Objetivo de la Semana:
- Compartir
con los niños como Abraham confiaba en Dios.
- Ellos
puedan compartir que Abraham amaba a Dios más que a su hijo.
- Pensar en
quien amamos más, si a Dios o a nosotros mismos.
Base Bíblica: Génesis 22: 1-19
Texto para Memorizar: SALMO 13:5.
“Más yo en tu misericordia he confiado, mi corazón
se alegra en tu salvación”.
HISTORIA BIBLICA:
La historia de Abraham e Isaac es una historia
sobre confianza. Abraham era el padre de Isaac. Abraham y su esposa Sara habían
esperado muchos años para tener un hijo. Abraham amaba a Isaac más que nadie en
el mundo. Un día, Dios le habló a Abraham y le mandó a llevar a Isaac a una
montaña para que lo ofreciera en sacrificio a Él. Así que Abraham se llevó a
Isaac y comenzaron a subir la montaña. Al tercer día, Abraham le dijo a Isaac
que iban a construir un altar y ofrecer un sacrificio a Dios.
Isaac le dijo a su padre: "El fuego y la leña
están aquí, pero ¿dónde está el cordero para el sacrificio?"
Abraham le respondió: "Dios proveerá el
cordero."
Se mantuvieron caminando hasta que llegaron al
lugar que Dios les había indicado. Entonces Abraham construyó un altar y puso
leña en él. Luego amarró a Isaac y lo puso en el altar
Entonces
tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo, pero en ese momento el ángel del
Señor le gritó desde el cielo: ¡Abraham! No pongas tu mano sobre el muchacho,
ni le hagas ningún daño le dijo el ángel. Ahora sé que temes a Dios, porque ni
siquiera te has negado a darme a tu único hijo.
Abraham
alzó la vista y, en un matorral, vio un carnero enredado por los cuernos.
Fue
entonces, tomó el carnero y lo ofreció como holocausto, en lugar de su hijo.
A ese
sitio Abraham le puso por *nombre: «El Señor provee. (Jehová Jirah) » Eso
significa El Señor provee.
El ángel
del Señor llamó a Abraham por segunda vez desde el cielo, y le dijo: Como has
hecho esto, y no me has negado a tu único hijo, juro por mí mismo afirma El
Señor que te bendeciré en gran manera, y que multiplicaré tu descendencia como
las estrellas del cielo y como la arena del mar. Además, tus descendientes
conquistarán las ciudades de sus enemigos. Puesto que me has obedecido, todas
las naciones del mundo serán bendecidas por medio de tu descendencia.
¡Qué
historia tan emocionante! Abraham amaba a Dios más que a nadie. Abraham confiaba
en Dios y sabía que Dios iba a cuidar de su hijo.
Esta
lección pinta un cuadro de cuanto nos ama Dios. Como Abraham estaba dispuesto a
sacrificar su único hijo, Dios estaba dispuesto a hacer lo mismo. De hecho,
Jesús murió. Murió por todos nuestros pecados. ¿Por qué? ¡Porque nos ama tanto
así! Juan 3:16 dice que Dios nos amó tanto que envió a Jesús a morir en nuestro
lugar. Pero al tercer día resucitó. Porque Jesús vive podemos vivir con Dios
para siempre si confiamos en Jesús y lo invitamos a nuestros corazones (a ser
parte de nuestras vidas). La Biblia nos promete que NUNCA nos dejara.
MANUALIDAD PARA
HACER CON LOS NIÑOS:
COLOREAR
Y PEGAR BOLITAS DE ALGODÓN
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