Uno
de los integrantes del grupo hará el papel del guarda bosques, otros tres serán
los taladores y el resto de los participantes serán los árboles.
Se
debe de delimitar el área en la que se jugara con una cuerda. Los taladores
tendrán 30 segundos para tocar “talar” los árboles. El guarda bosques le
impedirá a los taladores acercarse a los arboles.
Una
vez tocados los árboles se tienen que acostar en el piso. El guarda bosques
tiene que ir tocando los árboles caídos. Al ser tocados los árboles no pueden
pararse en seguida, necesitan ir creciendo poco a poco, primero se sientan,
luego se ponen de rodillas y al final se paran. Mientras los árboles crecen,
pueden volver a ser talados por los taladores. Al final de los 30 segundos se
apunta cuantos árboles cayeron totalmente con un solo guarda bosques. Después
se juega un segundo periodo en el cual se agrega otro guarda bosques y se
vuelve a apuntar el número de árboles caídos con 2 guardabosques. Se repite
esto las veces que se pueda según el número de integrantes del grupo.
ENSEÑANZA:
Siempre
habrá circunstancias en nuestra vida que van a ser como los taladores, que van
a impedir que crezcamos en la lectura y meditación de la Palabra (pereza,
tiempo, sueño, excusas, etc.)
Pero
tenemos a un excelente guarda bosques es el Espíritu Santo que nos va a cuidar
y si caemos él vendrá y nos va a levantar.
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