Ay, Ay Ay, hablar de Fe y
relacionarlo con Obediencia tiende a hacer difícil relacionarlo para nuestra
mente, pero todos estos días he estado meditando en ello.
Normalmente nosotros obedecemos en
base a lo que entendemos, pero en el ámbito espiritual es totalmente contrario,
nosotros debemos obedecer aun cuando no comprendamos lo que Dios nos está
diciendo que hagamos.
Y es que todo lo espiritual es muy
diferente a lo terrenal, en lo terrenal nosotros podemos llevar a cabo un
mandato siempre y cuando se nos haya explicado claramente lo que tenemos que
hacer y que nosotros lo hayamos comprendido muy bien.
Pero en lo
espiritual es totalmente lo contrario, yo obedezco a Dios aun cuando muchas
veces no comprenda a cabalidad lo que me está impulsando a hacer, y es que a
Dios no hay que entenderlo para obedecerle, sino obedecerle aun cuando no lo
comprendamos, porque eso es la FE.
La Biblia habla
de FE como la certeza de lo que se espera y la
convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1). Tomando en cuenta esto, podemos
decir que cuando Dios nos da un mandato, debemos tener la certeza que todo
saldrá bien y la convicción de que a pesar que las cosas no pintan muy bien, al
final todo ayudara para bien.
Algunos ejemplos de personas que
obedecieron a Dios sin comprender su mando son:
Abraham, es el ejemplo
por perfecto de FE, catalogado como el padre
de la fe, ese hombre que fue nombra por Dios como su amigo, ¡Que privilegio más
grande!, ¿Quién no quisiera que Dios lo nombra personalmente su amigo?, pero
¿Qué tenía Abraham como para poder ser llamado por Dios mismo como su amigo?,
simplemente el tenia FE, esa fe que
distingue a los grandes hombres y mujeres de Dios.
La Biblia es clara
en mencionar que sin FE es imposible
agradar a Dios. Abraham era un hombre que obedecía al pie de la letra los
mandatos de Dios, lo podemos comprobar claramente con el mandato de ir y
sacrificar a su único hijo (Génesis 22:1-4). Humanamente hablando es difícil
que un padre que ame realmente a su hijo sea capaz de tal cosa, personalmente
no podría llevar a mi pequeño Uziel a una montaña, amarrarlo y ponerlo sobre un
altar para levantar una daga sobre el con la intención de matarlo, no, me da
hasta escalo fríos pensar en ese momento, ¡Que pasaje tan amargo tuvo que
pasar el pequeño Isaac al ver que tu padre que tanto lo amaba lo iba a
sacrificar!, pero a pesar que Abraham amaba a su hijo como
a nadie más, él tenía que obedecer lo que Dios le estaba mandando a hacer,
estoy seguro que Abraham no sabía lo que Dios le tenía preparado, creo que él
ni siquiera comprendía el porqué de ese mandato, pero eso no era impedimento
para obedecer a Dios, y es que por eso digo, FE es OBEDECER, NO entender, estoy seguro que su FE le daba la certeza y la convicción de que al
final todo estaría bien.
Al Final su FE fue honrada y su prueba superada, Abraham se
graduó de la escuela de la OBEDIENCIA EN FE y
Dios está cada día más orgulloso de haberlo nombrado su amigo.
Samuel, otro personaje que
llama mi atención en cuando a la obediencia en FE es
Samuel, cuando Dios le da la misión de ir y ungir al nuevo rey de Israel que
estaría en lugar de Saúl.
Samuel llego a casa de Isaí y al ver
lo alto y fuerte que eran sus hijos pensaba que alguno de ellos sería el
próximo rey de Israel, pero el mandato de Dios era distinto, porque Dios no ve
lo que nuestros ojos ven, sino que ve el corazón.
Ante todo pronóstico
Dios le dice a Samuel que derrame el aceite para ungir a un joven pastor de
ovejas (1 Samuel 16: 12, 13), el hijo menor de Isaí que en apariencia no tenía
ni la mínima señal de ser un hombre de guerra, pero Samuel obedeció en FE a Dios e hizo como Dios le había dicho,
ungió a David como el futuro rey de Israel, ¿Qué hubiera pasado si Samuel no
hubiera tenido la suficiente FE y OBEDIENCIA como
para ungir a un jovencito? Pero estoy seguro que aunque Samuel no comprendía a
totalidad el mandato de Dios, dentro de su corazón sabía que Dios tenía un
propósito y que ese propósito se cumpliría.
