Daniel y Laura estaban jugando con la pelota roja en el patio trasero. De repente oyeron un ruidito.
"Escucha", dijo Daniel. "¿Qué fue
eso?"
El ruidito se escuchó otra vez.
"¡Es un gatito!" gritó Laura, corriendo
hacia la cerca del patio. "Vamos a encontrarlo".
Laura y Daniel buscaron alrededor de la cerca. Pero
el gatito no estaba allí.
Daniel buscó en el árbol junto a la cerca. “¡Aquí
está!” gritó Daniel. Luego estiró sus brazos hacia el gatito pero no pudo
alcanzarlo.
Daniel corrió a traer una silla, y la puso cerca
del árbol.
Laura sostuvo la silla para que Daniel pudiera
subirse sobre ésta.
Entonces él se estiró y tomó al gatito en sus
brazos.
"Vamos a darle un poco de leche".
Llevaron el gatito a la cocina y le pidieron a mamá
que les diera un poco de leche. El gatito tomó la leche rápidamente. Entonces
se acomodó sobre las piernas de Laura y se durmió.
"¿Podemos quedarnos con el gatito, mamá?"
preguntó Daniel.
"Ya veremos", respondió mamá.
"Mañana les preguntaremos a los vecinos si el gatito perdido pertenece a
ellos".
Daniel dijo: "Debe haber estado perdido por
mucho tiempo, porque está muy flaco".
Laura dijo: "No me gustaría estar
perdida".
"Pero hay otra forma de estar perdido, la
Biblia nos dice que todos aquellos que no reciben a Jesús como su Salvador
están perdidos y ellos no pueden ir al cielo".
Daniel preguntó: "Dios no quiere que estemos
perdidos, ¿verdad, mamá?"
"Es cierto Daniel", respondió mamá.
"Dios nos ama. Por eso fue que Él envió a Su Hijo, el Señor Jesús, al
mundo. Jesús vino a buscar y a salvar a la gente perdida".
"Háblanos de la muerte de Jesús en la
cruz", dijo Daniel.
"¡Yo sé esa historia, mamá! Déjame
decirla", dijo Laura con entusiasmo.
Mamá estuvo
de acuerdo, entonces Laura comenzó: "Jesús nos ama tanto que Él decidió
bajar del cielo para ayudarnos. Él vino como un pequeño bebé. Después que
creció, Él murió en la cruz por nuestros pecados, para que nosotros podamos ir
al cielo. Pero Él no quedó muerto. Él resucitó. Él ahora vive en el
Cielo".
"Sí, niños", dijo mamá. "Dios nos
dice en la Biblia que todos nosotros hemos pecado. Eso significa que nosotros
hemos hecho cosas malas. Y el pecado debe ser castigado. Así que, como el Señor
Jesús nos ama, Él tomó el castigo por nosotros. Él murió en la cruz por tus
pecados y los míos".
"Soy tan feliz porque Jesús me ama", dijo
Laura. "Y estoy muy contenta de que yo le pedí a Él que viniera a mi
corazón".
Daniel estaba muy callado. Luego dijo: "Yo sé
que he hecho cosas malas. Yo quiero recibir a Jesús como mí Salvador, pero no
sé como".
Mamá dijo: "Dile a Jesús que tú has pecado y
que te sientes triste por tus pecados. Agradécele por amarte y por morir en la
cruz por tus pecados. Pídele que venga a tu corazón para que sea tu Salvador.
¿Te gustaría hacerlo ahora mismo?"
"Sí, claro que me gustaría", dijo Daniel.
Inclinó su cabeza y oró:
"Señor Jesús, sé que he pecado, estoy
realmente triste por mis pecados. Gracias por amarme tanto y por morir en la
cruz por mis pecados. Por favor ven a mí corazón, te recibo como mi Salvador
ahora mismo".
Daniel levantó su mirada y sonrió. Mamá dijo:
"¡Maravilloso, Daniel! Estoy muy feliz porque tu recibiste a Jesús como tu
Salvador".
"Yo también estoy feliz", dijo Daniel.
"Porque ahora pertenezco a Jesús".
Laura dijo: "Yo también estoy alegre que soy
de Jesús".
"Mamá, creo que al pequeño gatito le gustaría
ser nuestro, ¿no crees?"
Mamá sonrió y dijo, "Sí, Laura, yo creo que a
él le gustaría".
"Él es una miniatura de gatito", dijo
Daniel. "Le podemos llamar Pulgarcito".
"Oh, sí", dijo Laura. Ella abrazó al
gatito mientras decía: "Mí pequeño Pulgarcito, yo espero que tú nos ames
tanto como nosotros te amamos".
Mamá les dijo: "Eso me recuerda un versículo
en la Biblia que quiero que ustedes aprendan, nos dice que así como el Señor
Jesús nos ama, nosotros debemos amarlo a Él también".
A Daniel y Laura les gustó el versículo, Ellos lo
aprendieron rapidamente
Versículo para memorizar: Nosotros le amamos a él,
porque él nos amó primero 1 Juan 4:19
Si no estás seguro(a) de que eres salvo(a), pídele
al Señor Jesús que venga a tu corazón como lo hizo Daniel.
A TRABAJAR CON LAS MANOS
Puede enseñarles a hacer un gatito de origami.
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