PROVERBIOS 12:13 “Las mentiras meterán en dificultades a
cualquier hombre, pero la honradez es defensa suficiente.”
Cuento
Cuenta una extraña historia que las mariquitas perdonan,
pero no olvidan. Según parece, al principio las mariquitas no tenían
sus famosos puntitos negros. Poco antes todas estuvieron a punto de
desaparecer cuando guiadas por el famosísimo Cayus Insectus, una tormenta
inundó el camino por el que viajaban. Las pocas que sobrevivieron tuvieron que
elegir el sustituto de Cayus Insectus, desaparecido entre las aguas, y
decidieron que lo sería quien primero llegara al lago de la región sur y
regresara para describirlo.
Las mariquitas se lanzaron a la aventura, y poco a poco fueron
regresando, contando lo bello que estaba el lago en aquella época del año, con
sus aguas cristalinas,lleno de flores y hierba fresca en sus orillas.
Pero la última de todas ellas tardaba en llegar. La esperaron hasta 3 días, y
cuando regresó, lo hacía cabizbaja y avergonzada, pues no había llegado a
encontrar el lago. Todas criticaron la torpeza y lentitud de la joven
mariquita, y se prepararon para continuar el viaje al día siguiente.
Siguiendo al nuevo guía, caminaron toda la mañana hacia el
Norte, hasta que al atravesar unas hierbas espesas y altas, se detuvieron
atónitos: ¡frente a ellos estaba el Gran Lago! y no tenía ni flores, ni hierba,
ni aguas cristalinas. Las grandes lluvias lo habían convertido en una
gran charca verdosa rodeada de barro.
Todos comprendieron al momento la situación, pues al ser
arrastrados por el río habían dejado atrás el lago sin saberlo, y cuantos
salieron a buscarlo lo hicieron en dirección equivocada. Y vieron cómo, salvo
aquella tardona mariquita, todos deseaban tanto convertirse en Gran Guía,
que no les había importado mentir para conseguirlo; e incluso llegaron a
comprobar que el nefasto Cayus Insectus había llegado a aquel puesto de la
misma forma.
Así pues la mariquita tardona, la única en quien de
verdad confiaban, se convirtió en Gran Guía. Y decidieron además que cada vez
que una de ellas fuera descubierta engañando, pintarían un lunar negro
en su espalda, para que no pudiera ni borrarlos, ni saber cuántos tenía.
Y desde entonces, cuando una mariquita mira a otra por la espalda, ya sabe si es de fiar por el número de lunares.
Y desde entonces, cuando una mariquita mira a otra por la espalda, ya sabe si es de fiar por el número de lunares.
Como las mariquitas, también las personas pintan lunares en
la imagen de los demás cuando no muestran su honradez. Y basta con
tener un sólo lunar negro para dejar de ser un simple insecto rojo y
convertirse en una mariquita. Así que, por grande que sea el premio, no
hagamos que nadie pueda pintarnos ese lunar.
Manualidad
Materiales:
Cartulina roja
Ojitos móviles
Limpia pipas color negro
Pasos: Cortar un cuadro un poco grande de la cartulina roja. Luego
hacer 2 dobleces hacia adentro formando un triangulo, como lo muestra la
imagen. Después recortar el triángulo a modo de dejarlo redondo. Luego con el
plumón hacer los detalles como las manchitas y la cabeza. Después pegarle 2
pedacitos de limpia pipa en la cabeza, como antenitas y pegarle los ojitos
móviles.
Pegar el versículo aprendido
en el lugar que consideren conveniente.
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