¿Cómo puede ayudarme el
Espíritu Santo a tener dominio propio?
¿Alguna vez has visto a un
astro del deporte recibir una medalla o un trofeo?
¿Qué hizo el atleta para
ganar? Se entrenó con mucha dedicación. Se disciplinó. Pasó muchas horas logrando que su cuerpo
estuviera bajo control.
La Biblia compara la vida
del cristiano con un atleta que está corriendo una carrera. (1 Corintios
9:24-27).
Si eres hijo de Dios, tu
vida espiritual necesita de ejercicio. Ejercitar la templanza o dominio propio,
es como entrenarse para ser un atleta espiritual campeón.
Templanza o dominio propio es mantener el
control sobre tus pensamientos,…
… sentimientos y actos en
vez de dejar que ellos te controlen. Es ser disciplinado. La Biblia dice:
“velemos y seamos sobrios [disciplinados]” (1 Tesalonicenses 5:6).
El Espíritu Santo que vive
en ti, puede producir el fruto de templanza o dominio propio en tu vida.
En su poder, puedes
controlarte en lo que comes y en lo que dices o haces. Tus pensamientos y las
cosas que miras, pueden estar bajo su control. Cuando Él tiene el control en
vez de enojarte y airarte, respondes con mansedumbre. ¿Llegarás a ser un atleta
espiritual campeón, al permitir que el Espíritu Santo produzca el fruto de la
templanza (dominio propio) en tu vida?
Puedes orar: Querido Dios,
gracias por el poder del Espíritu Santo para darme dominio propio. Por favor, produce este fruto en mi
vida cada día. En el nombre de Jesús. Amén.
A TRABAJAR CON LAS MANOS:
Gana la medalla del
dominio propio.
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