OBJETIVOS
DE LA SEMANA:
·
APRENDER
COMO NIÑO A DESCRIBIR LOS ELEMENTOS DEL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO.
·
LOS NIÑOS
PUEDAN COMENTAR CÓMO SE VE CADA ELEMENTO DEL FRUTO EN SU PROPIA VIDA.
·
CANTAR
UNA CANCIÓN CON LAS PALABRAS DEL VERSÍCULO CLAVE.
·
LOS NIÑOS
APRENDERÁN Y ENTENDERÁN CÓMO PUEDEN DESARROLLARSE ESTOS ELEMENTOS EN SU VIDA.
BASE BÍBLICA: Gálatas 5:16-26
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: "Más el fruto del Espíritu
es amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fe, templanza y dominio
propio"
(Gálatas 5:22, 23a,)
COMENTARIO PARA EL MAESTRO/A:
Un fruto
es para saborear. Es para alimentación y luego produce satisfacción y alegría.
Cuando
tenemos hambre y encontramos una fruta fresca para comer, es una sensación
deliciosa para nuestro cuerpo. Nuestra necesidad es satisfecha y sentimos tranquilidad.
El fruto del Espíritu Santo tiene varios elementos mezclados para formar una
sola cosa, más o menos como una ensalada de frutas. Los niños aprenderán y
entenderán cómo pueden desarrollarse estos elementos en su vida.
Además
conocerán otros elementos del fruto y durante la semana pondrán en práctica el
fruto en sus relaciones especialmente en la casa con sus padres y hermanos.
INTRODUCCIÓN:
Prepare
con anticipación una fuente de ensalada de frutas para usarla hoy en el tiempo
de la introducción.(pregunte al grupo de maestros de la semana pasada cuales
fueron las frutas que ellos presentaron para que sean las mismas con las que
ustedes hagan la ensalada de frutas) Póngalo en un tazón de cristal o plástico
transparente para que ellos puedan observar claramente todas las frutas que han
sido mezcladas. Coloque el tazón en un lugar donde todos puedan ver.
Mientras
tanto, hábleles de los elementos del fruto del Espíritu que estudiaron en la última
lección. Haga un repaso de las definiciones y explicaciones dadas antes. Los niños
pueden compartir la información que encontraron y sus definiciones.
La semana
pasada tuvieron como refrigerio frutas como: bananos, manzanas, uvas, naranjas,
etcétera. Hoy tendrán otra cosa hecha de frutas. Esta es una ensalada de
frutas. ¿Cuál es la diferencia entre los pedazos de fruta que comimos antes y
la ensalada que están saboreando ahora? Son las mismas frutas, ¿verdad? (Espere
sus respuestas). Realmente la diferencia es fácil de ver. La semana pasada
fueron frutas separadas. Ahora van a comer una mezcla de las frutas. La
ensalada es una mezcla de diferentes frutas y su jugo. Se puede apreciar un
sabor diferente cuando mezclamos las frutas. El sabor de cada una se pierde
para producir un sabor completamente diferente y rico.
El fruto
del Espíritu Santo es más como una ensalada de frutas que un plato de pedazos
de fruta separadas. El fruto del Espíritu es una mezcla de todos los elementos.
El amor no actúa sólo. La paciencia no está separada de la humildad, por ejemplo.
No es que podemos escoger el fruto que quisiéramos tener. Hemos recibido una
ensalada de frutas que es el fruto del Espíritu. En la ensalada se encuentran todas
las frutas y en el fruto del Espíritu, encontramos diferentes elementos.
HISTORIA BÍBLICA:
Hoy
hablarán de la amabilidad, la bondad, la fidelidad, la humildad y el dominio propio.
Adjunto se encuentran definiciones y explicaciones de los elementos del fruto.
Tenga a
la mano una manzana o una naranja. Pregúnteles si saben cuánto tiempo necesita
un árbol frutal hasta que produzca fruta. Muchas veces los árboles frutales no
producen por años y años. Y la primera cosecha de un frutal, generalmente,
tiene fruta muy pequeña. Los árboles frutales necesitan mucho tiempo para poder
producir una buena fruta. Es lo mismo en la vida de un cristiano. Aunque el
paquete del fruto del Espíritu viene con la persona del Espíritu Santo,
necesitamos mucho tiempo para poder desarrollar el fruto en nuestra vida.
Converse
de los elementos poniendo ejemplos propios si es posible. Si conoce alguien de
la iglesia que demuestre con su vida cierto elemento del fruto, puede entrevistarle
preguntando cómo llegó a desarrollar el fruto en su vida. Los niños tienen que
entender que el fruto no se produce de un día a otro. Es un proceso largo.
