VIVIENDO UNA VIDA FRUCTÍFERA ( 3 de Octubre de 2018)





«Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo, pero cuando fue a buscar fruto en ella, no encontró nada. Así que le dijo al viñador: "Mira, ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no he encontrado nada. ¡Córtala! ¿Para qué ha de ocupar terreno?" "Señor —le contestó el viñador—, déjela todavía por un año más, para que yo pueda cavar a su alrededor y echarle abono. Así tal vez en adelante dé fruto; si no, córtela." » (Lucas 13:6-9 - NVI).
Miren lo que tengo... manzanas, chinas (naranjas), melocotones y guineos (plátanos, bananas). Hmm, hmm, hmm. Creo que tengo algo liviano para comer ahora mismo. ¿Y a ustedes, les gustaría acompañarme a comer? ¿Saben lo que creo que sería estupendo? Sería fantástico tener muchos árboles frutales en sus patios para que cada vez que ustedes quieran comer sólo tengan que salir al patio y tomar la fruta del árbol que deseen. Pero ¿qué si tuvieran un árbol que no diera fruto? Sería bueno para dar sombra, pero posiblemente para nada más.
En nuestra lección bíblica de hoy, Jesús contó una historia acerca de un hombre que plantó un árbol de higos en su jardín. Después de pasar un tiempo, fue a buscar fruto en el árbol, pero el árbol no produjo fruto alguno. Finalmente el hombre fue al jardinero que cuidaba del árbol y le dijo: "Por tres años he estado viniendo buscando frutos de este higuera y no he encontrado ninguno. ¡Córtalo! Está ocupando mucho espacio en el jardín".
El jardinero contestó: "Por favor, señor, dale otra oportunidad. Déjalo otro año. Le prestaré una atención especial. Cavaré alrededor del árbol y le echaré bastante abono. Si el árbol produce fruto al año que viene, estupendo, si no, entonces lo puedes cortar".
Al contar esta historia, Jesús realmente estaba hablando sobre nosotros y sobre Dios. Dios nos ha "sembrado" aquí en esta tierra y espera que llevemos buenos frutos en nuestra vida. ¿Qué clase de frutos espera? Cuando Él mira cómo vivimos nuestra vida, Él desea ver cosas como amor, gozo, paz, paciencia, bondad y gentileza. Hay ocasiones cuando Él se siente desilusionado por lo que ve, pero está dispuesto a darnos otra oportunidad.
¿Qué podemos hacer para ayudarnos a dar la clase de fruto que Dios espera? Podemos adorar regularmente, leer su Palabra y orar. Esas cosas nos ayudarán a vivr una vida fructífera. Oremos ahora y pidámosle a Dios que nos ayude.
Padre celestial, sabemos qué esperas buenas cosas de tus hijos. Ayúdanos vivir una vida que sea agradable a tí. En el nombre de Jesús oramos. Amén.


A TRABAJAR CON LAS MANOS:

2 comentarios:

  1. Gracias a Dios por este material infantil, Dios siga bendiciendo su ministerio.

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  2. Hola
    No se como agradecirlo por esas intrucciones espurituales, me ayudan mucho en mi ministerio. Que Dios sigue bendiciendo a ustedes con su gran amor

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