TEMA 3: SIGUEME (LOS DISCIPULOS) (Domingo 19 de Noviembre de 2017)











OBJETIVOS:
-CONOCER LA MANERA QUE JESUS LLAMO A SUS DISCIPULOS
-RECONOCER QUE ES UN PRIVILEGIO SEGUIR A JESUS
-MEMORIZAR LOS NOMBRES DE LOS DISCIPULOS.
REFERENCIAS BÍBLICAS: Marcos 3:13-19; 1:16-20; Lucas 5:27-32;
10:1-20; Juan 1:43-51; 15:12-17
PARA MEMORIZAR:
“Dejándolo todo, se levantó y le siguió.”
Lucas 5:28
INTRODUCCIÓN:

Pida la ayuda de siete niños. Entregue a cada uno tarjetas con las letras: SIGUEME. Deben estar intercaladas para que los niños formen la palabra.
Cuando los niños hayan descubierto la palabra, converse con ellos sobre el significado de la misma, luego ilustre la palabra, pidiendo a los niños que tienen las tarjetas que lo sigan alrededor del salón de clase. Ellos deben hacer lo que usted les indique. Por ejemplo, levantar las manos, poner las tarjetas sobre la mesa, saludar a un compañero, aplaudir, etc.
Luego diga: “Hoy estudiaremos de Alguien que anduvo aquí en la tierra diciendo a hombres y a mujeres:
‘¡Sígueme!’
¿Quién será?”
Los niños seguramente responderán: Jesús. Pida entonces que todos digan a una voz: ¡Jesús!

HISTORIA BÍBLICA:

Pedro y Andrés eran pescadores. Un día, junto al mar de Galilea, mientras echaban sus redes para pescar, Jesús pasó por allí. Al ver a los dos hermanos, dijo: “¡Síganme!”
Leamos en Marcos 1:17 lo que Jesús dijo:
“Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.”
Inmediatamente Pedro y Andrés dejaron sus redes y lo siguieron.
Más adelante Juan y Jacobo, los hijos de Zebedeo, remendaban sus redes. A ellos también les dijo: “¡Síganme!” También Juan y Jacobo dejaron todo y siguieron a Jesús.

Otro día, Jesús pasaba por el banco de los tributos públicos (donde la gente pagaba sus impuestos). Allí estaba Levi (Mateo), y Jesús le dijo: “¡Sígueme!”
Levi, dejó todo, se levantó y siguió a Jesús. En su casa le hizo un banquete.
A Felipe, Jesús también le dijo: “¡Sígueme!” Felipe decidió seguir a Jesús y se lo contó a Natanael.
Natanael también siguió a Jesús.
A un joven rico Jesús le dijo: “Vende todo lo que tienes y dalo a los pobres, y ven, sígueme.” Pero, el joven no quiso dejar sus riquezas. Se fue triste y no siguió a Jesús.
Otro día, un hombre dijo a Jesús:–Señor, te seguiré dondequiera que vayas.
–Si me sigues, tal vez no tendrás donde dormir –le dijo Jesús–. Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; pero yo no tengo donde recostar la cabeza.
(Vea Lucas 9:57-62.)
A otro hombre Jesús dijo: “¡Sígueme!” Pero él respondió: “Voy a esperar a que muera mi padre. Después te sigo.”
Así, Jesús iba por los caminos de Israel, llamando y llamando. Algunos le decían que sí, otros le respondían que no.
A ti también Jesús te dice: “¡Sígueme!”
La Biblia dice que multitudes seguían a Jesús. Una multitud es mucha gente. Algunos le seguían sólo para recibir sanidad de sus enfermedades y alimento para el cuerpo. Otros seguían a Jesús para aprender lindas lecciones de Él. No eran muchos los que seguían a Jesús para servirle.

Los doce discípulos (utilice la máquina del tiempo)

Jesús tuvo doce amigos especiales. Él los llamó discípulos. Vivían juntos, comían juntos, caminaban juntos, oraban juntos, y trabajaban juntos. ¿Quieres conocerlos? (active la máquina del tiempo y que salgan los 12 discípulos) cada uno puede presentarse, decir su nombre y a lo que se dedicaba antes de seguir a Jesús, lo importante es que se aprendan los nombres de los discípulos.

-PEDRO
- ANDRÉS
-JACOBO
- JUAN
-FELIPE
-BARTOLOMÉ
-MATEO (LEVÍ)
-TOMÁS
-JACOBO, HIJO DE ALFEO
-SIMÓN, EL CANANISTA
-TADEO
-JUDAS ISCARIOTE


APLICACIÓN A LA VIDA DIARIA

Hoy, Jesús te llama. Él te dice lo mismo que dijo a los hombres y a las mujeres que vivían en su tiempo:
“¡Sígueme!” ¿Quieres seguir a Jesús? ¿Quieres obedecerle? ¿Quieres entregarle tu corazón?
(Repase el texto para memorizar, subrayando el significado de las palabras “dejándolo TODO... le siguió”.
Ore con los niños y pida al Espíritu Santo que le ayude a hacer una invitación a los alumnos que tengan el deseo de seguir a Cristo.)

A TRABAJAR CON LAS MANOS

Colorear y escribir el nombre de los discípulos o apóstoles, luego recortar y hacer el abanico.

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