LECTURA: Pero él le contestó a uno de ellos: Amigo, no
estoy cometiendo ninguna injusticia contigo. ¿Acaso no aceptaste trabajar por
esa paga? Tómala y vete. Quiero darle al último obrero contratado lo mismo que
te di a ti. ¿Es que no tengo derecho a hacer lo que quiera con mi dinero? ¿O te
da envidia de que yo sea generoso?' Mateo 20:13-15
Jesús contó una historia acerca del dueño de unas
viña (sitio donde siembran uvas) el cual estaba contratando hombres para
trabajar en su viña. Contrató algunos temprano en la mañana, otros al mediodía
y otros justo cuando faltaba poco tiempo para terminar de trabajar.
Cuando llegó el momento de pagarle a los
trabajadores, el dueño le pagó lo mismo a todos los empleados. Los trabajadores
que fueron contratados temprano en la mañana comenzaron a quejarse: “¡Oye, eso
no es justo! Le pagaste lo mismo a los trabajadores que estuvieron trabajando
una hora que a los que estuvimos trabajando todo el día.”
El dueño de la viña dijo: “No estoy siendo injusto
contigo. Te pagué lo que habíamos acordado. ¿No tengo yo derecho a hacer con mi
dinero lo que desee? ¿Estás celoso de mi generosidad?”
¿Qué es lo importante de esta historia
que hizo Jesús? El punto es que hay algunas personas que confían en Jesús y le
sirven todos los días de su vida. ¿Cuál es su recompensa? Su recompensa es vida
eterna en el cielo.
Hay otras personas que viven la mayor
parte de su vida en pecado. Ellos no le sirven al Señor. Entonces, justo antes
de que termine su vida, ellos ponen su confianza en Jesús y lo aceptan como su
Salvador. ¿Cuál es su recompensa? Su recompensa es la misma que recibe el que
ha servido al Señor toda su vida: Vida eterna en el cielo.
¿Es justo eso? Podemos pensar que no es
justo, pero si recibiésemos lo que es justo, ninguno de nosotros iríamos al
cielo. La Biblia dice, “…pues todos han pecado y están privados de la gloria de
Dios” (Romanos 3:23). No sé tú pero me
siento feliz de que Dios no me de lo que es justo, sino que me da su amor y
gracia, a pesar de lo que merezco.
ORACION:
Amado Padre, te damos gracias por el amor y gracia
que nos dan vida eterna a pesar de lo que merecíamos, ayúdanos a trabajar en tu
obra siempre hasta que vengas, te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
Manualidad para hacer con los Niños:
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