OBJETOS:
Un cubo de agua y una variedad de objetos, algunos que flotan y
otros que se hunden en el agua.
Escritura: “Señor, si
eres tú”, respondió Pedro, “mándame que vaya a ti sobre el agua.” “Ven”, dijo
Jesús. Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua en dirección a Jesús. Pero
al sentir el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó:
“¡Señor, sálvame!” En seguida Jesús le tendió la mano y, sujetándolo, lo
reprendió: “¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?” Mateo 14:28-31 (NVI).
Como pueden ver, tengo un cubo con agua y algunas otras cosas hoy.
Algunas cosas flotarán y otras se hundirán. Les voy a demostrar uno de los
artículos que tengo y ustedes me dirán si creen que florará o se hundirán.
Luego lo pondremos en el agua y veremos si estaban en lo correcto o no. ¿Están
listos?
Aquí tenemos un bloque de madera. ¿Cuántos creen que flotará en el
agua? ¿Cuántos creen que se hundirá? Probemos y veamos. ¡Tremendo! La mayoría
de ustedes estaban en lo correcto. El bloque está flotando en el agua.
Este es el segundo artículo: una cuchara de metal. ¿Cuántos creen
que flotará en el agua? ¿Cuántos creen que se hundirá? Probemos. ¡Estaban en lo
correcto! ¡La cuchara se hundió!
He aquí otro artículo: un pedazo de papel de aluminio (manténgalo
estirado). ¿Cuántos creen que flotará? ¿Cuántos creen que se hundirá? Bien,
veamos. ¡Tremendo! ¡Estaban en lo correcto otra vez!. ¡Flota!
Tengo otro pedazo de papel de aluminio. Es exactamente igual que
el otro. (Haga una bola con él). Ahora, ¿Cuántos creen que todavía flotará?
¿Cuántos creen que se hundirá? Tratémoslo. Correcto, todavía flota.
Y tú, ¿flotas o te hundes? No te preocupes, no te voy a meter
dentro del cubo para averiguar, pero creo que podemos buscar la contestación en
la Biblia. ¿Recuerdas la historia bíblica cuando Jesús alimentó a cinco mil
personas con sólo cinco panes y dos peces? Después de alimentarlos, Jesús le
dijo a sus discípulos que se subieran al bote y fueran al otro lado del lago
mientras él iba a las montañas para orar en solitario.
Mientras los discípulos iban hacia el otro lado del lago en su
bote, comenzó a soplar un viento fuerte. Los discípulos sintieron miedo de que
su bote se hundiera y ellos se ahogaran. Entonces miraron y vieron a Jesús
viniendo hacia ellos y caminando sobre el agua. Cuando Pedro vio a Jesús, se
puso muy excitado y le dijo: “Señor, si eres tú mándame que vaya a ti sobre el
agua.” “Ven”, dijo Jesús. Así que Pedro salió del bote, comenzó a caminar sobre
el agua y vino hacia Jesús. Pero cuando notó el viento fuerte, sintió miedo y
comenzó a hundirse. Entonces gritó: “¡Señor, sálvame!” Enseguida Jesús le
tendió la mano y, sujetándolo, lo reprendió: “¡Hombre de poca fe! ¿Por qué
dudaste?”
Mientras Pedro mantuvo sus ojos en Jesús, él pudo caminar sobre el
agua, pero cuando dejó de mirar a Jesús, comenzó a hundirse. Mientras vivamos
habrá tormentas en nuestra vida (momentos difíciles). Nos enfrentaremos a olas
fuertes. Mientras mantengamos nuestros ojos en Jesús y confiemos en él,
estaremos bien. Pero cuando alejemos nuestros ojos de él y confiemos en nuestra
habilidad para resolver nuestros problemas, definitivamente nos hundiremos.
Querido Jesús, cuando las tormentas de la vida vengan hacia
nosotros, ayúdanos a mantener nuestros ojos y nuestra confianza en tí. Amén
ACTIVIDAD:
DIBUJO
DEL AGUA: Deje que los niños hagan con sus dedos o con brocha un dibujo de la
lección de hoy (la caminata sobre el agua o del barco en el agua) en una
cartulina. Al final de la clase, después que se seque el dibujo, deje que los
niños escriban parte de los versículos de hoy en su dibujo con marcadores y
repasen el versículo bíblico.
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