Mateo 6:26
Érase una vez una abuelita
llamada María. Ella era muy sabia y le gustaba contar historias acerca de Dios.
En la tarde, los niños iban para la casa de ella a comer deliciosos pasteles
que preparaba con mucho cariño, y en su oportunidad, todos oían las historias
de la Biblia. Un día, ella se dio cuenta que Alex estaba muy triste y callado.
Entonces, la abuela María se le acercó y le preguntó: ¿Porque estas tan triste
hoy?
-¡Ay abuela! Hace mucho
tiempo que mi papá está sin trabajo. Sabe, a veces por falta de dinero,
quedamos sin cosas en la casa. Pronto mi papá irá a una entrevista de trabajo,
pero yo no sé si lo va a conseguir o no. Confiada, la abuela respondió: No
pienses así, ¡todo está bien! Niños, ¡acérquense! Voy a contarles una historia.
Mis niños, es un pasaje de la Biblia, el Señor Jesús nos manda a prestar
atención a las aves del cielo que vuelan de un lado para el otro sin
preocuparse con el almuerzo o con la cena, ¿pero Dios las deja pasar hambre?
No, Él todos los días dispone semillas y plantas para que ellas se alimenten.
Si nuestro Dios cuida y dispone de todo para las aves del cielo, ¿entonces
imaginen lo que hará por cada uno de nosotros? Al oír estas palabras, Alex se
puso muy feliz y dijo: ¡Entonces Dios le va a responder a mi papá también! –
Sí, solo basta confiar en Él- yo confío en Dios, respondió el niño.
La abuela María le pidió a
todos los niños que se pusieran de pié e hicieran una oración a Dios para que
el padre de Alex lograra aquel empleo. Al día siguiente, Alex volvió a la casa
de doña María con una linda sonrisa en el rostro gritando:- Abuela María, mi
papá consiguió el trabajo y ya comienza a trabajar hoy mismo. Muy feliz, doña
María agradeció a Dios por una vez más cumplir su palabra.
MANUALIDAD: Divertidos
pájaros hechos de tiras de papel, en la cola puede colocar el versículo de
Mateo 6:26
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