Y es que repito,
para OBEDECER A DIOS no se necesita comprenderlo, al
contrario la FE es la que me lleva a actuar
aun cuando mi mente no entiende lo que te está enviando a hacer.
Óseas, un profeta al cual
Dios lo manda a sacar de un burdel a una prostituta para casarse con ella, pero
no solo eso, Dios le dice que la tenía que AMAR (Óseas
3:1). ¿Qué dura prueba no?, ¿Crees que Óseas se puso a pedir explicaciones a
Dios del porque tenía que hacer eso?, estoy seguro que Óseas no comprendía el
mandato de Dios, ¿Imagínate?, Dios diciéndote que vayas saques a una prostituta
de su lugar de “trabajo” y que te cases con ella, y para rematar que la AMES, es difícil comprender con la mente esa clase de
mandatos, pero repito nuevamente: FE no es entender,
sino OBEDECER.
Óseas lo hizo tal y
como Dios le mando, la mujer se fue de la casa de Óseas en muchas ocasiones
para seguir con su “profesión”, mas Dios cada vez mandaba a Óseas a que la
fuera a buscar y la llevara nuevamente a su casa y que la amara, un símbolo de
lo que la Iglesia es con Dios, mientras muchos de nosotros nos vamos a seguir
viviendo nuestra vida desordenada al mundo, Dios en su inmenso amor va y nos
busca y nos restaura. Óseas es uno de esos hombres que tuvo la FE suficiente para OBEDECER aun
cuando no entendía porque de lo que Dios le mandaba.
Job, un hombre íntegro
casi perfecto delante de Dios, que no hizo nada como para merecer tal situación
como la que experimento al perder a sus seres queridos y las cantidades grandes
de bienes que poseía. Sé que tuvo que haber sido un tiempo terrible para la
vida de Job, pero ese hombre pese a todo lo que estaba experimentando tenía la
FE suficiente como para confesar: “Yo se que mi Redentor
vive” (Job 19:25), palabras que denotan su FE y SOMENTIMIENTO a la voluntad de Dios.
Posiblemente Job no comprendía el porqué
de todo lo que estaba experimentando, pero era un hombre de esos que no dejaban
de confiar en Dios pese a todo el mal que vino sobre él.
María, la madre de
Jesús es otro ejemplo de que para obedecer y tener FE no se necesita comprender lo que Dios te está
mandando a hacer. Una joven virgen comprometida con el hombre de su vida, el
joven José Carpintero, recibe el aviso de un ángel que en su vientre tiene al
hijo de Dios. Estoy seguro que para María eso fue una sorpresa más que
inesperada, ¿Qué pasaría ahora?, ¿Que sería de José?, ¿Qué pensaría su familia
y amigos?, eso no era problema para la joven María, estoy seguro que María
amaba a su prometido, estaba muy enamorada de Él, pero su pasión por obedecer a
Dios en FE era mayor que cualquier cosa. Lucas 1: 38
dice: “Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo
conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia”. Si
Dios la escogió entre millones de mujeres, es porque María tenía la FE suficiente para obedecer aun cuando no
comprendía el porqué de su situación.
Otro ejemplo más
que para tener FE y OBEDECER a Dios no se
necesita comprender lo que Dios te está mandando a hacer, sino que
simplemente HAZLO, hazlo porque Dios se
manifestara en tu vida.
Amados, no sé qué momento de tu vida
estés pasando, pero algo si quiero decirte y quiero que te quede muy claro:
FE
ES OBEDECER A DIOS, NO COMPRENDERLO
No quieras
comprender las cosas antes de hacerlas, HAZLAS porque
Dios quiere FE y OBEDIENCIA DE TI, si Dios
es quien ha puesto ese sentir en tu corazón o te ha dado un mandado, ¿Qué estas
esperando para cumplirlo o llevarlo a cabo?
No le des tantas
vueltas al asunto, si DIOS LO DIJO, entonces OBEDECE, porque gran recompensa te espera.
FE Y OBEDIENCIA SON SINÓNIMOS DE BENDICIÓN
Autor: Enrique Monterroza
Escrito para www.enriquemonterroza.com – www.devocionaldiario.com – www.destellodesugloria.org