"Entonces los apóstoles
le dijeron al Señor: ¡Aumenta nuestra fe!" "Si ustedes tuvieran una
fe tan pequeña como un grano de mostaza", les respondió el Señor,
"podrían decirle a este árbol: 'Desarráigate y plántate en el mar', y les
obedecería" (Lucas 17:5-6 - NVI).
¿Has visto alguna vez una
semilla de mostaza? La semilla de mostaza es una de las semillas más pequeñas.
Permítanme enseñársela. La semilla de mostaza es tan pequeña que es difícil de
ver. Algunas personas usan un collar o una cadena con un globito de cristal
dentro del cual se encuentra una de estas semillas de mostaza. Ellos usan ese
collar como símbolo de su fe en Dios. ¿Saben porqué la semilla de nostaza es
considerada como símbolo de fe?
Un día, Jesús estaba
hablando con sus discípulos cuando uno de ellos se dirigió hacia él diciendo:
"Señor, ¡aumenta nuestra fe!", Jesús le contestó y dijo: "Si
tuvieraas fe del tamaño de un grano de mostaza, le podrías decir a este arbusto
salte de ahí y plántate en el mar y lo haría." ¿Se pueden imaginar lo que
sería tener esa clase de fe?
He oído una historia acerca
de un hombre que leyendo ese versículo en la Biblia decidió ponerlo a prueba.
Había un arbol bien grande en frente de su casa. Se dirigió a él y le dijo:
"En la mañana, cuando me haya despertado , deseo que te hayas ido. Esa
noche el hombre se acostó y cuando se levantó fue a la puerta, la abrió y miró
a su patio. "Tal como pensaba", dijo el hombre, "todavía estás
ahí."
Bueno, en primer lugar el
hombre no tenía fe como un grano de mostaza, ¿no? De hecho, no tenía ninguna
fe. Cuando le dijo al árbol que se moviera, él realmente no esperaba que lo
hiciera. En segundo lugar, creo que el hombre no entendió lo que Jesús le
estaba tratando de enseñar a sus discípulos.
Jesús no estaba sugiriendo
que tú y yo tratemos de mover árboles sólo para probar que tenemos fe. Lo que
Jesús estaba tratando de enseñarle a sus discípulos, y lo que desea que tú y yo
aprendamos, es que no es necesario tener una fe grande para producir resultados
grandes. ¿Por qué? Porque los resultados no dependen de nosotros, dependen de
Dios. Si el resultado dependiera del tamaño de nuestra fe, no me cabe duda de
que probablemente iríamos fanfarroneando sobre nuestra gran fe.
¿Qué hemos aprendido hoy
sobre la fe? Esto es lo que espero que hayamos aprendido: No pidamos por una fe
grande para que podamos hacer grandes cosas, pidamos por fe del tamaño de un
grano de mostaza para que podamos ver a Dios hacer grandes cosas.
Querido Padre, pedimos que
tengamos fe del tamaño de un grano de mostaza. Ayúdanos a creer y no dudar en
tu gran poder. Amén.
A TRABAJAR CON LAS MANOS
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