresó Victoria, tomando uno de los vasos. “¿Sabía que
tiene muchas lombrices en su jardín, señora Domínguez? ¡Saqué una que era
tan larga como mi mano! La arrojé en el balde de la maleza”.
“¡Oh, linda! Puedes sacar todas las malas hierbas, pero deja ahí
las lombrices. ¡Son los héroes que no se ven!”, afirmó la señora
Domínguez.
“¿A qué se refiere?”, preguntó Micaela.
“Bueno, esas lombrices se
retuercen en la tierra y hacen agujeros para que pueda entrar el aire en la
tierra. También se comen todas las hojas
muertas, los insectos y las raíces cada año, convirtiéndolos en fertilizante,
¡lo que provoca que el suelo sea muy bueno para cultivar mis flores!”, explicó
la señora Domínguez. “Solo porque no
pueden ver cómo las lombrices hacen su trabajo no significa que no sean
importantes”.
Las niñas trabajaron durante
el resto de la mañana y luego fueron a casa para almorzar.
“Se ve mucho mejor sin esa
fea maleza”, le contó Micaela a su mamá.
“Me alegra que hayamos podido ayudarla.
Ella nos dijo que tiene artritis y ya no puede cuidar bien de sus flores”.
“Sí, y también nos contó que
todas esas lombrices que desenterramos son muy importantes para mantener sano
el suelo, ¡a pesar de que normalmente no las vemos!”, señaló Victoria entre una
mordida y otra de su sándwich.
“Esas lombrices me recuerdan
a ustedes, niñas”, aseguró su madre.
Victoria y Micaela la miraron con curiosidad. “Hacen su trabajo en lo subterráneo, donde
nadie más las ve. Las lombrices no
reciben el crédito por todo el trabajo que hacen para mantener los jardines
saludables y hermosos, y muchos de nuestros vecinos jamás sabrán de todo el
trabajo que realizaron para ayudar a la señora Domínguez con sus flores. Pero Dios ve sus buenas obras, incluso cuando
nadie más las nota, y Él sabe que las llevan a cabo porque lo aman. Ustedes son Sus héroes que no se ven”.
KENDRA ANGLE
SÉ UN HÉROE QUE NO SE PUEDE
VER
VERSÍCULO CLAVE: MATEO 6:4
Y TU PADRE, QUE VE EN LO
SECRETO, TE RECOMPENSARÁ.
¿Te gusta recibir el crédito
por las cosas buenas que hacen? ¿Has
hecho algo bueno solo para llamar la atención?
No es malo que la gente te halague por tus buenas obras o porque has
sido de ayuda, pero esa no debería ser la razón para hacer buenas obras. Sirve a Jesús ayudando a otros y mostrándoles
Su amor, aun cuando nadie más lo note.
¡Él sí lo notará!
A TRABAJAR CON LAS MANOS
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