¿Qué
elemento del fruto es el más difícil para ti? Algunas personas son muy humildes
pero no tienen nada de paciencia. Para ellos la paciencia es el elemento más difícil.
Algunas personas son bondadosas pero no tienen fidelidad. Deje que los niños contesten
la pregunta y sigan pensando en los elementos.
Consiga
en el mercado frutas muy maduras. ¿Qué pasa con las frutas no usadas al pasar
el tiempo? Se dañan, ¿verdad? Así es con el fruto en la vida cristiana.
MANUALIDAD:
Deben
seguir trabajando en los folletos del fruto y mientras hacen esta actividad,
deben aprovechar el tiempo memorizando el versículo. Si es oportuno, también
pueden cantar canciones mientras trabajan. (Vaya a la sección de manualidad de
la clase del domingo pasado)
HOJA DE INFORMACIÓN SOBRE LOS
ELEMENTOS DEL FRUTO DEL ESPIRITU
AMABILIDAD:
"Calidad
de ser afable, complaciente, afectuoso".
Este don
nos habla dela actitud que tenemos hacia los demás. Uno puede ser creyente, ser
buena persona, pero no mostrarse amable. Ser amable es un fruto o una señal del
Espíritu Santo que se desarrolla más fuera de casa que dentro. Debemos ser
amables y sonrientes con los vecinos, los hermanos de la iglesia, los amigos,
etcétera. Pero muchas veces no somos muy amables en casa, no somos corteses,
nos olvidamos de dar las gracias por las cosas, somos malagradecidos.
BONDAD:
"Calidad
de bueno; natural inclinación de hacer el bien; blandura y apacibilidad de
genio". Los creyentes deben ser bondadosos y llenos de compasión.
Es algo
que tenemos que seguir practicando. Pero a veces limitamos los hechos
bondadosos a las personas a nuestro alrededor sin entender que la bondad puede
afectar al mundo entero. Cuando extendamos nuestra bondad hacia la creación de
Dios (los
animales y plantas), seremos bondadosos con los humanos también. Ser
"bondadoso" a la naturaleza es parte del mandato que Dios dio a Adán
y Eva en el Jardín de Edén. Pero la raza humana ha destruido mucho y tenemos
que comenzar a tratar con bondad a la naturaleza. Piense en actividades
específicas que su clase pueda hacer: regar un árbol o plantar uno, recoger la
basura de un parque, proteger los animales que estén en nuestro medio,
etcétera. Así demostrarán bondad no solamente a la naturaleza sino también a
los demás.
FIDELIDAD:
"Cualidad
de fiel; exactitud en la ejecución de alguna cosa; que no falta a la palabra
dada; cumple sus compromisos; firme y constante en su afección".
Fidelidad
nos habla de constancia, de permanencia en el Señor. Las palabras claves que
podemos usar cuando hablamos de la fidelidad es "seguir adelante" y
"permanecer hasta el fin".
HUMILDAD:
"La Virtud
derivada del sentimiento de nuestra bajeza (frente a la grandeza de
Dios)". Aun a esta edad y toda la vida, el creyente lucha con esta área.
Practicar el fruto de humildad es casi imposible porque por naturaleza siempre
buscamos sobresalir. Haga un ejercicio. Lleve un dulce o galleta y diga que
sólo tiene uno.
Pregunte
quién lo quiere y verá más de una mano levantarse. Entonces hable de la
humildad. Se ve una descripción de la humildad en Filipenses 2:1-11. La
humildad es una muestra de la realidad. Sin Cristo no somos nada. Con Cristo
(pero no por nuestros méritos) somos herederos en el Reino de Dios. Eso debe
crear en nosotros una gratitud inmensa y también humildad. No fuimos capaces de
salvarnos ni de darnos nada. Todo lo hemos recibido de la mano amorosa de Dios.
La humildad es una muestra de sabiduría e inteligencia porque es la capacidad
de reconocer quiénes somos y quién es Dios.
DOMINIO PROPIO:
"Poder
que uno tiene sobre lo suyo; auto-control frente a la tentación".
Este
elemento del fruto nos habla del equilibrio en todas las acciones de nuestra
vida. Uno puede perder el dominio de sí mismo frente al televisor, excederse en
los juegos y no cumplir con las obligaciones de la escuela o la casa, comer más
de lo que necesitamos, perder el control en un partido, enojarse por cosas
insignificantes, etcétera.
Cada uno
de los niños tendrá su área débil. Inclúyase usted en la conversación y hable
con libertad de aquellas cosas en las cuales no tiene dominio propio.
Compartir
con otros nuestras debilidades y orar unos por los otros nos ayuda a hacer
crecer ese fruto del Espíritu Santo en nuestras vidas
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