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TESALONICESSES 5:21-23
SALMOS 119: 9-16
Por
favor, por favor vengamos el viernes mami -rogó Aarón sacudiendo con fuerza un
aviso que recordaba el día de la familia en su kínder-.
Por
supuesto que vamos a venir –le dijo su mamá- dándole a Aarón un gran abrazo
despidiéndose de él y también va a venir tu hermana Ana y tu papito para que
juntos disfrutemos ese hermoso día.
Siiiiiii
–gritó Aarón emocionado mientras se
retiraba para su salón.
Ana
sonrió y dijo –será agradable ver de nuevo a la señora Pérez, todavía recuerdo
el kínder nos divertíamos tanto.
Llego
el tan esperado día de la familia y Aarón emocionado con su papá, su mamá, y su
hermana Ana.
Ahí
estaba la señora Pérez que con mucho cariño saludó a Ana y luego se dirigió a
todos los asistentes diciendo- tendremos con sus hijos un momento como un día
normal de clases donde ustedes verán como ellos siguen las indicaciones y
obedecen a sus maestros, ustedes padres solo van a estar observando y caminar
detrás de los niños-.
Y
así comenzó el día familiar, vieron a Aarón junto a sus compañeros, coloreando,
escuchando una historia, buscando objetos de color azul en su aula, después que
los niños comieron una galleta y jugo la señora Pérez hizo un llamado.
Es
tiempo de ir al patio de recreo-anunció-
Luego
sacó dos cuerdas largas del armario, los niños se alinearon en una cuerda y las
niñas en la otra, todos se juntaron de la cuerda con fuerza, y la señora Pérez
tomó el extremo de ambas cuerdas y comenzó a caminar.
Tengan
cuidado con los autos –les dijo la maestra – mientras cruzaban el
estacionamiento del kínder cruzaron un enorme bus amarillo y varios autos que
estaban estacionados en el lugar, sus pequeños pies levantaban un poco de polvo
del piso y sus rizas parecían graznidos de gansos.
Recuerdo
esa cuerda –le dijo Ana a su mamá- mientras seguían a los niños tomarnos de
ella significaba estar a salvo y luego agregó el patio parecía más lejano y
cruzar el estacionamiento me aterrorizaba. –la mamá sonrió-.
Tal
vez ya seamos grandes pero siempre necesitamos aferrarnos de una cuerda -comentó
la mamá-
Ana
la miró perpleja y la mamá sonrió.
No
me refiero a una cuerda en sentido literal –dijo-.
Sino
que en cierto modo, la Palabra de Dios es como una cuerda, no que debamos
tomarla para guardar nuestra salvación o para no perdernos, la Biblia nos dice
que debemos aferrarnos a lo bueno y una manera de lograrlo es leyendo,
memorizando y obedeciendo lo que Dios nos manda en su Palabra.
Y
¿QUÉ DE TI?
¿TE
AFERRAS A LO QUE DIOS TE DICE?
Solo
tú puedes sembrar la Palabra de Dios en tú corazón.
Solo
tú puedes memorizarla.
Solo
tú puedes disciplinarte para pensar en ella y ponerla en práctica en tu propia
vida.
Requiere
tiempo y esfuerzo pero recibirás una recompensa, recuerda que debes sembrar en
buena tierra para que produzcas mucho fruto. Vamos vale la pena ir tomados de
la cuerda que es la Palabra de Dios.
MANUALIDAD: Pueden hacer
una pulsera sencilla usando cuerda, para que les recuerde leer, memorizar y
obedecer la Palabra de Dios.
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