TEMA 3: ¡A SEMBRAR SE HA DICHO II ¡ (Domingo 20 de Marzo)




OBJETIVOS DE LA SEMANA:

·         APRENDER COMO NIÑO A DESCRIBIR LOS ELEMENTOS DEL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO.

·         LOS NIÑOS PUEDAN COMENTAR CÓMO SE VE CADA ELEMENTO DEL FRUTO EN SU PROPIA VIDA.

·         CANTAR UNA CANCIÓN CON LAS PALABRAS DEL VERSÍCULO CLAVE.

·         LOS NIÑOS APRENDERÁN Y ENTENDERÁN CÓMO PUEDEN DESARROLLARSE ESTOS ELEMENTOS EN SU VIDA.


BASE BÍBLICA: Gálatas 5:16-26

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: "Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fe, templanza y dominio propio"
                                                                                                    (Gálatas 5:22, 23a,)

COMENTARIO PARA EL MAESTRO/A:

Un fruto es para saborear. Es para alimentación y luego produce satisfacción y alegría.

Cuando tenemos hambre y encontramos una fruta fresca para comer, es una sensación deliciosa para nuestro cuerpo. Nuestra necesidad es satisfecha y sentimos tranquilidad. El fruto del Espíritu Santo tiene varios elementos mezclados para formar una sola cosa, más o menos como una ensalada de frutas. Los niños aprenderán y entenderán cómo pueden desarrollarse estos elementos en su vida.
Además conocerán otros elementos del fruto y durante la semana pondrán en práctica el fruto en sus relaciones especialmente en la casa con sus padres y hermanos.

INTRODUCCIÓN:

Prepare con anticipación una fuente de ensalada de frutas para usarla hoy en el tiempo de la introducción.(pregunte al grupo de maestros de la semana pasada cuales fueron las frutas que ellos presentaron para que sean las mismas con las que ustedes hagan la ensalada de frutas) Póngalo en un tazón de cristal o plástico transparente para que ellos puedan observar claramente todas las frutas que han sido mezcladas. Coloque el tazón en un lugar donde todos puedan ver.

Mientras tanto, hábleles de los elementos del fruto del Espíritu que estudiaron en la última lección. Haga un repaso de las definiciones y explicaciones dadas antes. Los niños pueden compartir la información que encontraron y sus definiciones.

La semana pasada tuvieron como refrigerio frutas como: bananos, manzanas, uvas, naranjas, etcétera. Hoy tendrán otra cosa hecha de frutas. Esta es una ensalada de frutas. ¿Cuál es la diferencia entre los pedazos de fruta que comimos antes y la ensalada que están saboreando ahora? Son las mismas frutas, ¿verdad? (Espere sus respuestas). Realmente la diferencia es fácil de ver. La semana pasada fueron frutas separadas. Ahora van a comer una mezcla de las frutas. La ensalada es una mezcla de diferentes frutas y su jugo. Se puede apreciar un sabor diferente cuando mezclamos las frutas. El sabor de cada una se pierde para producir un sabor completamente diferente y rico.

El fruto del Espíritu Santo es más como una ensalada de frutas que un plato de pedazos de fruta separadas. El fruto del Espíritu es una mezcla de todos los elementos. El amor no actúa sólo. La paciencia no está separada de la humildad, por ejemplo. No es que podemos escoger el fruto que quisiéramos tener. Hemos recibido una ensalada de frutas que es el fruto del Espíritu. En la ensalada se encuentran todas las frutas y en el fruto del Espíritu, encontramos diferentes elementos.

HISTORIA BÍBLICA:

Hoy hablarán de la amabilidad, la bondad, la fidelidad, la humildad y el dominio propio. Adjunto se encuentran definiciones y explicaciones de los elementos del fruto.

Tenga a la mano una manzana o una naranja. Pregúnteles si saben cuánto tiempo necesita un árbol frutal hasta que produzca fruta. Muchas veces los árboles frutales no producen por años y años. Y la primera cosecha de un frutal, generalmente, tiene fruta muy pequeña. Los árboles frutales necesitan mucho tiempo para poder producir una buena fruta. Es lo mismo en la vida de un cristiano. Aunque el paquete del fruto del Espíritu viene con la persona del Espíritu Santo, necesitamos mucho tiempo para poder desarrollar el fruto en nuestra vida.

Converse de los elementos poniendo ejemplos propios si es posible. Si conoce alguien de la iglesia que demuestre con su vida cierto elemento del fruto, puede entrevistarle preguntando cómo llegó a desarrollar el fruto en su vida. Los niños tienen que entender que el fruto no se produce de un día a otro. Es un proceso largo.

