Lecturas Bíblicas: Números 12:3; II Timoteo 1:7
¿Hay
situaciones que “te sacan de las casillas”? ¿Te ha pasado que hay momentos que
te enojas tanto que reaccionas de alguna manera muy fuerte? Muchas veces con
nuestra manera de actuar frente a los problemas, gritamos, golpeamos las cosas,
o herimos a la gente que nos rodea. Por eso es que una de las manifestaciones
del Espíritu Santo es la mansedumbre.
Hoy, a
través de dos historias bíblicas acerca de Moisés (el hombre más manso de la
Tierra) y de Daniel (que nos mostrará que Dios nos ayuda y nos bendice cuando
decidimos obedecerlo), el Señor nos dará valor para elegir lo que es mejor en
cada situación que se nos presente.
Moisés, la
Biblia dice que él era la persona más mansa sobre la Tierra. No importaba la
situación en la que se encontrara, siempre estaba tranquilo. Hubo momentos
donde el pueblo se rebeló, se quejaba e incluso trataba de matarle. Aún sus
propios hermanos se quejaron de él y lo criticaron, pero aun así no perdió la
calma. Había aprendido a confiar en Dios. Sin embargo un día se olvidó de dejar
a Dios en control, Dios le mandó que le hable a la roca para que le dé agua,
pero él estaba tan enojado por la queja de la gente que la golpeó. Y por
desobedecer al Señor no pudo entrar en la tierra prometida. Debemos ser siempre
sensibles a la influencia del Señor, para nunca perder el dominio propio.
Daniel
también fue alguien que practicaba la mansedumbre y templanza. Cuando vino el
tiempo de dificultad y lo echaron al foso de los leones, no empezó a patalear,
a gritar ni a quejarse ante Dios. Siguió orando como siempre lo había hecho, y
el Señor contestó su oración.
Durante toda
nuestra vida vamos a vivir situaciones no muy lindas, que tratarán de sacarnos
del propósito de Dios y hacer que fallemos en mostrar estas manifestaciones del
Espíritu. Por eso es importante cada día, temprano en la mañana al hacer el
devocional, entregarle el control de todo a Dios. No podemos decir: “Me
hicieron enojar” o “me sacaron de las casillas”. Nosotros tomamos la decisión
de enojarnos, de gritar, de lastimar. Por eso, tomemos hoy la decisión de dejar
que la presencia del Espíritu Santo reine en nuestros corazones, y que su fruto
se manifieste en plenitud en nuestras vidas.
MANUALIDAD
PARA HACER CON LOS NIÑOS:
escribe el
versículo en el cuerpo del gusanito
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