EL LABERINTO (Miércoles 23 de Mayo de 2018)







DINÁMICA

RUTA DEL ZAPATO: Divida a los niños en dos equipos. Todos los niños de cada equipo se quitarán sus zapatos y los usarán para hacer una ruta a un objeto especial que esconderán al final de la misma. Después que las rutas hayan sido hechas, el equipo opuesto caminará por la ruta y encontrará el objeto secreto el cual debe estar relacionado con la lección de hoy (mapa, compás, Biblia).

DEVOCIONAL

¿Te gustan los crucigramas? Uno de mis crucigramas favoritos es el del laberinto. La solución a un laberinto es encontrar el camino que lleva del punto de partida a la terminación. El laberinto está hecho de caminitos sinuosos, que van de un lado a otro, pero sólo hay un camino que te lleva a la meta. Si tomas el camino erróneo, vas a terminar en un lugar sin salida y tendrás que ir atrás y tratar otra vez. Aunque estos crucigramas pueden ser divertidos y uno obtiene una gran satisfacción al llegar a la meta, también puede ser frustrante cuando cada vez que tomamos un camino parece llevarnos a un lugar equivocado.

Me imagino que así debieron sentirse los discípulos de Jesús en la lección bíblica de hoy. Jesús sabía que el día de su crucifixión se estaba acercando y que pronto tendría que regresar a su Padre en el cielo. Él estaba tratando de preparar a sus discípulos para el momento en que Él no estaría con ellos. "No se preocupen," les dijo Jesús, "iré a prepararles un lugar para ustedes. Cuando todo esté listo, vendré y los buscaré para que estén conmigo. Ustedes saben el camino a dónde yo voy a ir."

"No, no sabemos", dijo Tomás. "No tenemos idea a dónde vas, así que ¿cómo podremos saber el camino?"
Jesús le contestó: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre si no es por mí."

Felipe, otro de los discípulos habló diciendo: "Señor, enséñanos al Padre y estaremos satisfechos."

Jesús contestó: "He estado con ustedes todo este tiempo, Felipe, y ¿todavía no sabes quién soy? ¡Todo el que me ha visto, ha visto mi Padre! Sólo cree que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí." Jesús deseaba que sus discípulos supieran que Él y el Padre eran uno, y que si ponían su confianza en Dios y en Él, ellos se reunirían con Él en el cielo algún día.

Algunas veces la vida puede ser muy confusa y nos sentimos incapaces de saber qué camino tomar. Parece que cada camino que tomamos nos lleva a una calle sin salida. Cuando esto ocurre, necesitamos recordar que Jesús dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre si no es por mí." Si deseamos mantener nuestros ojos en Jesús y seguimos sus enseñanzas, encontraremos el camino que nos lleva a nuestra meta: la vida eterna celestial con Jesús.

Ore con los niños así: Padre, ayúdanos el mantener nuestros ojos en Jesús porque sabemos que Él es el camino, el único camino. Amén.

A TRABAJAR CON LAS MANOS

Busque en este vínculo la propuesta de manualidad para trabajar en la clase:





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