Dios demuestra el orden en sus obras
Todos conocemos Génesis 1:1: "En
el principio creó Dios los cielos y la tierra." ¿Qué clase de mundo creó Dios? El
resto del capítulo nos lo dice. Estoy seguro que todos hemos leído Génesis 1 en
algún momento.
Quiero que observemos el orden que describe este pasaje. En los primeros
tres días, observamos que Dios hace tres cosas preparativas: separa la luz de
la oscuridad, separa las aguas celestiales de las aguas terrestres y separa la
tierra del mar y los lagos. Estas tres obras son obras de organización; del caos, sale
orden.
En los siguientes tres días de la creación, Dios pone en su lugar
las cosas para las que ha preparado estos lugares. El primer día, El había
separado la luz de las tinieblas; el cuarto día, El pone las lumbreras
celestiales en su lugar - fuentes de luz en la oscuridad. El segundo día, El
había separado las aguas de arriba de las aguas de abajo; el quinto día, El
crea los seres que vivirán en estos lugares - las aves y los animales marinos.
El tercer día, El había hecho surgir la tierra, separándola de las
aguas y llenándola de vegetación; el sexto día, El puebla la tierra de animales
y, finalmente, de seres humanos. Por último, al séptimo día, El descansa. ¿Se
dan cuenta de la forma que toma la creación? Es la organización de lo que antes
estaba desordenado, para que sea bueno, bello y útil.
En esta primera obra de Dios registrada en la Biblia, El demuestra
el valor de la organización,
el valor del orden. Dios
también demuestra su carácter ordenado en la planificación que El realiza.
Podríamos mencionar muchos ejemplos de esto, pero pongamos uno solo.
Apocalipsis 13:8 dice lo siguiente: "A
la bestia la adorarán todos los habitantes de la tierra, aquellos cuyos nombres
no han sido escritos en el libro de la vida, el libro del Cordero que fue
sacrificado desde la creación del mundo."
El Cordero, por supuesto, es Jesús. El murió alrededor del año 29
d.C., en una cruz de madera cerca de Jerusalén. Sin embargo, aquí lo describe
como "sacrificado desde
la creación del mundo". ¿Qué significa esto? Significa que, antes de
crear el mundo, Dios ya había planeado nuestra salvación; el Padre había
decidido sacrificar a su Hijo, el Hijo había aceptado venir por amor a nosotros
y el Espíritu coincidía.
Dios no creó el mundo diciendo: A ver qué pasa con esto. La cruz
no fue su plan B. Fue parte de su propósito desde el principio. Dios, en otras
palabras, planeó desde el principio lo que haría.
Demuestra su amor por el orden planificando y preparando todo con anticipación.
Así es Dios.
Los que estudian la Biblia han dividido las cualidades de Dios
entre sus cualidades comunicables y sus cualidades incomunicables. En otras
palabras, hay ciertas cualidades de Dios que El quiere que nosotros
compartamos, y otras que nosotros no podemos compartir. Por ejemplo, Dios es
infinito; nosotros somos seres limitados. Dios es eterno; nosotros tenemos un
principio. La infinidad y la eternidad son cualidades incomunicables de Dios.
Surge la pregunta, entonces: ¿Es el orden una cualidad comunicable o una cualidad incomunicable de Dios? En otras palabras, ¿quiere
Dios que su pueblo refleje su amor al orden, o es algo que sólo Dios puede
hacer? ¿Qué piensan ustedes? Veamos lo que dice la Biblia. Leamos Colosenses
2:5: "Porque aunque estoy
ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y
mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo. "
Aquí descubrimos que
II. Dios desea que su pueblo viva en orden
No sé cómo, pero de alguna forma, el mundo nos ha hecho creer que
el orden y la disciplina son cosas malas. Es una pérdida de tiempo ordenar la
casa, si enseñamos a nuestros hijos a ser ordenados los vamos a cohibir, no
debemos de planear para el futuro - todas éstas son ideas falsas que el mundo
nos vende.