¿Qué elemento del fruto es el más difícil para ti? Algunas personas son muy humildes pero no tienen nada de paciencia. Para ellos la paciencia es el elemento más difícil. Algunas personas son bondadosas pero no tienen fidelidad. Deje que los niños contesten la pregunta y sigan pensando en los elementos.

Consiga en el mercado frutas muy maduras. ¿Qué pasa con las frutas no usadas al pasar el tiempo? Se dañan, ¿verdad? Así es con el fruto en la vida cristiana.

MANUALIDAD:

Deben seguir trabajando en los folletos del fruto y mientras hacen esta actividad, deben aprovechar el tiempo memorizando el versículo. Si es oportuno, también pueden cantar canciones mientras trabajan. (Vaya a la sección de manualidad de la clase del domingo pasado)

HOJA DE INFORMACIÓN SOBRE LOS ELEMENTOS DEL FRUTO DEL ESPIRITU

AMABILIDAD:

"Calidad de ser afable, complaciente, afectuoso".

Este don nos habla dela actitud que tenemos hacia los demás. Uno puede ser creyente, ser buena persona, pero no mostrarse amable. Ser amable es un fruto o una señal del Espíritu Santo que se desarrolla más fuera de casa que dentro. Debemos ser amables y sonrientes con los vecinos, los hermanos de la iglesia, los amigos, etcétera. Pero muchas veces no somos muy amables en casa, no somos corteses, nos olvidamos de dar las gracias por las cosas, somos malagradecidos.

BONDAD:

"Calidad de bueno; natural inclinación de hacer el bien; blandura y apacibilidad de genio". Los creyentes deben ser bondadosos y llenos de compasión.

Es algo que tenemos que seguir practicando. Pero a veces limitamos los hechos bondadosos a las personas a nuestro alrededor sin entender que la bondad puede afectar al mundo entero. Cuando extendamos nuestra bondad hacia la creación de
Dios (los animales y plantas), seremos bondadosos con los humanos también. Ser "bondadoso" a la naturaleza es parte del mandato que Dios dio a Adán y Eva en el Jardín de Edén. Pero la raza humana ha destruido mucho y tenemos que comenzar a tratar con bondad a la naturaleza. Piense en actividades específicas que su clase pueda hacer: regar un árbol o plantar uno, recoger la basura de un parque, proteger los animales que estén en nuestro medio, etcétera. Así demostrarán bondad no solamente a la naturaleza sino también a los demás.

FIDELIDAD:

"Cualidad de fiel; exactitud en la ejecución de alguna cosa; que no falta a la palabra dada; cumple sus compromisos; firme y constante en su afección".

Fidelidad nos habla de constancia, de permanencia en el Señor. Las palabras claves que podemos usar cuando hablamos de la fidelidad es "seguir adelante" y "permanecer hasta el fin".

HUMILDAD:

"La Virtud derivada del sentimiento de nuestra bajeza (frente a la grandeza de Dios)". Aun a esta edad y toda la vida, el creyente lucha con esta área. Practicar el fruto de humildad es casi imposible porque por naturaleza siempre buscamos sobresalir. Haga un ejercicio. Lleve un dulce o galleta y diga que sólo tiene uno.

Pregunte quién lo quiere y verá más de una mano levantarse. Entonces hable de la humildad. Se ve una descripción de la humildad en Filipenses 2:1-11. La humildad es una muestra de la realidad. Sin Cristo no somos nada. Con Cristo (pero no por nuestros méritos) somos herederos en el Reino de Dios. Eso debe crear en nosotros una gratitud inmensa y también humildad. No fuimos capaces de salvarnos ni de darnos nada. Todo lo hemos recibido de la mano amorosa de Dios. La humildad es una muestra de sabiduría e inteligencia porque es la capacidad de reconocer quiénes somos y quién es Dios.

DOMINIO PROPIO:

"Poder que uno tiene sobre lo suyo; auto-control frente a la tentación".

Este elemento del fruto nos habla del equilibrio en todas las acciones de nuestra vida. Uno puede perder el dominio de sí mismo frente al televisor, excederse en los juegos y no cumplir con las obligaciones de la escuela o la casa, comer más de lo que necesitamos, perder el control en un partido, enojarse por cosas insignificantes, etcétera.

Cada uno de los niños tendrá su área débil. Inclúyase usted en la conversación y hable con libertad de aquellas cosas en las cuales no tiene dominio propio.

Compartir con otros nuestras debilidades y orar unos por los otros nos ayuda a hacer crecer ese fruto del Espíritu Santo en nuestras vidas

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