TEMA 3: LO QUE TENGO TE DOY ( Domingo 18 de Octubre)






 

OBJETIVOS:
Los niños sabrán que somos necesarios para orar por otras personas

Los niños sentirán deseos de traer a otros a Dios para mostrarles como él los ayuda.

Los niños responderán al descubrir maneras de llevar ayuda a otros.

Base Bíblica: Hechos 3

Versículo para memorizar:


INTRODUCCIÓN
Haga un simulacro de terremoto, accidente automovilístico o algún desastre.

Pida a algunos maestros que se dibujen heridas, moretes, que alguien le duele una pierna ,mano, etc el que está adelante muestra preocupación y desesperación a tal grado de pedir la ayuda de los niños, tenga listo papel higiénico que se van a utilizar como vendas, un frasco con alcohol o agua, algodón, gasas, y todo lo necesario para atender la emergencia, puede pedir a dos maestros que se vistan de enfermera o doctor y dígales a los niños que ellos serán los ayudantes de la enfermera y el doctor que hagan todo lo que ellos dicen, asegúrense que todos los niños participen en el simulacro.
Cuando ya todos están atendidos se les explica a los niños que hay muchos enfermos entre nosotros, que unos desde que nacieron están con algún problema y otros por accidentes pero que Dios nos ha dejado a nosotros para ser generosos con los enfermos y que hoy vamos a contarles una historia sobre un paralítico de nacimiento.
CADA NIÑO SE VA A SU RESPECTIVA CLASE.


HISTORIA BÍBLICA

Muchos enfermos vinieron a Jerusalén, ayudados por sus familiares, con la esperan-
za de que Jesús los sanara. Los ciegos eran conducidos a través de las calles mientras buscaban a Jesús
– ¿Dónde está Jesús, el gran Médico? –preguntaban.
La gente sacudía la cabeza, porque Jesús ya había sido crucificado.
Muchos cojos se arrastraban apoyados en sus amigos.
– ¡Busquemos a Jesús! –decían–. ¿Dónde está Jesús?
Pero la gente sacudía la cabeza, porque Jesús había sido crucificado.
Los sordos también llegaban buscando a Jesús.
Algunos de ellos eran sordomudos y no podían clamar por Jesús. Otros eran viejos y encorvados, y gritaban fuerte porque no podían escucharse.
– ¿Dónde podemos encontrar a Jesús?–gritaban.
Nadie podía ayudarlos. La gente sacudía la cabeza. Así que los ciegos, los cojos y los sordos seguían buscando ayuda, y sus familiares preguntaban: – ¿Dónde está Jesús?
Entonces, el Espíritu Santo, obrando a través de Pedro y de Juan, sanó al hombre que estaba sentado al lado de la puerta Hermosa.
Pronto, llegaron las noticias de este milagro a los oídos de los enfermos. ¡Busquemos a los apóstoles! –dijeron sus familiares.
Así que las familias empezaron a buscar a los apóstoles.
Se apresuraron a llegar hasta el pórtico de Salomón, donde todos los días más y más gente venía para escuchar acerca de Jesús. Las familias traían a los enfermos para ser sanados. Y los apóstoles los sanaban con alegría.
Por más que se apretujaran, no podían entrar todos en el pórtico de Salomón, así que hacían fila en las calles, con la esperanza de que pasaran los apóstoles por allí.
Se reunían las multitudes de las poblaciones cercanas a Jerusalén, y todos los que venían eran sanados. Más y más gente creía en
Jesús. Las buenas nuevas de Jesús se extendían como fuego. Los creyentes servían al llevar sanidad a los que necesitaban.

Aplicación a la vida diaria

-¿En el nombre de quién sanaban los apóstoles? (En el nombre de Jesús)
-¿De qué manera estos milagros ayudaron a extender las buenas nuevas de Jesús?
(La gente se sentía interesada en lo que estaba sucediendo; comenzaban a hacer preguntas; estaban más dispuestos a oír acerca de Jesús.)
-¿Qué habrías hecho tú si hubieras sido sanado por los apóstoles? (Habría alabado a Dios, habría estado feliz y agradecido; lo habría contado a todo el mundo, etc.)
-¿Cómo habrá sido vivir en Jerusalén en aquel tiempo? (Emocionante; maravilloso; interesante, etc.
Ustedes pueden ser generosos de muchas maneras por ejemplo
-Cuando alguno se raspa una rodilla, los niños pueden ayudar lavándole la rodilla y poniéndole un vendaje.
- También pueden ayudar a sanar corazones, cuando ofrecen amor y perdón que provienen de Jesús.
- Pueden sanar la soledad, al hacerse amigos de alguien que está solo y
-Al ayudar a otros a conocer a Jesús.

-También ayudan a que haya curación cuando oran. Es siempre Dios el que otorga curación; sin embargo, nosotros podemos ayudar

Manos sanadoras
Divida a la clase en dos grupos.
 Reparta carteles de “enfermedades” a la mitad de los niños y varios vendajes autoadhesivos pequeños a la otra mitad. (Haga una lista de enfermedades emocionales, físicas y espirituales).
El niño que tenga el cartel de una enfermedad va a tocar la parte afectada o dramatizará la enfermedad. El niño que tenga un autoadhesivo buscará a un niño con una enfermedad y lo ayudará a decidir cómo sanar su enfermedad.( Las enfermedades si son del cuerpo pueden orar y ponerle una bendita, si son emocionales pueden orar y darle un gran abrazo  y si son espirituales pueden orar y pedir perdón por sus pecados) Cuando se haya decidido cuál es la curación apropiada, el niño puede ponerle el vendaje al enfermo y luego buscará a otro con una enfermedad diferente. Los maestros tendrán que observar si los niños necesitan ayuda para decidir cuál es la curación que conviene. Después de algunos minutos, puede hacer cambiar los papeles.

PREPARANDONOS PARA SER GENEROSOS




Vamos a hacer esta pulsera para colocarla en las bolsas de regalos que estamos preparando para ayudar a otros





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