“Ya no voy a estar por más tiempo
en el mundo, pero ellos están todavía en el mundo, y yo vuelvo a ti. Padre
santo, protégelos con el poder de tu nombre, el nombre que me diste, para que
sean uno, lo mismo que nosotros" (Juan 17:11 – NVI).
Estoy
buscando alguien que sea bien fuerte para que me ayude en esta mañana. ¿Quién
desea ayudarme? (Si no hay voluntarios, escoja uno). Tú me pareces bastante
fuerte. ¿Crees que puedes romper este palito? (Entrégale un palito que el niño
pueda romper fácilmente). ¡Uau! ¡Tú eres fuerte! Rompiste fácilmente ese
palito. Veamos si puedes romper estos que están unidos. (Entréguele el puñado
de palitos. Después de darle tiempo para que los rompa, continúe con la clase.)
Los
palitos en este manojo son iguales al palito que se rompió fácilmente. Sin
embargo cuando están juntos, son mucho más fuerte que cuando están separados.
Aún la persona más fuerte que está aquí en esta mañana no podría romper este
manojo de palitos.
Estos
palitos nos enseñan una lección muy importante sobre la iglesia. Algunas veces
cuando pensamos en la iglesia, creemos que es un edificio para venir a adorar,
pero la iglesia no es un edificio. La iglesia está formada por hombres,
mujeres, niños y niñas que ha decidido seguir a Jesús. Tú, yo, y todas las
personas que estamos aquí, todos nosotros, somos la iglesia.
Algunas
personas dicen: "Puedo ser un cristiano sin ir a la iglesia", y eso
puede ser verdad, pero nosotros solos no somos muy fuertes. Cuando Satanás
trata de tentarnos para que hagamos algo que sabemos que está mal, puede ser
muy difícil resistirlo si tratamos de hacerlo solos. Pero si estamos junto a
otros que siguen a Jesús, ellos serán una fuente de fortaleza y aliento.
Seremos mucho más fuertes que si estamos solos.
Un día,
Jesús se alejó para orar. Oró por sus discípulos porque sabía que ellos
tendrían que vivir en el mundo y que iban a ser tentados por las cosas malas
del mundo. También sabía que si sus discípulos podían llegar a ser uno, ellos
serían mucho más fuertes que si se mantenían como individuos. Así que oró y le
pidió a Dios que los protegiera y les ayudara a ser uno, como Él y su Padre
eran uno.
Cuando Satanás
te tiente a hacer cosas que sabes que están mal, recuerda la lección de los
palitos…hay fortaleza en la unidad.
Oración. Padre, protégenos y ayúdanos a
ser uno con los demás creyentes, tal como tú lo eres con Jesús. Amén
A TRABAJAR CON LAS MANOS:
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