PERSONAJE MES DE SEPTIEMBRE:



PABLO:
 














Pablo, el gran apóstol y héroe de la fe, se presentó como siervo de Jesucristo.
 Para Pablo era el título máximo, ya que el Maestro a quien obedecía había venido al mundo para ser un siervo.
«Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos»(Mr. 10:45).
En sus cartas a las iglesias, Pablo se identifica como:
• SIERVO DE JESUCRISTO apartado para el evangelio de Dios
• APÓSTOL DE JESUCRISTO por mandato y voluntad de Dios
• PRISIONERO DE JESUCRISTO Su vida como fiel ministro del Señor es fascinante.
En medio de angustias, pruebas y persecuciones no vaciló en seguir fielmente el camino de la fe.
Dios lo llamó para que llevara la Palabra de Dios a  los gentiles (los no judíos), a los reyes, y a los hijos de Israel; a la vez este siervo sufrió mucho por el nombre de Jesús.
Trabajó abundantemente en la obra de Dios soportando muchas veces peligros de muerte. Fue azotado, apedreado y encarcelado. Sufrió hambre y sed, y padeció naufragios. Se expuso a peligros de ríos, peligros de ladrones, y peligros de gente que no lo apreciaba; a peligros en la ciudad, en el desierto, y en el mar; y a peligros entre falsos hermanos.
Más que nada, se preocupó día y noche por las iglesias que había fundado, siendo su gran pasión cumplir con gozo su ministerio (vea 2 Corintios 11:23-33; Hechos 20:24).
Pablo logró su objetivo de servir fielmente al Señor y al final de su vida pudo exclamar:
«He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe» (2 Tim 4:7).
Lea con atención el libro de Hechos y cada una de las epístolas escritas por Pablo para descubrir las inmensas riquezas que Dios tiene preparadas para sus hijos.
No era únicamente privilegio de Pablo ser siervo de Jesucristo, ¡es también derecho de nosotros! Cada uno podemos servir a Dios con la misma abnegación y presentarnos como siervos de Jesucristo

VALOR MES DE SEPTIEMBRE: SERVICIO



CONCEPTO:
El servicio como un valor es aquel acto de prestarle un favor a alguien de manera desinteresada, sin esperar nada a cambio, sino por el hecho de amar a DIOS y al al prójimo.
Ser servicial es una manera de reflejar las virtudes de un verdadero cristiano, pero no por presumirlas sino para dar un testimonio, mostrar el amor por los demás y sentirse útil a la sociedad. Precisamente un pilar fundamental del servicio es el amor a los demás, allí es donde se radican todas las bases de este valor.
Nosotros podemos ayudar en cualquier parte y momento, por ejemplo en nuestra casa con los quehaceres, los mandados, en la calle cuando vemos a alguien que se le caen algunas cosas, en fin son muchísimas las oportunidades que se nos presentan para hacer uso de este valor.
El servir a los demás nos fortalece, porque nos permite vencer la pereza y la mediocridad, además nos ayuda a aplicar un mensaje de la palabra de Dios: “hacer con los demás lo que queremos que hagan con nosotros”, ya que si prestamos auxilio a alguien, es seguro que aquella persona también lo hará cuando estemos necesitándolo.
Para que verdaderamente el servicio sea un valor, debe ser algo que nos nazca del alma, que no nos disguste ni irrite, aunque sabemos que servir a la gente es algo pesado e incómodo, si ponemos en nuestra mente y corazón la ideología de que servir es un don y no una obligación, estoy segura de que ayudar a los demás se volverá para nosotros algo espontaneo que nos dará alegría y gozo.
Ser servicial nos ayuda mucho en nuestras relaciones con la sociedad, ya que nos ayuda a construir lazos de amistad y apoyo mutuo y nos crea una buena imagen social. También en lo personal, ya que el ser colaborador nos vuelve carismáticos y por lo tanto agradables a los demás, porque las personas que siempre están listas para servir y ayudar, también siempre encontraran un apoyo.
Por último, practicando este maravilloso valor, podemos cambiar a nuestra sociedad, generar cadenas solidarias, dar ejemplo a los demás, mejorar el ambiente y la convivencia diaria y conseguir nuevos amigos y apoyos para nuestra vida, como lo dice aquella frase que encontré, “siempre manda mejor, el que sirve más”.

