¿Que Dice La Biblia Sobre La Palabras Amables
La naturaleza humana en sí misma esta en constante rebelión contra Dios.
Nosotros pecamos contra Él diariamente y nosotros le fallamos una y otra vez.
Tenemos una voluntad de hacer las cosas a nuestra manera en vez de ser a la
manera de Dios. Nos gusta estar en control y sin tener en cuenta sus planes
para nosotros. Con todo esto dicho, es muy fácil quedar atrapado en “Yo”.
Cuanto más nos centramos en nosotros mismos más nos olvidamos de las
necesidades de otros. Y en última instancia, esto puede terminar en que digamos
algunas cosas que vamos a lamentar más tarde. Cuanto más nos centramos en él,
más detenemos el “Yo” y empezamos a ayudar a los demás. Esto puede traer bondad
y compasión en la vida y recuerdos que se disfrutaran de por vida. A veces sólo
hace falta una pequeña cosa para cambiar el mal día de una persona en mejor.
Así que, ¿qué dice la Biblia acerca de palabras amables? ¡Entremos y veamos lo
que dice!
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena
para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.” – Efesios
4:29
Sinceramente esto suena como un verso con sentido común, pero ¿con qué frecuencia
tú y yo lo aplicamos? Tiene sentido que decir cosas amables para dar gracia a
los oyentes. Pero ¿qué hay de esa niña que te tiró todos tus cuadernos al suelo?
¿Siempre perdona y sigue adelante o usted tal vez deja salir unas malas
palabras para hacerle saber su ira? La naturaleza humana quiere poner esa niña en
su lugar, pero Dios dice que no hay que hacer eso! Con el fin de vivir una vida
que habla amabilidad a los demás nos tenemos que preparar a diario en la
Palabra y la oración, pidiendo a Dios que nos guíe y que sea su voz a los demás
cuando hablamos. Sólo entonces será una reacción natural gentil y amable con
los que nos ofenden.
¿Qué hacen las Palabras Amables?
“Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los
huesos.” – Proverbios 16:24
Las palabras amables pueden ayudar a curar el espíritu quebrantado. Una
palabra de aliento puede provocar el fuego en el corazón de una persona
nuevamente. Piensa en lo maravilloso que se ha sentido cuando alguien te ha
consolado en un momento difícil de la vida. Esas palabras de amor y lealtad me
han mantenido en mis momentos más oscuros. Tantas veces he querido tirar la
toalla, pero Dios en su tiempo perfecto siempre ha enviado a alguien para
alentarme y decir cosas amables para mantenerme motivado y en el camino. Es por
eso que somos un cuerpo. Nos necesitamos unos a otros. Así es como hemos sido
creados.
“La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el
furor.” – Proverbios 15: 1
Para alimentar el fuego de la ira todo lo que tiene que hacer es ser duro
con alguien y se convertirá en hostil. La negatividad hacia otra persona
impulsará su rabia. Sin embargo, lo contrario también es cierto. La cura para
la ira es una suave, suave palabra, amable con alguien. Cuando escuchas a
alguien aliviar sus sentimientos, el fuego de la ira va a morir dentro de
ellos. La gente por lo general sólo necesitan a alguien para escucharlos y su
ira disminuirán en algunos si no completamente. Así que, si alguien está
enojado con usted, mantenga la calma, sea amable, y deje que el Señor haga la
obra.
Para aquellos que son Groseros
“La boca del necio es quebrantamiento para sí, Y sus labios son lazos para
su alma.” – Proverbios 18: 7
Un necio es alguien que anima la negatividad. Un necio es impulsado por la confrontación.
Un necio quiere destruir tu espíritu con cosas hirientes. Y un necio es muy
fácil de detectar. Están cerrados de mente y muchas veces en voz alta. Una vez
leí una cita que decía: “El problema con la gente de mente cerrada es que sus
bocas están siempre abiertas.” 2 Timoteo 3: 1-5 describe los atributos de la
gente necia. Algunos de estos incluyen: orgullosos, arrogantes y abusivos. El
final de esta parte dice: “Evita este tipo de personas.” Siempre que sea
posible hay que evitar a los que aman herir a los demás en cualquier forma,
incluyendo con palabras.
Conclusión
La consecuencia de nuestras palabras es bastante clara. Cuando somos
amables con los demás, les ayudamos a superar su ira. Cuando decimos cosas
hirientes a los demás, sólo intensificamos su ira presente. Como dice la
canción, “Las palabras pueden edificarnos. Las palabras pueden quebrarnos.
Iniciar un fuego en nuestros corazones o apagarlo.” (Palabras, Hawk Nelson) Así
que mientras caminamos este camino de fe continuemos amando al ser amado y
demos gracia a los que nos odian o nos desean mal. Que Dios los bendiga a
medida que continúe en vivir una vida digna de la vocación con que fue llamado.
A TRABAJAR CON LAS MANOS:
Para Colorea
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