TEMA 5: DIOS PROVEERÁ EL CORDERO (Domingo 29 de mayo)




Objetivo de la Semana:

- Compartir con los niños como Abraham confiaba en Dios.

- Ellos puedan compartir que Abraham amaba a Dios más que a su hijo.

- Pensar en quien amamos más, si a Dios o a nosotros mismos.

Base Bíblica: Génesis 22: 1-19

Texto para Memorizar: SALMO 13:5.
“Más yo en tu misericordia he confiado, mi corazón se alegra en tu salvación”. 



HISTORIA BIBLICA:

La historia de Abraham e Isaac es una historia sobre confianza. Abraham era el padre de Isaac. Abraham y su esposa Sara habían esperado muchos años para tener un hijo. Abraham amaba a Isaac más que nadie en el mundo. Un día, Dios le habló a Abraham y le mandó a llevar a Isaac a una montaña para que lo ofreciera en sacrificio a Él. Así que Abraham se llevó a Isaac y comenzaron a subir la montaña. Al tercer día, Abraham le dijo a Isaac que iban a construir un altar y ofrecer un sacrificio a Dios.
Isaac le dijo a su padre: "El fuego y la leña están aquí, pero ¿dónde está el cordero para el sacrificio?"
Abraham le respondió: "Dios proveerá el cordero."
Se mantuvieron caminando hasta que llegaron al lugar que Dios les había indicado. Entonces Abraham construyó un altar y puso leña en él. Luego amarró a Isaac y lo puso en el altar
Entonces tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo, pero en ese momento el ángel del Señor le gritó desde el cielo: ¡Abraham! No pongas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas ningún daño le dijo el ángel. Ahora sé que temes a Dios, porque ni siquiera te has negado a darme a tu único hijo.

Abraham alzó la vista y, en un matorral, vio un carnero enredado por los cuernos.
Fue entonces, tomó el carnero y lo ofreció como holocausto, en lugar de su hijo.
A ese sitio Abraham le puso por *nombre: «El Señor provee. (Jehová Jirah) » Eso significa El Señor provee.

El ángel del Señor llamó a Abraham por segunda vez desde el cielo, y le dijo: Como has hecho esto, y no me has negado a tu único hijo, juro por mí mismo afirma El Señor que te bendeciré en gran manera, y que multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena del mar. Además, tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos. Puesto que me has obedecido, todas las naciones del mundo serán bendecidas por medio de tu descendencia.

¡Qué historia tan emocionante! Abraham amaba a Dios más que a nadie. Abraham confiaba en Dios y sabía que Dios iba a cuidar de su hijo.

Esta lección pinta un cuadro de cuanto nos ama Dios. Como Abraham estaba dispuesto a sacrificar su único hijo, Dios estaba dispuesto a hacer lo mismo. De hecho, Jesús murió. Murió por todos nuestros pecados. ¿Por qué? ¡Porque nos ama tanto así! Juan 3:16 dice que Dios nos amó tanto que envió a Jesús a morir en nuestro lugar. Pero al tercer día resucitó. Porque Jesús vive podemos vivir con Dios para siempre si confiamos en Jesús y lo invitamos a nuestros corazones (a ser parte de nuestras vidas). La Biblia nos promete que NUNCA nos dejara.

MANUALIDAD PARA HACER CON LOS NIÑOS:

COLOREAR Y PEGAR BOLITAS DE ALGODÓN

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