Sin embargo, Pablo se goza al ver - ¿qué? - el buen orden de los colosenses. A través de la
Biblia, se considera que el orden es algo bueno, y el caos es destructivo. Un
estudio reciente lo confirma; algunos investigadores comprobaron que los niños
que viven en hogares donde hay orden - donde hay una hora fija para acostarse y
levantarse, donde las tareas se hacen a ciertas horas y donde las cosas tienen
un lugar - estos niños sacan mejores notas, en promedio, que los niños que
viven en casas desordenadas.
De la forma en que Dios creó un mundo organizado, El desea que
nosotros también tengamos vidas ordenadas, casas relativamente organizadas y no
caóticas. El orden no es simplemente
algo deseable pero insignificante, algo que algunas personas hacen y otras no;
es algo que refleja la naturaleza de Dios, y que nosotros como sus hijos
tenemos que reflejar también. No es una opción.
Muy simplemente, el orden que refleja la creación se debe de
reflejar en la pequeña creación que cada uno de nosotros produce - su casa, su
cuarto, su carro, su trabajo. Madres, hacen bien en enseñarles a sus hijos a
tender la cama; es una batalla, pero vale la pena. Padres, hacen bien en
exigirles a sus hijos que hagan la tarea antes de jugar o ver televisión. Es
una batalla, pero vale la pena.
Podemos llevar el orden a un extremo. Hay personas que se vuelven
fanáticas de la limpieza y de la organización. No estamos hablando de esta
clase de extremismo. Mucho menos debemos de juzgar a otras personas. Sin
embargo, recuerden el ejemplo que Dios nos ha dado de orden; imitémoslo.
Igualmente, Dios nos da un ejemplo a imitar en su planificación
del futuro y del tiempo. Cuando Jesús andaba en el mundo, tuvo muy claro en la
mente lo que iba a hacer, y cuándo lo haría. Por ejemplo, leamos Juan 7:5-8: "Porque ni aun sus hermanos
creían en él. Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, mas
vuestro tiempo siempre está presto. No puede el mundo aborreceros a
vosotros; mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son
malas. Subid vosotros a la fiesta; yo no subo todavía a esa fiesta,
porque mi tiempo aún no se ha cumplido. " Aquí los hermanos de Jesús se burlan
de El, diciéndole que vaya con ellos a Jerusalén para presentarse ante el
pueblo. El responde que su tiempo no ha llegado.
¿Cuál tiempo? El tiempo de su sacrificio y exaltación, la razón
por la que había venido a la tierra. El sabía lo que había venido a hacer, y
cuándo lo iba a hacer. Muy lejos de la mente de nuestro Señor estaba la actitud
de flojera que se defiende diciendo: "A
ver qué dice Dios". El tenía metas fijas, e iba hacia ellas.
Aun el apóstol Santiago, en Santiago 4:13-15 ("¡Vamos
ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un
año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana.
Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco
de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si
el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. "), no nos
llama a dejar de planear, sino más bien a hacer nuestros planes tomando en
cuenta la voluntad de Dios. No nos llama a vivir sin metas, sino más bien a
someter nuestras metas a la voluntad de Dios. Sin embargo, a veces defendemos
la desidia diciendo: "Dios
dirá".
Será muy difícil que logres cosas para el Señor, a menos que
pongas metas y uses bien el tiempo. Si no tomas el control de tu tiempo, será
muy difícil que pases tiempo con Dios. Me entristece hablar con muchos creyentes
y descubrir que no tienen un tiempo diario con Dios en lectura bíblica y
oración, generalmente porque no se han disciplinado en el uso del tiempo.
¡Tanta bendición que se pierden! Nuestro Dios es un Dios de orden. Es un Dios
que prepara el futuro. Jesús nos demuestra el valor de tener metas claras y
progresar hacia ellas. Dime: ¿qué te está llamando Dios a hacer para reflejar
su carácter en tu vida diaria? ¿Qué te está llamando a hacer para vivir como su
hijo?
Contempla el carácter de Dios. Medita sobre su naturaleza, sobre
la creación que El ha hecho y la forma en que saca el orden del caos. ¿Ha
invadido el caos tu vida? Dios te invita, con su ayuda, a transformarla en algo
bello, útil y ordenado. No te conformes con menos.
Pastor Tony
Hancock