Salmos 57:7
«Pronto está mi corazón, oh Dios, mi
corazón está dispuesto; Cantaré, y alabare con salmos».
– Vamos muchachos. Alistémonos para
ir a la Iglesia – dijo el papá – No deseamos llegar tarde.
– Papá dice eso cada semana – dijo Roberto a su hermana Nancy – algún domingo deberíamos alistarnos temprano, para ver si papá realmente lo dice enserio, o solo lo hace como si fuera una grabación.
– Papá dice eso cada semana – dijo Roberto a su hermana Nancy – algún domingo deberíamos alistarnos temprano, para ver si papá realmente lo dice enserio, o solo lo hace como si fuera una grabación.
El papá solo sonrió. Cuando llegaron
a la Iglesia, vieron que no había ningún auto allí
– Que pudo haber… – comenzó a decir
el papá, luego se detuvo – Ay que tonto – dijo – ¿ – Esta semana no llegamos
tarde – dijo mamá – llegamos una hora antes
Todos se rieron.
– Bueno preparémonos para la Iglesia – sugirió el papá.
– Pero estamos listos – dijo Nancy riendo – Nos levantamos, desayunamos, estamos limpios, nos vestimos, no solo estamos listos, ¡Estamos a tiempo!
– Nosotros preparamos nuestros cuerpos – dijo la mamá de acuerdo – Pero también debemos preparar nuestros corazones para adorar.
– Nosotros no podemos alimentar nuestro corazón con el desayuno – dijo
Todos se rieron.
– Bueno preparémonos para la Iglesia – sugirió el papá.
– Pero estamos listos – dijo Nancy riendo – Nos levantamos, desayunamos, estamos limpios, nos vestimos, no solo estamos listos, ¡Estamos a tiempo!
– Nosotros preparamos nuestros cuerpos – dijo la mamá de acuerdo – Pero también debemos preparar nuestros corazones para adorar.
– Nosotros no podemos alimentar nuestro corazón con el desayuno – dijo
Roberto, sonriendo.
– Seguro que podemos – respondió el
papá – abriendo su Biblia.
– Alimentémonos de la palabra de Dios unos pocos minutos – dijo la mamá.
– Bueno no podemos lavar nuestros corazones – dijo Nancy.
– Seguro que podemos – dijo el papá – Cada uno tenemos un momento para confesar nuestros pecados a Dios. Él limpia nuestros corazones.
– Alimentémonos de la palabra de Dios unos pocos minutos – dijo la mamá.
– Bueno no podemos lavar nuestros corazones – dijo Nancy.
– Seguro que podemos – dijo el papá – Cada uno tenemos un momento para confesar nuestros pecados a Dios. Él limpia nuestros corazones.
El auto quedo en silencio por unos
minutos. Entonces Roberto hablo de nuevo.
– No podemos vestir nuestros
corazones – dijo él afirmativamente.
– ¡Seguro que podemos! – exclamo Nancy antes que el papá pudiera contestar.
– ¡Seguro que podemos! – exclamo Nancy antes que el papá pudiera contestar.
Ella lo miro a él.
– ¿Pero cómo? – pregunto Roberto.
– Alabando al Señor – sugirió el papá – El vestirnos lindos nos pone en la disposición correcta para asistir a la Iglesia, y cantar alabanzas a nuestro Padre Celestial, debiera preparar nuestro estado de ánimo para la adoración.
– Alabando al Señor – sugirió el papá – El vestirnos lindos nos pone en la disposición correcta para asistir a la Iglesia, y cantar alabanzas a nuestro Padre Celestial, debiera preparar nuestro estado de ánimo para la adoración.
Así que la familia canto algunas
canciones de alabanza.
– Nosotros deberíamos hacer esto cada
domingo y realmente prepararnos para la Iglesia – declaro Nancy mientras
llegaban los primeros autos.
– ¿Qué es eso que escucho, mi grabación? – pregunto el papá, y todos bajaron del auto sonriendo.
– ¿Qué es eso que escucho, mi grabación? – pregunto el papá, y todos bajaron del auto sonriendo.
Recuerda:
Prepara
tu corazón para la adoración.
Carolina del Valle. Devocional infantil
ACTIVIDAD
A
ORDENAR SE HA DICHO
Si
usted tiene una colchoneta puede llevarla y sabanas, cubrecamas etc.,
coménteles que hoy vamos a arreglar la cama, pregunte quien arregla su cama y
que hará un concurso de quien lo hace más rápido y lo hace bien hecho, luego
que ellos terminen la actividad, arregle usted la cama, hínquese y dele gracias
a Dios por cada niño y niña, que sea un tiempo especial para ministrar el espíritu
Santo en sus vidas
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