Un
día un niño le pidió a su papá que le comprara un skate. Su padre le preguntó
las razones del por qué su hijo quería una. El niño respondió que aprendió a
andar en el skate de su amigo, y que encontró que le gusta mucho andar sobre
esa tabla pero cuando alcanza buena velocidad ya se la tiene que devolver y le
queda el sabor de la insatisfacción.
Su padre le PROMETIÓ que le compraría una si terminaba de leer el libro que había empezado y abandonado por falta de interés.
- "Tu cumple tu parte del trato y yo te prometo que te compro el skate" dijo el papá
¿Qué
piensas que hizo el niño?
Fue a buscar el libro abandonado y comenzó a leer. Y leyó, leyó y leyó hasta que llegó a la última página.
Una
vez en la escuela, el niño contó a su maestra que ese día su papi le compraría
una patineta.
- Y ¿por qué estás tan seguro? le preguntó la maestra.
-"Mi papi lo prometió" contestó el niño. ¡Y él siempre cumple sus promesas!
Al regresar a casa, encontró sobre su cama el skate envuelto para regalo con una tarjeta que decía:
"Tu cumpliste, ahora me toca a mí. Te amo. Tu Papá"
Una promesa es una expresión donde alguien se compromete a hacer algo por otro. La Biblia está llena de promesas que Dios nos ha hecho a los hombres pero como no las conocemos no las podemos esperar, ni reclamar y mucho menos disfrutar.
Asique te invito a explorar algunas promesas hermosas que Dios nos hizo. Hay muchos beneficios prometidos por Dios para todos aquellos que aman y creen en el DADOR de las Promesas.
La primer PROMESA que quiero enseñarte es la más importante a mi entender:
"CREE EN EL SEÑOR JESUS Y SERÁS SALVO, JUNTO CON TODOS LOS DE TU CASA" (Hechos 16:31)
Si tú crees en Jesús, si crees que Él murió en la cruz por ti, y le has pedido perdón por tus pecados (las cosas que a Dios no le gustan: malas palabras, mentiras, desobediencia, malos pensamientos, envidia, celos, etc.) ¡ya eres salvo! Esa es tu parte en este trato. Creer. No necesitas hacer ninguna buena acción para ser salvo, solo creer en Él y decírselo. A esto la Biblia le llama GRACIA. La salvación es por GRACIA, porque nadie la merece y Dios se las da a todos gratuitamente (para Él no fue gratis, Jesús dio su vida para poder regalar SALVACIÓN por GRACIA)
Ser salvo significa que después de la muerte nadie te podrá condenar, porque fuiste perdonado y salvado del infierno horrible que le esperan a los que le han dado la espalda a Dios y le han sido indiferentes.
Si ahora eres salvo, y eres el primero de tu familia en serlo, no te desanimes. Cree en la promesa que Dios te hace hoy: que tu familia también ¡será salva!
Hace muchos años cuando yo conocí a Jesús, me preocupaba ser la única persona de mi casa que confiaba en Él. Un día leyendo la Biblia encontré esta promesa y la creí con todo mi corazón. Tuve fe. Y oré por mis padres para que sean salvos. Y lo creí. ¡Hasta me los imaginé en mi mente dentro de una iglesia cantándole canciones a Dios como hacía yo!
Después de un tiempo (¡diez años!) mis padres entendieron y aceptaron este regalo de la salvación GRATIS que Dios les ofreció ¡y fueron salvos!
¡Dios cumplió su promesa!
Hubieron momentos en los que me desanimaba pero luego recordaba que "Mi papi lo prometió" como el niño que anhelaba la skate de regalo, y seguía creyendo hasta que recibí la promesa.
A TRABAJAR CON LAS MANOS
Toma una hoja y escribe las quince palabras de esta promesa. Luego haz una lista con el nombre de los miembros de tu familia que aún no son salvos y ora por ellos para que acepten el regalo de la salvación. Luego cree que lo recibirás, recuerda que es una promesa que Dios ha hecho y ¡Él la cumplirá!
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