EL GENIO DESORDENADO (MIÉRCOLES 9 DE SEPTIEMBRE)






1 CORINTIOS 14:40  “PERO HAGASE TODO DECENTEMENTE Y CON ORDEN”


Recordar a cada niño que estamos hablando sobre el orden y la limpieza y que es importante que ellos lo estén poniendo en práctica en su casa, arreglando su cama, guardando sus zapatos, depositando la ropa sucia en su lugar, etc.
Haga el juego de los zapatos desordenados, pídales que se quiten los zapatos, que los coloquen en un depósito ,usted revuélvalos y dele 1 minuto para que los busquen y se los pongan, se llevarán mucho más de un minuto usted lléveles el tiempo  luego pida que se los quiten otra vez y que los pongan ordenadamente en fila que los busquen y se los pongan, luego les platica de los beneficios del orden (ahorramos tiempo, se ve más limpio, no nos enojamos porque encontramos todo mas fácil)





El genio desordenado
Hubo una vez un genio, de esos que salía de lámparas maravillosas concediendo deseos, que se hizo tristemente famoso por su desorden. Cada vez que alguien frotaba la lámpara, y el salía a responder "¿Qué deseas?” surgía una gran nube de humo y volaban cientos de cosas por los aires. Y si alguno de sus amos quedaba con ganas de pedir un deseo, al concedérselo, el regalo salía entre una nube de porquería y cubierto de polvo.
Tantas y tan penoso era su desorden, que nadie deseaba tener un genio así. Su lámpara terminó sirviendo sólo para dar patadas, como un bote cualquiera, y el genio estuvo años sin salir, triste y deprimido. Hasta que un niño solitario encontró la lámpara y pudo escuchar los lamentos del genio. Entonces decidió hacerse su amigo, y su único deseo fue poder entrar y salir de la lámpara para estar con él. Éste se mostró encantado, pero en cuanto el niño puso el pie en la lámpara, comprendió el problema de aquel genio desordenado. No es que fuera un mal genio, ¡es que no podía ser más desordenado! Todo estaba tirado por cualquier sitio, sin importar si se trataba de joyas o libros, barcos, o camellos, y se notaba que no había pasado un plumero en años. Como era un genio, tenía de todo, y como la lámpara también era pequeña, estaba todo tan apretujado que era normal que saltara por los aires en cuanto se movía la lámpara y el genio trataba de conseguir algo.
El niño se llevó las manos a la cabeza, y el genio se excusó diciendo que el trabajo de un genio era muy importante y no tenía tiempo para esas cosas, Pero su amigo, que recordaba los buenos consejos de su madre, le explicó que cuanto más importante fuese su trabajo, más orden debía guardar con todas sus cosas, y juntos se dedicaron a dar un buen repaso a la lámpara. Les llevó unos cuantos días, pero al terminar, todo estaba reluciente y cada cosa tenía su sitio especial. Resultaba facilísimo encontrar cualquier regalo y cogerlo sin romper nada.
Así, el genio volvió a ser admirado y respetado por todos, y aprendió que nada grande puede llegar a conseguirse sin tener orden y limpieza con cada cosa pequeña.


¡A TRABAJAR CON NUESTRAS MANOS!  (Manualidad)

MATERIALES:
-Pintura de dedo  color verde, roja, azul, negra
- Hojas de papel bond una para cada niño.
-Esponjas
- En el lavamanos tenga listo jabón y toallas.
Entregar a cada niño una hoja de papel bond y usted con una esponja puede ir poniendo en las manos la pintura verde y azul como lo muestra la foto.
Como título a la hoja le pueden escribir A TRABAJAR CON NUESTRAS MANOS .
Durante ellos estén trabajando en su manualidad usted puede ir enseñándoles que DIOS nos ha dado las manos para hacer muchas actividades entre ellas tener ordenado mi cuarto, cama, ropa, zapatos.



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