DINÁMICA
RUTA DEL ZAPATO: Divida
a los niños en dos equipos. Todos los niños de cada equipo se quitarán sus
zapatos y los usarán para hacer una ruta a un objeto especial que esconderán al
final de la misma. Después que las rutas hayan sido hechas, el equipo opuesto
caminará por la ruta y encontrará el objeto secreto el cual debe estar
relacionado con la lección de hoy (mapa, compás, Biblia).
DEVOCIONAL
¿Te gustan los
crucigramas? Uno de mis crucigramas favoritos es el del laberinto. La solución
a un laberinto es encontrar el camino que lleva del punto de partida a la
terminación. El laberinto está hecho de caminitos sinuosos, que van de un lado
a otro, pero sólo hay un camino que te lleva a la meta. Si tomas el camino
erróneo, vas a terminar en un lugar sin salida y tendrás que ir atrás y tratar
otra vez. Aunque estos crucigramas pueden ser divertidos y uno obtiene una gran
satisfacción al llegar a la meta, también puede ser frustrante cuando cada vez
que tomamos un camino parece llevarnos a un lugar equivocado.
Me imagino que así
debieron sentirse los discípulos de Jesús en la lección bíblica de hoy. Jesús
sabía que el día de su crucifixión se estaba acercando y que pronto tendría que
regresar a su Padre en el cielo. Él estaba tratando de preparar a sus
discípulos para el momento en que Él no estaría con ellos. "No se
preocupen," les dijo Jesús, "iré
a prepararles un lugar para ustedes. Cuando todo esté listo, vendré y los
buscaré para que estén conmigo. Ustedes saben el camino a dónde yo voy a
ir."
"No, no sabemos", dijo Tomás. "No tenemos idea a dónde vas, así que ¿cómo podremos saber el
camino?"
Jesús le contestó: "Yo soy el camino, la verdad y la vida.
Nadie viene al Padre si no es por mí."
Felipe, otro de los
discípulos habló diciendo: "Señor,
enséñanos al Padre y estaremos satisfechos."
Jesús contestó: "He estado con ustedes todo este
tiempo, Felipe, y ¿todavía no sabes quién soy? ¡Todo el que me ha visto, ha
visto mi Padre! Sólo cree que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí."
Jesús deseaba que sus discípulos supieran que Él y el Padre eran uno, y que si
ponían su confianza en Dios y en Él, ellos se reunirían con Él en el cielo
algún día.
Algunas veces la vida
puede ser muy confusa y nos sentimos incapaces de saber qué camino tomar.
Parece que cada camino que tomamos nos lleva a una calle sin salida. Cuando
esto ocurre, necesitamos recordar que Jesús dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre si no es
por mí." Si deseamos mantener nuestros ojos en Jesús y seguimos sus
enseñanzas, encontraremos el camino que nos lleva a nuestra meta: la vida
eterna celestial con Jesús.
Ore con los niños así: Padre,
ayúdanos el mantener nuestros ojos en Jesús porque sabemos que Él es el camino,
el único camino. Amén.
A TRABAJAR CON LAS MANOS
Busque
en este vínculo la propuesta de manualidad para trabajar en la clase:
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