CONCEPTO DE MANSEDUMBRE
Mansedumbre significa “fuerza bajo dominio o fuerza
bajo control”, esa es la clave de pasar por alto la ofensa, quizás podríamos
contestar de una peor forma, quizás podríamos buscar vengarnos, pero con
humildad y mansedumbre decidimos poner nuestro enojo bajo el dominio de Dios.
También significa docilidad y suavidad que se
muestra en el carácter o se manifiesta en el trato hacia los demás.
En las sagradas escrituras, la
mansedumbre es
una cualidad presente fundamentalmente en personajes como Moisés y en El Señor
Jesús. Jesús, por ejemplo, estuvo dispuesto a aceptar la
voluntad de Dios, reacciono con mansedumbre ante su destino, y acepto su
calvario y muerte: se sacrificó para salvar a la humanidad, por amor y por
obediencia. De hecho, refiere esta cualidad en su sermón de la montaña:
“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad”
(Mateo, 5:5).
La mansedumbre cristiana a
veces se confunde con debilidad o cobardía, pero no es así. La mansedumbre
implica una gran fuerza interior capaz de controlar los impulsos más elementales
del ser humano, como la violencia, el egoísmo o la arrogancia. Así, la
mansedumbre es más bien una actitud de obediencia y amor hacia Dios y hacia el
prójimo.
¿Qué es la Mansedumbre?
En el Antiguo Testamento la
Mansedumbre se destaca como la virtud de quienes sufren opresión, estrechez,
acusación o privación. La Mansedumbre llegó a significar la actitud de sumisión
a Dios del hombre o del pueblo que está en tales circunstancias.
La Mansedumbre es la virtud de
ser manso; es tener el poder y estar bajo el absoluto control de todo y no es
debilidad como ocurre con la violencia
La Mansedumbre, es ser una
persona sumisa, que acata órdenes con facilidad, se sujeta, es dulzura, amable,
bondadoso y dócil.
1. Carácter del que es fácil de
educar o dirigir.
2. Carácter del que cumple lo que
se le manda hacer “obediencia”
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