Para
no entristecer al Espíritu Santo es necesario mantener todo nuestro ser
protegido así que ahora vamos a orar para protegernos.
Para no entristecer al Espíritu Santo es necesario mantener todo nuestro
ser protegido así que ahora vamos a orar para protegernos
Oremos
por…
Protección para la mente: que piensen en cosas verdaderas, nobles, justas, puras, amables, de buen
nombre, y dignas de alabanza. (que con sus manos los niños se toquen la parte
del cuerpo por la que van a orar)
Protección para los ojos: que fijen sus ojos en Jesucristo y no en las cosas que no son dignas de su atención.
Protección para la lengua: que sus palabras sean agradables a Dios. «Pon guarda a [su] boca, oh Jehová; guarda la puerta de [sus] labios» (Salmos 141:3).
Protección para los oídos: que no presten atención a chismes y palabras ociosas sino que aprendan a escuchar la voz de Dios.
Protección para las manos: que usen sus manos para cumplir sus tareas y que sean bondadosos en sus actos.
Protección para los pies: que no anden por caminos de maldad sino que obedezcan la Palabra de Dios.
Protección para el corazón: que sobre todo, guarden su corazón «porque de él mana la vida» (Proverbios 4:23).
A TRABAJAR CON LAS MANOS
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