“RECETA PARA UNA VIDA FELIZ” (Miércoles 2 de Agosto)








Valentín y Maritza querían darle una sorpresa a su mamá. Decidieron prepararle un pastel.

–Tengo una buena receta –dijo Maritza–. Me la dio mi amiga.

–No creo en las recetas –contestó su hermano Valentín–.

Hagamos una mezcla a nuestro gusto.

–Eso no saldrá bien –le dijo Maritza–. Tenemos que hacer lo que dice en la receta.

–No –insistió Valentín–. Lo vamos a hacer a nuestro gusto.

Y así lo hicieron. Mezclaron un poco de harina, bastante azúcar, agua, huevos, sal y pimienta. Batieron en un recipiente todo lo que se le ocurrió a Valentín.

¿El resultado? Salió todo, ¡menos un pastel! El muchacho tuvo que darle razón a su hermanita. Luego hicieron otro pastel según la receta. ¡Salió muy bien!


Lección Bíblica

En la Biblia encontramos la «receta» para una vida feliz. Dios le había dado a Moisés la Ley, no para afligir y molestar al pueblo, sino para que puedan ser felices.

¿Cuál es el camino a la felicidad? LA OBEDIENCIA.

Así como no se puede hacer un pastel mezclando cualquier cosa, no se puede vivir feliz portándose de cualquier manera.

¿Qué «receta» le dio Dios a Josué? Leamos Josué 1:8 (que un alumno lo lea).

Digamos diez veces la última parte del versículo:

«y todo te saldrá bien» (RVR)

«Así prosperarás y tendrás éxito» (NVI).

Hay tres pasos para que las cosas nos salgan bien:

·      Hablar la Palabra de Dios. Por eso repetimos cada semana nuestro texto para memorizar.
·      Meditar (pensar) en la Palabra de Dios. Dios dijo a Josué que pensara de día y de noche en la ley de Dios.
·      Cumplir la Palabra de Dios. Obedecer lo que Dios nos ordena.

¿Recuerdan lo que le pasó a Acán por ser desobediente? Le costó la muerte a él y a toda su familia.

Después que el pecado fue descubierto y castigado, Dios dio la victoria al pueblo de Israel. Conquistaron la ciudad de Hai.

Lectura y escritura de la Ley

Un día Josué recordó algo que Moisés había ordenado antes de morir. Él había dicho que cuando entraren en la Tierra Prometida edifiquen un altar a Dios.

Tenía que ser un altar muy especial, de piedras grandes, blanqueadas con cal. Sobre esas piedras debían escribir la Ley.

Otra cosa más; lo debían hacer en el monte Ebal.

Ese era el lugar donde Abraham, 600 años antes, había edificado un altar a Dios.

¿Qué creen que hizo Josué? ¿Dijo tal vez que no era importante, ya que Moisés había muerto? No. Josué sabía que debía obedecer, porque así, todas las cosas le iban a salir bien.

¡Qué buen siervo de Dios era Josué!

Josué reunió a todo el pueblo en el monte Ebal.

Hizo traer las piedras más grandes y bonitas para edificar el altar a Dios. (Dibuje el altar en la pizarra, con piedras grandes.)

Así, más o menos, era el altar. Las piedras eran lisas. Sobre ellas Josué mandó escribir la Ley.

Repasemos los Diez Mandamientos. (Use láminas con dibujos de las tablas de la ley. Puede repartirlas entre los niños y dejar que ellos escriban los mandamientos en las piedras dibujadas en la pizarra.)

(Lea Josué 8:34.)

Miremos en la Biblia el libro de Deuteronomio. Es largo; tiene 34 capítulos. En ese libro está el resumen de toda la Ley ¿Quién quiere leer Josué 8:35? (Que un alumno lo lea.)

«No omitió ninguna palabra de lo ordenado por Moisés

Todo... todo... todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, Josué hizo leer delante del pueblo.

Allí estaban los ancianos, los oficiales, los jueces, los sacerdotes, los hombres, las mujeres, los niños, y todos los extranjeros que vivían con el pueblo de Israel. Horas y horas tuvieron que estar de pie en el sol, escuchando la lectura de la Ley de Dios.

¿Creen que se cansaron? Tal vez, sí. Pero para Josué era muy importante repasar con el pueblo todo lo que Dios había ordenado. ¿Es importante para ti lo que Dios dice en su Palabra? Espero que tu respuesta sea un fuerte «¡sí!».

APLICACIÓN A LA VIDA DIARIA

¡Qué felices somos! ¡Tenemos la Biblia para poder leerla todos los días! Los israelitas tenían que subir al monte Ebal para leer la Ley en las piedras del altar.

Hay países en nuestro mundo donde no creen en Dios. Allí no hay muchas Biblias. Los niños y las niñas tienen que copiar la Palabra de Dios a mano.

Al orar, vamos a darle gracias a Dios porque tenemos su Palabra. Pediremos también que Él nos ayude a ser obedientes cada día.

La Biblia, la Palabra de Dios, es un gran tesoro.

¿Alguien sabe cuál es el capítulo más largo de la Biblia? Sí, es el Salmo 119. Cada versículo dice algo acerca de la Palabra de Dios. Nuestro texto para memorizar es uno de los versículos de ese hermoso Salmo. ¿Qué dice?  (Repásenlo.)

(También haga una invitación para los que deseen recibir a Cristo en su vida. Ore por ellos. Ore también para que los niños sean obedientes a Dios y su Palabra.)

Texto para memorizar

En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti.” 

A TRABAJAR CON LAS MANOS:
 Puede preparar esta masa y a medida que digan el versiculo de memoria vayan formando un corazon , una cofre,  etc, lo que su imaginacion lo permita.

 
Salmo 119:11

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