SERVÍOS CON AMOR LOS UNOS A LOS OTROS












Maria Fontaine
«Servíos con amor los unos a los otros» (Gálatas 5:13) es una frase muy interesante, sobre todo si se considera que el verbo servir en este versículo es traducción del griego douleuo, que significa ser esclavo. De modo que servirnos con amor unos a otros implica ser esclavos unos de otros por amor, someternos unos a otros y obedecernos unos a otros, hacer lo que nos diga otra persona y hacerlo con amor.
¡Eso es bastante difícil! A uno generalmente no le gusta ser tenido por siervo, y menos aún por esclavo. Puede que no nos importe servir y atender a ciertas personas -por ejemplo, a nuestro jefe-, pero nos cuesta un poquito considerarnos siervos de nadie, sobre todo de un compañero. ¿Qué te parece a ti eso de ser esclavo de otro? Aunque él esté dispuesto a ser tu siervo también, es probable que igual te resulte incómodo considerarte un siervo, sin posibilidad de ejercer tu voluntad.
Es más fácil pensar en servir al Señor, pues Él es tan sublime y superior a nosotros en todo sentido. Cuesta mucho menos decir: «Señor, te serviré» a un Dios omnisciente, omnipresente y omnipotente que a alguien a quien consideramos nuestro igual, o que incluso nos parece que está por debajo de nosotros en ciertos aspectos.
Otros versículos muy buenos sobre servirnos unos a otros son: «Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo» (Filipenses 2:3). «Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros» (Romanos 12:10). «Someteos unos a otros en el temor de Dios» (Efesios 5:21), y: «Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo» (Gálatas 6:2).
Resulta un poquito más fácil en los casos en que lo hacemos de forma voluntaria. Por ejemplo, si decidimos servirle una comida a alguien, prestamos un servicio, pero la idea partió de nosotros. El concepto de servirnos con amor unos a otros implica más bien cumplir los mandatos de otra persona. Eso exige un poquito más de gracia, humildad y sumisión.
Naturalmente que si tenemos en cuenta ese principio de «servirnos con amor los unos a los otros», no vamos a pedirle a nadie que haga algo que pueda resultar perjudicial o dañino. Independientemente de si somos nosotros los que servimos a los demás o ellos los que nos sirven, todos nuestros actos estarán motivados por el amor y todos nos beneficiaremos. Es posible que a veces lo que pedimos a los demás exija un sacrificio de su parte, pero nosotros también les prestamos servicio a ellos y a veces también nos sacrificamos por ellos; de modo que se trata de un servicio mutuo.
Jesús dijo: «Yo no vine para ser servido, sino para servir» (Marcos 10:45.) ¿En qué categoría se pone entonces Jesús? En la de siervo. «Se despojó a Sí mismo, tomando forma de siervo» (Filipenses 2:7).
Total que Jesús fue y sigue siendo un siervo, nuestro siervo. Se pone a nuestra disposición. Dice: «Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá» (Mateo 7:7). Dice: «Haré lo que me pidas. ¿Qué quieres? Soy tu siervo y haré lo que desees». Si Jesús nos ama tanto que está dispuesto a ser nuestro siervo, ¿no deberíamos imitar Su ejemplo y servirnos con Su amor unos a otros?
La Biblia dice: «Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis Sus pisadas» (1 Pedro 2:21). En otra parte Jesús dijo: «Como me envió el Padre, así también Yo os envío» (Juan 20:21). El Padre evidentemente lo envió en calidad de siervo. El caso es que Jesús lo hizo por nosotros y nos pide que sigamos Su ejemplo. Para eso hace falta mucha humildad. Sin embargo, los grandes sacrificios traen aparejadas grandes recompensas.

TEMA 1: PREPARADOS PARA LA GUERRA (DOMINGO 4 DE SEPTIEMBRE)

1. 


OBJETIVOS:
1. Nombrar los elementos de la armadura de Dios.
2. Dramatizar cómo se usa la armadura en la vida diaria.
3. Decir de memoria Efesios 6:11

REFERENCIA BIBLICA: EFESIOS 6:10-18

PARA MEMORIZAR: EFESIOS 6:11

INTRODUCCION:

En un lugar donde los niños puedan correr, tenga listos dos maletines
(Necesitará más maletines si su grupo es muy grande) llenos de ropa de adultos (un pantalón, una camisa, una chaqueta, unos zapatos de hombre, zapatos de mujer, una falda, una blusa, un suéter). Divida el grupo en dos (o más) equipos. Los equipos deben formar una fila detrás de una línea. Al indicarles que pueden comenzar, un miembro de cada equipo debe correr hacia la maleta frente a su equipo (a una distancia). Allí debe ponerse los artículos de ropa (sea de hombre o mujer). Una vez vestido debe correr a un punto de antemano indicado y allí recibir una tarjeta. Una vez que tenga su tarjeta debe entregarla a otro miembro de su equipo (quien recogerá todas las tarjetas de los demás), regresar al maletín, desvestirse y regresar a su equipo. Todos los miembros del equipo harán lo mismo. El equipo que termine primero gana.

HISTORIA BIBLICA:

Pida que hagan un círculo sentados en el suelo. Abra su Biblia en Efesios 6.
Tenga a mano una funda con los elementos de la armadura de Dios
Pregúnteles si han disfrutado del juego. Es importante que ellos expresen algo de su experiencia.
Empiece diciéndoles: el juego me hace recordar algo que dice la Biblia. Todos los que han traído su Biblia pueden ver un versículo muy interesante en Efesios 6:14.
Tenga el versículo escrito en una cartulina o papel económico. Cuélguelo en la pared.
Los niños deben explicar lo que significa el versículo en sus propias palabras. Cada vez que piensen en la idea de "revestirse," recordarán el juego que hicieron. (Estas experiencias son "ganchos" que les ayudan a recordar las verdades aprendidas).
De una funda saque los diferentes elementos de la armadura que debe haber hecho de antemano. Vista a uno de los niños con la armadura mientras va explicando la importancia de cada pieza.
Hay que dar énfasis en el hecho de que necesitamos revestirnos todos los días de toda la armadura para tener la protección de Dios en la guerra contra el enemigo satanás.
APLICACIÓN A LA VIDA DIARIA:

Satanás, el enemigo espiritual de nuestras vidas y sus aliados, un ejército

Innumerable de demonios, está listo para atacarnos y tratar de vencernos. Pero nosotros tenemos un Dios, que es mucho más poderoso que satanás. Él en su infinito amor, nos protege y nos da instrumentos útiles en nuestras manos para que podamos utilizarlos en defensa de los dardos de fuego que el enemigo lanza contra nosotros cada momento.


MANUALIDAD: VESTIR AL NIÑO CON SU ARMADURA