Antes
que los niños lleguen a la reunión, transforma la sala en un laberinto. Utiliza
mesas, sillas y otros elementos para realizarlo y coloca obstáculos en el
camino para que los niños encuentren cierta dificultad el transitarlo apaga las
luces
Pídeles
a los niños (acompáñalos para evitar accidentes) que caminen a través del
laberinto a oscuras. Cuando todos hayan pasado la primera vez, pídeles que lo
hagan una vez más, pero esta vez facilítales una pequeña linterna.
Después que todos hayan atravesado el laberinto la segunda vez, enciende la luz y pregúntales:
¿Qué sientes al pasar por el laberinto a oscuras?
¿Qué diferencia marco el uso de la linterna?
Después que todos hayan respondido, pásales una Biblia, un lápiz, y papel. Pídele a un voluntario que lea el Salmo 119:105. Forma pequeños grupos y dales la tarea de que exploren el Salmo 119 en busca de los beneficios que se obtienen por leer la Palabra de Dios. Después de 10 minutos, que cuenten al resto lo que encontraron.
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